𝐺𝑖𝑙𝑖𝑝𝑜𝑙𝑙𝑎𝑠 - 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑎𝑏𝑜

12

Gustabo miraba a su superior de forma disimulada, mientras este caminaba de un lado a otro por comisaría dando ordenes y ordenando a la maya. Los ojos de el menor brillaban de una forma inexplicable, como si buscaran hacer feliz a los demás, aunque después de todo igual habia un leve miedo, miedo a ser rechazado por aquel inestable e impotente hombre.

⎯¿Han entendido nenazas? ⎯Grito con aquella potente voz.

"10-04" se escuchó por parte de toda la maya menos de Gustabo, el cual se encontraba completamente perdido, Jack no paso aquello por alto.

⎯Asique Gustabin no tiene las ganas de hablar, ¡Toda la puta maya a trabajar! Y tú Gustabo en quince minutos exactos en mi oficina para que hables todo lo que te salga de los cojones. ⎯Gustabo oía a Jack con atención y miedo, nisiquiera sabía como se metió en ello.

Horacio que permanecía junto a Gustabo paso una de sus manos por el rubio cabello de su amigo.

⎯¿Estas bien?

⎯Claro que estoy bien, es solo que... creo que se lo diré a Jack ⎯Hablo en voz baja.

Ayer la conversación con Horacio le dio la valentía suficiente como para llegar frente a Jack Conway y decirle aquello que sentía.
No había que temer, después de todo ya se habían besado, acariciado, se notaba la forma en la que su relación había cambiado, se podía ver en los ojos de Jack el apreció que le tenía a Gustabo.

Jack en su oficina se encontraba mirando el reloj, quería a Gustabo frente a el, extrañaba el tenerlo en sus brazos, el poder besarlo, pero eso no lo diría, si tan solo se diera cuenta de sus pensamientos en esos momentos se sentiría arrepentido y sentiría como nuevamente aquella herida se volvia a abrir sin ningún tipo de presión, como si estuviera siempre con riesgos de desgarrar nuevamente a Jack y que sin ningún tipo de cirugía seria cerrada.
La puerta fue tocada con suavidad, haciendo que Jack moviera su cabeza levemente mirando de donde venía el sonido, soltando sus palabras.

⎯Pasa, se que eres tú ⎯Luego de aquello Gustabo entró a el lugar.

Jack se acerco a el pequeño cuerpo de Gustabo, el cuál cerro la puerta con sumo cuidado, sintió las suaves manos de sus superior pasar por sus mejillas y cerro los ojos esperando ser besado por este, pero el beso no llegó haciendo que abriera los ojos y se encontrará con el sonriente rostro de su amor no tan platónico.

⎯Te vi distraído en la mañana, ¿Que ocurrió? ⎯Sus manos aún no salían de el rostro de el menor.

⎯Pensaba... en como decirle como me siento.

⎯¿Acaso estas enfermo o te duele algo? ⎯Jack no comprendía a donde iba aquella conversación.

⎯Pf, no ⎯Soltó una risa ⎯Hablo de como tú me haces sentir. ⎯La mirada de Jack se opacó completamente.

⎯No entiendo... ⎯Susurro soltando el agarré que tenía en las mejillas de Gustabo.

⎯Me costó bastante el armarme de valor para decirlo, pero Jack tú me gu- ⎯Sintió como las manos de Conway lo empujaban con fuerza apartandolo.

⎯Superintendente para ti, gilipollas y no, lo que vayas a decir es una mierda total, ¡No! ¡No Gustabo! ⎯Se quito sus gafas tirandolas al piso ⎯¡Amo a Julia! ¿Me estas escuchando, anormal?

El cuerpo de Gustabo se puso rígido, estaba seguro de que no sería rechazado por Jack, en ese momento su valentía no servía de nada, hirió tanto a Jack como a el, sobre todo por creer que Jack que quería de aquella forma. Pero no entendía el por que, si se confiaban de una forma que nunca nadie confiaría, Gustabo no dejaba de pensar en el por que Conway era asi, lo besaba, lo buscaba, lo quería cerca y ahora salía con esto.
Gustabo estaba enamorado, Jack estaba negando todo escondido en una etapa que no ha sido capaz de cerrar.(...)

⎯¡Aparta hijo de puta! ⎯Se escuchó el grito de Gustabo por toda la comisaría, había salido de la oficina de Jack Conway evitando llorar, pero cuando se disponía a salir un civil le choco con brusquedad y este no dudo en apartarlo de manera brusca.

Sus pasos iban algo débiles mientras desesperado buscaba las llaves de su auto, quería irse de una buena vez de el lugar y desaparecer de la tierra, que nadie le viera el rostro, menos ver el rostro de el hombre que pensó querer.