1.- Si Fueras Tú

1. Conozco a un emo miedoso.

Ese ser humano despreciablemente adorable va a matarme uno de estos días. Es tan misterioso que nunca sé lo que hará después, pero como ya saben...

 
 
 
Perdón, creo que me estoy adelantando mucho.

Hola, me llamo Joaquín. No hay mucho para decir, solo soy un ordinario chico de 16 años:

Vivo con mis padres y no tengo hermanos. Voy al colegio, estoy en el equipo de futbol y tengo varios amigos. Los mejores son Micaela (la diva) y Agustín (el capitán del equipo de futbol). Es probable que el nerd del grupo sea yo, pero no creo serlo tanto. Créanme, los nerds de aquí son extremadamente... bueno, entienden.

Y es simplemente eso. Vivo mi vida, me gusta y soy feliz.

Bueno, ya son las 8:15... y estoy tarde para el colegio. Genial.

No sé cómo, pero llegué al colegio en 5 minutos. Mica estaba tratando de hacerme tiempo con el profe (es la mejor para eso).

Y bueno, pasó un día como cualquiera. Hace una semana más o menos comenzó el nuevo año escolar.

Toda esa semana pasó como cualquiera.

La semana siguiente, de nuevo, estuve tarde para las clases.

El profesor no estaba todavía, para mi suerte, pero había pasado algo muy extraño.

Mi asiento en una esquina del salón estaba ocupado por un chico que nunca en mi vida había visto. Estaba con la cabeza agachada, y solo alcanzaba a verle el cabello negro despeinado. Parecía un emo.

-Ejm... ¿Joaco?- Se acercó Mica.

-¿Quién es?- pregunté apuntando al chico. Noté que toda su ropa era oscura.

-No sabemos. Ya estaba ahí sentado cuando llegamos y no quiere hablarnos. Es algo extraño.

-Tal vez es un chico nuevo- Supuse- Le diré que vaya sentarse a otro lado.

Comencé a caminar hacia la esquina del salón.

-Hola- Dije.

No obtuve respuesta, el chico seguía con la cabeza agachada.

-Me llamo Joaquín- Volví a intentar.

El chico ni se movió.

-Quería decirte que ese es mi asiento- Dije tranquilo.

Él movió su cabeza al otro lado, como si se estuviera escondiendo. Me pareció extraño.

-¿Te sientes bien?- Dije tocando su hombro.

El chico se asustó por el contacto. Levantó su cara, lo suficiente para que mi mirada se cruce con la suya. Definitivamente no es un emo.

Al observar sus ojos castaños pude sentir un sentimiento extraño. Sentí su miedo. ¿Por qué me tiene miedo?

-Ejm... No te preocupes- Dije retrocediendo tratando de sonreirle- Me sentaré en otro lugar- Me dí la vuelta, pero un momento antes, podría jurar que su mirada se iluminó.

-¿Y bien?- Preguntó Mica.

-Me sentaré en otro lado- Respondí suave.

-¿Quién es, Joaco?- Preguntó Agus.

-No sé... Pero tiene miedo de estar aquí.

-¿A qué te refieres?- Preguntó Mica.

-¡Buenos días, clase!- Saludó el entusiasta de mi profesor de Literatura entrando al salón.

-Les explico luego- Respondí a mis amigos, y me dirigí a la otra esquina del salón, donde por suerte había un asiento vacío.

Por si tienen la duda, me gusta sentarme en las esquinas porque desde allí puedo ver bien a todo el salón, no tengo muchas interrupciones y el profesor casi no me ve. Es el mejor lugar.

-Bien, espero que hayan hecho su investigación...- Comenzó a decir el profesor.

No estaba atendiendo a la clase. Lo único que lo que podía pensar era en aquel pobre chico. ¿Quién es y por qué tiene miedo?

En ese momento me prometí que haría lo necesario por descubrirlo.