Debo admitir que me tomó un poquito de tiempo asimilar todo lo que leí, y me tomó otro poquito más pensar cómo hablar con Leo sobre ello. No sé cómo hacerlo sin ponerme nervioso ni incomodarlo ni terminar como un idiota. Hablé con Agus y con Mica para que ellos puedan aconsejarme... si es que "ir a hablarle directamente y luego irme" es un consejo válido.
Varios días después, por fin decidí ir a hablarle.
-Hola, Leo- saludé al chico en el recreo.
-Hola, Joaco.
Él solía sentarse en el lugar de las mesas para leer un libro, o a veces se sentaba en el suelo apoyado en la pared, también para leer. Esta vez estaba en el suelo, así que me senté a su lado.
-Hey, quiero preguntarte algo- comencé.
Él dudó un momento, cerró su libro, respiró profundo y habló.
-Sobre mis padres.
Bien, este chico es psíquico o algo. ¿Cómo sabía él que yo quería hablar de sus padres?
-No...- Mentí- Sí, está bien, sobre tus padres. ¿Cómo sabes que era eso?
-Supuse que era esa parte.
-Pues sí, es esa parte.
Él miraba hacia adelante con la mirada perdida. Yo lo estaba observando en silencio. No sabía qué decir.
-Fue duro- Dijo él, al cabo de varios segundos.
-Seguro que sí. Debió ser muy feo para tí.
Sé que puede parecer que yo no me muestro compasivo con él. Y eso es porque no pretendo mostrarle compasión.
Él asintió con la cabeza y luego la agachó.
-No lo resistí.
-Leo, sé que no lo resististe. Sé que te sentiste extremadamente mal y que pensaste que tu mundo se derrumbaría.
Se quedó en silencio y supuse que no diría algo más, así que aproveché para seguir.
-También sé que lo único que tú quieres es tener tu propio espacio, pero también quieres saber que tienes a alguien en quien apoyarte.
Él asintió y me miró con cautela.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque, Leo... Mi padre murió también en un accidente cuando yo tenía 10 años. La gente se mostraba compasiva conmigo, pero eso solo me hacía sentir peor. Yo quería estar sólo. No necesitaba a nadie diciéndome que lo lamentaba. No se siente bien. Simplemente quería saber que alguien iba a escucharme y, cuando yo quisiera, podía hablarle con confianza, sin presiones.
Ahora me miró directamente y pude observar cómo una lágrima se deslizaba por su mejilla.
-Oye, no llores, tranquilo- Dije limpiando esa gota- Te prometí que nunca más dejaría que llores por tristeza.
Él se quedó en silencio, dejando que mis dedos rozaran su delicada mejilla.
-No es por tristeza- Murmuró.
-¿Qué?
-No lloro por tristeza- Dijo con más seguridad.
Lo miré un momento, entre confundido y feliz.
-Es de felicidad- Explicó- y tranquilidad.
Volví a quedarme un momento, pensando qué decirle.
-¿Por qué estás feliz?
Dudó unos segundos.
-Porque estás tú.
-¿Yo te hago feliz?
Él intentó esbozar una pequeña sonrisa. Tomé eso como un "sí"
-Sigue leyendo- Dijo, luego de un momento- Se acerca el final.
Se levantó y se fue al salón, dejándome ahí sorprendido, pensando qué demonios acababa de pasar.
Se acerca el final...
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1.- Si Fueras Tú
Roman d'amour《Siempre quise conocer una persona que me quiera y me valore... y si fueras tú, sería lo mejor que podría pasarme.》 Definitivamente, las palabras más intensas que me dijeron jamás.