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Gustabo se encontraba en la sala de espera de el hospital de Los Santos, Jack Conway estaba a unos metros de el.
Habían pasado unos días luego de ese incidente o más bien de aquel beso que fue dado por Gustabo y correspondido por Conway.
Las cosas no cambiaron, simplemente siguieron con aquella relación jefe empleado de gritos, porrazos, etc.
Ninguno había vuelto a sacar el tema, no sentían incomodidad, pero ahora estar solos en una sala de espera en el hospital para saber el bienestar de Horacio era inquietante, Gustabo trataba de no hablar y no llamar la atención de su jefe, mientras Conway no lo miraba a los ojos, ya que sabía que era una tentación el simple hecho de estar parado junto a el.
De la mente de Jack no salia el recuerdo de Gustabo tomándolo por su corbata y diciéndole todas esas cosas que removieron su pecho casi apagado.

⎯Joder... ⎯Susurro Gustabo rompiendo el silencio, llevaban la mañana entera esperando información de su mejor amigo y no había nada.

⎯¿Crees que yo no estoy aburrido? ⎯Interrogó Conway elevando una ceja.

⎯¿Quiere un café, abuelo?

⎯Abuelo tú puto padre y si coño, vamos a por un café.

Dicho eso ambos caminaron a aquel local que estaba dentro de el hospital, donde vendían comida sana y cosas para beber.
Ninguno se miraba a los ojos, ni un poco, luego de ese besó Gustabo salió de el despacho de Jack, sin decirle nada, dejando a su jefe en una posición de superación hacía su esposa fallecida, al día siguiente no se evitaron, en ningún momento lo hicieron, siguieron normalmente pero con un deseo mayor de volver a besarse.
Ahora Jack Conway se encontraba bebiendo de su café, mientras Gustabo solo miraba el de el, yendo como al descompas de su acompañante.

⎯Tú noviecita es muy frágil ⎯Comentó Conway refiriéndose a Horacio.

⎯Primero, Horacio es mi mejor amigo, como mi hermano y se supone que debo estar para el y cuidarlo, pero no, estaba hablando con Segismundo ⎯Aquello captó la atención de Jack.

⎯Tienes prohibido hablar con ese chico ⎯Gustabo soltó una sonora risa.

⎯No por que en un momento de debilidad humana lo haya besado en su despachó le da derecho a prohibirme con quien puedo o no hablar, no es nada mío.

⎯Dios santo, tú si eres un gilipollas, Segismundo esta en busqueda y captura, se irá a perpetua, a comer barrotes y como tú jefe tienes la orden de arrestarlo si lo ves por alguna casualidad y de dejar de hablarle como amigo ⎯La seriedad se notaba en aquel hombre.

Gustabo sintió puntadas en su pecho, aquel chico lo recibió con aprecio y cariño en la ciudad, les dio ayuda, les dio un lugar en su vida, les dio tanto cariño que fue casi imposible no devolverle aquello, ahora que se enteraba de eso se desfallece.

⎯Iré al baño ⎯Comentó Gustabo comenzando a caminar.

Se encerró en un cubículo, tomo su celular con desesperación marcando a su amigo gallego rogando por que le contestara, necesitaba una explicación, necesitaba saber que estaba pasando y el por que a pesar de estar en búsqueda y captura se arriesgaba pasando por comisaría para verlo tan tranquilamente.

⎯Hola Gustabo ⎯Hizo énfasis en la "o" ⎯¿Que pasa, bello? ¿Ya salió Horacio? Me estoy estacionando en el hospital para ir a verl- ⎯Gustabo corto sus palabras con un "No".

⎯¡No! Largate Segismundo, si el Super te ve acá te iras a perpetua.

⎯¿Como que el Superimpotente esta en acá?

⎯Joder, explícame, ¿Que sucedio, hombre?

Se escuchó ligeramente una puerta abrirse, tan lento, con tanto cuidado y precaución que Gustabo no le dio la suficiente atención, solo ignoró aquello sin notarlo, ya que estaba más concentrado en saber el por que uno de sus amigos más apreciados se ira a la federal.

⎯Mira hombre, que yo debó demasiado dinero en multas, no tengo la pasta y apuñale a alguien por la calle, Conway me vio y ya me tiene manía ⎯Se escuchó el susurro de el gallego. ⎯Aparte robe un badulaque, me atraparon Gustabo, se acabó para mi, un mal paso y me voy a federal, te extrañare hombre, a ti y a Horacio.

Gustabo se quedo en silencio apoyado de la pared de aquel cubículo, no sabia que responderle a su amigo, solo quería volver unas semanas atrás y haber pasado más tiempo con el, estaba levemente arrepentido de no haberle dado más atención.

⎯Segis... también te quiero ⎯Colgó la llamada.

Paso sus manos por su cabello, "la vida seguía", odiaba eso de el, que si alguien se iba o moría el solo pensaba en que la vida seguía y no debía preocuparse por aquella persona, que no era su problema, que a pesar de dolerle igual mostraba desinterés, era una forma muy rara de reaccionar, pero era característica de Gustabo.
Abrió lentamente el cubículo de el baño con la mirada baja, en el momento que la levanto se topo el espejo frente a el, notando su reflejo, notando su cabello rubio, ojos azules y su impecable uniforme de policia, pero no le prestó atención a aquello, a lo que le presto atención fue a el reflejo de el hombre serio, con corbata y leves canas en su cabello oscuro, el cuál llevaba escuchando la conversación.

⎯Tú no entiendes Gustabo, cuando yo ordenó tú dices si y en silencio obedeces, pero te ordené algo y me desobedeciste al segundo. ⎯Conway se encontraba apoyado en la pared, con sus brazos cruzados, mirando por el espejo a Gustabo.

⎯Sólo me despedí.

⎯En ningún momento oí un Adiós o un No volvamos a hablar ⎯Elevó una ceja como retando a Gustabo a contestarle.

Se encontraba confuso, se encontraba de una forma inefable, y Jack le hablaba de esa forma, Gustabo exploto: ⎯No comprende, no entiende que el fue el único que me ayudo a mi y a Horacio, usted nisiquiera sabe lo que es tener cercanía con alguien, solo es un viejo antipático, desagradable de el cual todos buscan esconderse ⎯Lo dijo de forma calmada, pero cargado de rabia y recelo.

𝐺𝑖𝑙𝑖𝑝𝑜𝑙𝑙𝑎𝑠 - 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑎𝑏𝑜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora