20. Pablo es un estúpido.

82 4 2
                                    

Pocos días después volví a leer el libro.

Me había quedado en la muerte de los padres de Fred. Sigamos.

La hermana de Fred logró solucionar los problemas con el viaje y pudo llegar al entierro de sus padres. Por desgracia, eso significaba dejar a Fred solo con su niñera, de nuevo.

Pablo, el novio de Fred, fue el primero en enterarse del fallecimiento. Apoyó a Fred un poco, estuvo con él algunos días y estuvo bien.

Pasó un mes desde la muerte y la vida de Fred fue decayendo. Él se sentía cada día peor y apenas hablaba con sus amigos o con Pablo.

En los últimos meses del año, Fred fue al colegio como cualquier día, sin ganas de hacer nada. Al llegar nadie le habló, lo cual no era exactamente diferente, pero sí era extraño que ni sus amigos lo hayan hecho.

Él intentó acercarse a Pablo, pero este se alejaba y no quería acercarse mucho a Fred.

"Perdón, Fred. Estoy demasiado ocupado hoy", "Necesito irme, hablaremos luego, ¿OK?" Eran sus excusas. Finalmente, Fred se rindió de intentar hablarle.

Al día siguiente ocurrió lo mismo, Pablo se alejaba de Fred sin más.

Hizo eso durante una semana, hasta que Fred pensó que tal vez Pablo quería terminar con él.

Fred se armó de valor y fue a preguntar qué le ocurre a su novio. Al inicio él trataba de dar excusas, parecidas a las que dijo toda la semana, pero Fred insistió.

Y no debió haber insistido.

Pablo de repente explotó. Dijo cosas realmente horribles a Fred. Cosas que él no se merecía.

"Eres un bicho raro, Fred. No tienes amigos y no tienes familia. ¿Por qué sigues aquí si sabes que vas a sufrir? Además, eres un estúpido maricón. Nunca vas a encontrar a una persona que te ame, Fred, ¿sabías? No entiendo cómo fuiste tan tonto para creer que yo te amaba." Fue lo que dijo Pablo.

"¿Qué te pasa, Pablo?" Fue lo único que dijo Fred, al borde de las lágrimas.

Pablo señaló a sus otros 3 amigos, que observaban la escena. "Míralos, Fred. ¿Por qué crees que casi nunca te hablan? ¿Nunca te pusiste a pensar que ellos en realidad quieren alejarse de tí? Pues, eso es lo que quieren. No les gusta estar contigo, porque eres un degenerado rarito. Y a mí tampoco me gusta estar contigo. Mejor vete, Fred. Nadie aquí quiere volver a tenerte cerca, ¿me entendiste?"

Fred simplemente salió llorando de ahí, escuchando risas, burlas e insultos de los otros chicos. Estaba destrozado. Completamente destrozado.

Llegó a su casa y preparó una maleta y una mochila con pocas mudas de ropa y sus posesiones más preciadas: Dos libros de cuerina en blanco, que pertenecieron a su abuelo, un gran escritor; algunos objetos de valor monetario y nada más.

Se dirigió a la oficina de sus padres que había en su casa para buscar otros objetos de gran valor y dinero. Mientras rebuscaba entre los cajones, encontró el testamento de sus padres. Era algo increíble.

Fred había heredado una propiedad en esa ciudad, además de una incalculable suma de dinero. La hoja de papel estaba firmada por sus padres y dos abogados, por lo que era legalmente válida.

Él encontró dinero y objetos de valor y, junto con el testamento, los metió en su mochila y salió de la casa.

Compró un boleto de taxi y simplemente escapó de esa ciudad. Nunca más volvería allí.

Ese 27 de Noviembre, el mismísimo día del cumpleaños 16 de Fred, su vida se destruyó completamente.

Bien, debo admitir que tal vez he derramado unas pocas lágrimas mientras leía. Realmente me siento muy mal por Leo. No sé si a él le habría ocurrido exactamente lo mismo que a Fred, pero tendría sentido que haya sido así. Leo es un chico muy triste y muy vacío. Tiene miedo que la gente le haga daño, porque cada persona que conoció le hizo daño. Mucho daño.

¿Hace cuánto tiempo habrá sido la última vez que Leo esbozó una sonrisa grande y completa?

Necesito tiempo para pensar todo esto. Mucho tiempo.

1.- Si Fueras TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora