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*4 meses después*

Kyungsoo y Chanyeol se encontraba en el aeropuerto, pues tomarían un vuelo a Seúl para pasar las fiestas con sus familias.
Ninguna de las dos familias ni sus amigos estaban al tanto de que ellos ya se habían encontrado y que estaban juntos, mucho menos de que Chanyeol le había propuesto matrimonio a Kyungsoo. Ambos decidieron que querían mantenerlo en secreto para sorprenderlos cuando pudieran regresar.
Era la primera vez de Kyungsoo volviendo a Corea después de casi tres años. Minseok le había dicho a Chanyeol que quería que volviera a Corea para navidad porque no soportaba la idea de no pasar las fiestas con su hermanito, así que a Kyungsoo se le ocurrió la idea de unírsele a Chanyeol en el viaje y sorprender a todos.

Al llegar a Corea, lo primero que hicieron fue ir a su hotel para dejar su equipaje y para descansar un poco, pues el viaje había sido muy pesado.
Cerraron las persianas y se acostaron en la cama para tomar una siesta. Chanyeol activó una alarma que los despertaría dentro de una hora para que se ducharan, arreglaran, y después irían al departamento de Minseok y Yixing juntos.

—¿Qué pasa, bebé? ¿No puedes dormir? —preguntó Chanyeol, acariciando sus cabellos.

—No, estoy algo nervioso —admitió con una leve risa.

—¿De qué?

—Pues hace casi tres años que no vengo y no sé nada de nadie más que de mis papás, y ellos tampoco saben que estoy aquí —dijo mirando el techo—. Es un nerviosismo mezclado con emoción. Hay algo en mí que no puede esperar a ver a todos.

—Por supuesto, bebé, es normal después de no verlos en tanto tiempo —susurró sonriendo con dulzura—. ¿Te gustaría ir primero a casa de tus papás para darle la sorpresa?

—¿Tendrías problema con ello?

—Por supuesto que no, bebé, tú decides —lo tranquilizó—. ¿Quieres que nos preparemos para ir cuanto antes?

—Pero estás cansado y... —el alto lo interrumpió.

—Bebé, yo sí pude dormir un poco en el vuelo. Ya tendremos tiempo para dormir, ahora vamos a levantarnos y darnos una ducha para vernos más presentables, ¿te parece? —preguntó dulcemente y Kyungsoo casi se derritió ahí mismo por lo dulce que era Chanyeol.

—Te amo —susurró en los labios del alto y lo besó sonriendo.

—Yo a tí —susurró con una enorme sonrisa, se levantó de la cama, tomó a Kyungsoo en sus brazos y lo llevó al baño.

Tomaron una ducha juntos, pues no querían perder más tiempo. No era la primera vez que lo hacían, incluso ya habían tenido relaciones, pero siempre se sonrojaban al principio, para después reír y terminar de lavarse juntos.

—¿Viste a mis papás antes de irte? —preguntó Kyungsoo en el taxi camino a casa de sus padres.

—Obviamente. No podía irme sin despedirme después de que han hecho tanto por mí. Además, les prometí que no regresaría aquí sin haberte encontrado —dijo mirándolo con una sonrisa y Kyungsoo sonrió también.

Debido a que el hotel en el que se hospedaban no quedaba muy lejos de la casa de los Doh, llegaron en menos de quince minutos. Pagaron el taxi y bajaron para tocar el timbre de la casa.

El corazón de Kyungsoo latía emocionado y nervioso al mismo tiempo, se sentía ansioso de ver a sus padres después de tanto tiempo y no cabía de la felicidad que sentía al saber que al fin podría volver a verlos.

—Oh, ¡Chanyeolie! —saludó la señora Doh, emocionada, y lo abrazó—. No sabía que vendrías para navidad, qué alegría verte.

—Minseok hyung me dijo que no podía dejar de venir —explicó—. También me alegra mucho verla, señora Doh, aunque le traje una sorpresa que sé que le alegrará aún más.