1- Sex Tape - BounPrem -finalizada

Pleng

El rubio se encontraba sentado en un mullido sillón en el vestíbulo del gran hotel, no quería ser el único que no cumpliera su reto. Dada a la hora la mayoría de personas se encontraban cenando en el gran salón, trataba de encontrar al indicado para su misión casi imposible. Una chica de piel morena, cabello negro, ojos afilados y gran presencia apareció por la puerta y decidió que ella era. Aun siendo gay no quería decir que no pudiera hablar con chicas de forma satisfactoria.

-Hola.- saludó a la morena.- ¿Te quieres registrar?
-¿Trabajas aquí?
-No.- una sola sonrisa brillante fue necesaria para que la chica frente a él comenzara a juguetear con su cabello.- Era una excusa para saber tu nombre.
Una sonrisa tímida como respuesta.- Pleng.
-Es un lindo nombre…

Todas las ventanas de la entrada estaban abarrotadas de chicos que trataban de leer los labios de las dos personas recargadas en el mostrador. Yacht dio un grito ahogado cuando el rubio acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja de la chica con la que coqueteaba bastamente. New dio un grito ahogado cuando tomó la cintura de la joven y la acercó a su cuerpo en un rápido movimiento. Todos los espectadores no podían creerlo, a pesar de ser gay, era muy bueno con las chicas. Singto gritó cuando ladeó su cabeza y la morena lo rodeó por el cuello.

-¡Si lo hizo!- gritó en celebración Singto.
-Creí que iba a costarle más.- New estaba sorprendido.
-¿Creen que ella le dé su número?- Yacht rodeó a New por el cuello.
-Ya lo está haciendo.

Team sostenía un papel fuertemente en su mano: “Besa a alguien que no conozcas en el lobby”. Arrugó el trozo de papel entre sus dedos, lo desechó en una papelera y desapareció en la noche sin que nadie de los bulliciosos chicos lo notara. Boun se separó de la chica con una sonrisa, con el número de la chica escrito en un papel el cual guardó en uno de los bolsillos de su pantaloncillo corto. Salió con una sonrisa de satisfacción.

-¿Me dan mi premio?
-Volvamos a la playa.- Bosston interrumpió la avalancha de halagos hacia el novato.- Les espera una sorpresa.

Pequeños faroles se sostenían orgullosamente en la arena, iluminando sus pasos a lo largo de la arena hasta encontrarse con uno de sus líderes sonriéndoles. Cuando todos los integrantes estuvieron formados, Bosston tomó el lugar al lado de Team. En sus manos brillaba tenuemente un broche de color plateado con distintas grabaciones.

-En esta noche queremos darles la bienvenida formalmente al club.- El chico de anteojos sonrió frente a ellos.- Nuestros mayores y los mayores de ellos han dado broches de natación como muestra de pertenecer a una unidad. Son únicos y especiales, deben cuidarlos como cuidarán a sus compañeros de equipo, ya no son solo un miembro en un club, ahora son parte de un equipo.
-Eso es un: no lo pierdan… porque no vamos a comprar más.- el vicepresidente sonrió amablemente.- Bienvenidos.

La ceremonia de broches fue sencilla ¿Qué podrían hacer dos personas completamente solas a cargo de tantos chicos hormonados y felices? Bajo las estrellas, luz de los pequeños faroles iluminándolos, las cálidas sonrisas de sus superiores y los suaves murmuros de sus compañeros. La fiesta de celebración no fue más elaborada; alcohol, mar, arena, música y amigos ¿Se necesitaba más para pasarla bien?

El rubio buscó a su chico favorito entre la música y los jóvenes que bebían sus tragos. Cuando por fin lo encontró camino hacia él y se dejó caer a su lado, sobre la cálida y molesta arena. Sus manos comenzaron a juguetear con un vaso rojo con un líquido espeso llenándolo. Bosston insistía vehementemente en que Prem tocara una canción con la guitarra y los chicos que ponían atención lo apoyaban. Boun y Prem se encontraron cara a cara cuando el rubio sostenía el instrumento con una sonrisa a pesar de esos los ojos del mayor evitaron el rostro del menor provocando una mueca de parte el mismo.