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Gustabo quedo flipando en el momento que le llego aquel mensaje al móvil, más bien, era normal lo que contenía el mensaje, lo raro era quien lo envió.

"Por favor cuídense."

⎯Me estas jodiendo ⎯Soltó Horacio, pues enserio no creía aquel mensaje.
⎯El super intendente no nos escribiría eso jamás.

⎯No te estoy jodiendo Horacio, si lo hizo, tampoco me lo creo ⎯Le mostró el mensaje dejando boquiabierto a el menor.

⎯Vamos a verlo ⎯Dicho eso por parte de Horacio, comenzaron a conducir camino a la casa de el super intendente, pues enserio se les hacia raro recibir un mensaje así de el, ya que jamás mostraba preocupación hacia ellos.

Siempre, pero siempre, Conway mostraba desinterés hacia ellos, los hacia creer que eran basura, que no eran nada en el cuerpo y que nisiquiera los necesitaba, por aquella razón dejo a ambos hombres desorientados y bastante confundidos.
Gustabo le escribió a el Super, pidiendo la dirección de su casa, pero recibió un "No te daré mi dirección, gilipollas", a lo cuál Gustabo solto un suspiro e insistió, hasta que por fin la recibió.
Comento aquello con Horacio, el cual comenzo a conducir a la casa de el "abuelo" ya que así lo llamaban, pero al llegar jamás esperaron verlo de esa forma, sobre el puto tejado de la casa con un rostro deprimido.

⎯¿Que mierda hace Conway? ⎯Grito Horacio, haciendo despertar a ese hombre de su trance.

El no contestó, no dijo nada, estaba hecho trizas, en su rostro se veía lo mal que estaba, lo que estos amigos hicieron fue subir a verlo.
Gustabo iba a joderle, como de costumbre, pero al ver la cara de Conway se quedo en silencio, al parecer podia ver aquello que el hombre sentía, eso hizo que el corazón de Gustabo se oprimiera ligeramente.

⎯El... ⎯Fue lo que salió de los labios de Jack rompiendo el silencio. ⎯El se molestó por que jamás lo abracé y... ⎯Se quedo en silencio.

De inmediato Gustabo se dio cuenta de quien hablaba, aquel hombre con el cual jamás cruzaron más de un saludo, ¿acaso ese hombre estaba...

⎯Muerto... ahora el imbecil esta muerto y jamás le dije lo bien que hizo su trabajo ⎯Ni Horacio, ni Gustabo creían lo que veían, a Jack mostrando sus sentimientos, a Jack dejando de ser un hijo de puta.

Los minutos pasaron y ninguno de esos hombres que estaban en el tejado hablo, al parecer no se necesitaba hablar, simplemente había silencio, Jack necesitaba compañía y no se la podia pedir a Volkov, ya que se encontraba igual que el o hasta peor por la perdida de su compañero.
Entonces se escucho un fuerte suspiro, haciendo que Conway mirara quien suspiro, era Gustabo.

⎯Quizás usted no confíe en nosotros, quizás solo necesita compañia, pero Conway, juro por dios que estaré a su lado en las altas y en las bajas.

⎯Mira Gustabo ⎯Dijo Conway sorprendiendo a ambos chicos ya que no esperaban una respuesta de su parte ⎯Yo no necesito que este "ahí" lo que yo necesitó, es que te tomes en serio el estar en el cuerpo, por que en el momento que entras, llevas una puta bala en tu frente, necesitó que confíes en tus compañeros, que estes hasta dispuesto ha dar la vida, que te comprometas, coño.

⎯Yo, estoy más que comprometido ⎯Dijo el de chaqueta roja.

⎯Yo también, Super intendente ⎯Afirmo el de la inusual cresta.

⎯Este no es un jodido juego, esto no es hacer gilipolleces y reirse de todo, no es hacer el capullo, esto es dar tu puta vida para que esta maldita ciudad sea mejor, para limpiar un poco este maldito mundo lleno de mierda, todos tenemos una puta bala en la frente que en cualquier momento impactara, ¿Entendido?  ⎯Su seriedad había vuelto, ya no se le veía de aquella forma, tan destrozado, aunque tampoco como el Conway normal.

⎯Yo haré lo posible, por que su bala tarde en llegar y si es necesario, que llegue a mi y no a usted ⎯Por alguna razón Gustabo había dicho eso sin pensarlo.

Jack sonrió levemente al oir aquello, pensar que alguien esta dispuesto a dar su vida por el, lo hizo sentir especial, hizo sentir que valía algo en su miserable vida, pero luego entro en razón, estaba hablando de una vida, algo que el no permitiría, no permitiría que una vida se desperdiciara por el.
Conway bajo de aquel tejado, siendo seguido por los dos "Hermanos" o amigos.

⎯Mañana comienza su puto entrenamiento, capullos, los quiero lo más temprano en comisaria, con ropa ligera, princesas

⎯Entendido ⎯Repitieron ambos hombres.

⎯Ahora largense de aquí

⎯Usted... ¿quedara solo? ⎯Pregunto preocupado Gustabo, no le hacia gracia que estuviera solo luego de verlo así de deprimido.

⎯¿A que le temes Gustabo? No soy un suicida ⎯Conway no tenía un pelo de tonto y se daba cuenta de lo que aquel chico quería decir ⎯Ahora pueden irse, mañana sudaran sangre.

Horacio asintió y caminó a el auto, sin darse cuenta que Gustabo se quedo parado con una mirada de preocupación hacía Conway.

⎯¿No oíste lo que dije, capullo?

⎯Te oi perfectamente, Conway.

⎯No soy tu puto compañero de copas para que me respondas de esa forma, soy tu maldito superior.

⎯Mire, no quiero faltarle el respeto, ni mucho menor, asique seré claro, cuídese. ⎯Eso desconcertó a Conway, más bien lo sorprendió.

⎯¿Que estas queriendo decir mariconetti?

⎯Que por alguna razón no me gusta verlo de esta maner-... ⎯Gustabo fue callado por el grito de Horacio.

⎯¡Gustabo! ¡Ya vámonos!

Gustabo suspiró y se dio la vuelta sin mirar a su superior, subió a aquel auto que se dirigía a el departamento de Horario, formarían ahí esa noche, ya que Gustabo no tenía donde quedarse, Al llegar ambos subieron a aquel departamento riendo, haciendo bromas y molestandose, pero el menor se quedo en silencio y avergonzado cuando por el pasillo se encontró a Volkov.

⎯Hola Volk-... ⎯Horacio fue interrumpido por una obscura mirada, Volkov no se encontraba bien.

⎯Hoy no... por favor hoy no estoy de humor ⎯Dijo el comisario entrando a su departamento dejando a aquel chico con el corazón en la garganta y bastante dolorido, ¿Acaso era una molestia para el?.

Gustabo hizo una mueca tomando de la mano a su amigo entrando ambos a aquel departamento, ya que mañana tendrían entrenamiento con Conway.
Y Gustabo se dio cuenta de que ese hombre se metió en sus pensamientos sin pedirlo.

𝐺𝑖𝑙𝑖𝑝𝑜𝑙𝑙𝑎𝑠 - 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑎𝑏𝑜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora