16🌀

492 67 9
                                    

Su cuerpo había sido víctima de un trato tan diferente a otras veces, tan bestial y sin un apice de delicadeza. Tan siniestro. Tan frío, y sin embargo, tan pasional al mismo tiempo.

No necesita verse en un espejo para saber que toda su piel está llena de marcas, producto de las caricias de la noche pasada. Estaba lleno de moretones, mordidas y chupones por donde se mirara. Todo él, olía a su agresor. Era como si aquel olor se hubiera adueñado de su ser. Ya incluso había perdido su escencia.

Con gran pesar llega al cuarto de baño, y no lo hace solo puesto que TJ lo acompaña. Cyrus no posee fuerzas para nada, por lo que lo ayuda a ducharse, aseando cada parte de su cuerpo, tocándolo como se le viene en gana, besándolo, susurrándole palabras que jamás deseó oír.

Con calma lo viste y lo lleva a la cocina de su hogar para que puedan desayunar después de tan agotadora noche, siendo sincero no había dormido nada, porqué el poco tiempo que había estado sin poner sus garras en su víctima, no había hecho más que observarlo, porque esta vez no huiria de él.

—Abre la boca—le ordenó, para darle de probar el desayuno que había preparado para él.

Era evidente que no deseaba cooperar, por lo que con una fria mirada, que caló hasta lo más profundo de su ser, abrió su boca, y mientras la comida ya estaba en su boca, una lágrima cayó por sus mejillas.

El basquetbolista la ignoró y continuó dándole de desayunar.

De un momento a otro, Cyrus posó una de sus manos sobre el brazo derecho de TJ.

—¿Por qué me haces esto? Yo, hice lo que querías. Fui normal.

Por tanto, debía dejarlo ser. Pero en lugar de aquello lo estaba oprimiendo como lo haría cualquier demonio. Porque podría profesar una y mil veces la palabra de Dios, pero todo él era mucho más similar a un Demonio.

—No te engañes, no caigas en absurdos. Tú no tienes salvación, de una u otra manera arderas en las llamas del mismo infierno.

Pecador una vez, pecador para toda la vida. No tenía salida.

—Dejáme en paz, por favor.

Thelonius, le sonrió y posteriormente lo hizo hincarse ante él habiendo antes, lamido su angelical rostro.

—Intentar ir contra tu naturaleza es también un gran pecado—lo tomó de los cabellos y los jaló hacia atrás—eres imperfección absoluta; no naciste para dar sino para recibir. Naciste para ocupar el lugar de una mujer.

Por ende, su única función era abrirse de piernas y complacer a quien se lo pidiera.

Puta una vez, puta para toda la vida.

—Estàs enfermo.

Era un demente delirando libremente y teniendo el poder para hacerlo.

—Eres mío—le dijo—todo tú me perteneces y más te vale asumirlo de una vez o te va a pesar.

¿Suyo? ¡No! ¡No! Su vida no podía terminar siendo sometido eternamente por alguien así. No merecía tal tortura. Juraba que no.

Horrorizado ante aquella idea, observa su mano, la misma que posee un hilo rojo que lo une, una vez más, a quien no debería.
Lo debe cortar, lo quiere cortar, sabe que debe cortarlo, pero sus efectos son demasiado fuertes, demasiado imponentes y no puede contra ellos, puesto que estos lo dominan. 

Incluso la primera vez que lo corto, fue porque el hilo se debilitó sin control cuando TJ se negó a ser suyo, y dado que el hilo buscaba el amor mutuo, entonces estuvo en condiciones de poder separarse de una vez por todas del basquetbolista, pero ahora que se había vuelto a unir a él estaba como al principio: sin salida.
.
.
 
¡Nuevo One-shot Tyrus!

Inspiración
Resumen: Cyrus ayudará a TJ a encontrar toda inspiración pérdida.
Ya está disponible en mi perfil.
Gracias por leer.


Hilo rojo |Tyrus|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora