𝐺𝑖𝑙𝑖𝑝𝑜𝑙𝑙𝑎𝑠 - 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑎𝑏𝑜

05

Había pasado toda la noche en la playa bebiendo, al final apenas cruzo palabras con Segismundo, el solo quería beber y olvidar por un segundo que estaba en el CNP, ya que era algo que dejo de llamarle la atención, igual que un niño cuando ese juguete deseado ya es comprado y utilizado.
El sol salió, haciendo que Gustabo abriera de a poco los ojos y sintiera la arena en su rostro, también en sus brazos, tenía un dolor de cabeza que no podía describir.
Miro al lado encontrándose a Segismundo dormido, suspiro y busco su celular en sus carteras para ver la hora, pero su celular no prendía, al parecer se acabo la bateria.

⎯Joder, ¡Segis, despierta! ⎯Grito este sobre saltando a el menor.

⎯Mierda ⎯Dijo el gallego alargando la "a" mientras pronunciaba.

⎯Dime la hora por favor ⎯Paso sus manos por su rostro quitando la arena e intentando quitar la concentración en su dolor de cabeza.

⎯07:49 am, ¿Por que preguntas?

⎯Mierda que voy tarde ⎯Grito Gustabo haciendo que el gallego suspirara, igual tenía resaca.

Gustabo corrió a su coche y subió esperando a que el gallego hiciera lo mismo, Segis subió igualmente, apoyando su cabeza con cuidado en el asiento intentando descansar.
Gustabo entraba a servicio a las 06:00, es decir que iba jodidamente tarde y Jack Conway le daría con la maldita porra, a decir verdad el no tenía ganas de cruzarse con el viejo.
Llevo a su amigo a su destino.

⎯Bien, baja, me llamas mañana para saber como estas ⎯Dijo Gustabo sin mirar a Segis, sono frio. ⎯No me malentiendas, pero voy tarde y Conway no es alguien amigable.

Segismundo se despidió y bajo, Gustabo se fue rápido y aparcó casi chocando llamando la atención de algunos civiles que andaban a esas horas.
Al entrar lo primero que vio fue a Jack.

⎯Llegas tarde ⎯Dijo su superior.

⎯Lo sé, tuve un percance.

⎯¿Y tu amiguito de la cresta? ⎯Conway no estaba con los cojones católicos.

⎯Verdad ⎯Gustabo le dio aquel papel médico. ⎯Ahora apartese y deje que me cambie.

Conway quería molerlo a palos.

⎯A mi puta oficina cuando te cambies.

El de chaqueta roja suspiro, estaba cansado, con un puto dolor de cabeza que no tenía descripcion, quería irse de una vez a casa o tomarse su hora libre para poder dormir un poco.
Entró a los vestidores, se daría una ducha, por que si, comisaría tenía baños personales en caso de necesitarlos, tomo sus cosas para entrar a aquel baño personal.
Terminó aún sintiendo un dolor de cabeza, menos intenso, pero de todas formas era bastante fuerte, se secó el cuerpo con cuidado, miro su ropa de trabajo y procedió a cambiarse, buscó su teléfono en sus bolsillos, bufó, no tenía batería y sentía la necesidad de llamar a Horacio.
A pesar de que la ducha fue corta y más que nada para sacar el olor a alcohol, le ayudo bastante a despertar de aquel trance, habían bebido demasiado y tragos muy fuertes.
No tardo en aparecer por la oficina de Jack Conway, el cual lo miraba, como deduciendo y analizando la forma en la que el menor caminaba, respiraba, pestañeaba, enrealidad se percato de todo.

⎯¿Acaso tengo cara de imbecil? ⎯Preguntó Conway, observando la forma deplorable que estaba Gustabo.

⎯Cada cual tiene su cara ⎯Comentó el chico rubio intentando no reír.

⎯Hasta acá llega tu peste a alcohol, veo tus putas ojeras, ¿Quien mierda te crees para no contestarme el teléfono en toda la puta mañana?

Gustabo se quedo en silencio, el simple hecho de que Conway se preocupara por el lo ponía feliz.
Jack estuvo pendiente a la llegada de el dúo y al notar que no llegaron a la hora a su trabajo se preocupó, a lo cuál comenzo a llamar a Gustabo, no sabe el por que, quizás miedo de perder a más agentes o el hecho de que se encariño con el dúo tan especial que formaban estos dos chicos inmaduros.
Jack decidió llamar a Horacio, el cual le contesto, explicándole el por que no asistió al trabajo y diciendole que no tenia idea de el por que Gustabo no había llegado si se fue temprano de el hospital.

⎯Responde mariconetti, ¿por que no contestaba? Llame a Horacio, me dijo que estaba en el hospital por un accidente, me dijo que te habias ido temprano, ¡Explícame coño!

⎯¡Joder Jack! ¡Que no es fácil despertar en la puta playa con una resaca de mierda! ⎯Grito Gustabo ya cabreado.

⎯¡Haz tu puto trabajo bien! ⎯Jack se levantó.

Con pasos firmes se acercó a Gustabo, intimidandolo, Jack tenía demasiada autoridad frente a cualquier persona y Gustabo odiaba eso, ya que cada vez que tenia una idea clara llegaba Conway y lo hacía dudar hasta de su existencia, pero esta vez Gustabo se mantendría tan firme como su superior, no se quedaría en silencio con la cabeza baja, esta vez ese hombre no podía reprocharle nada, eran sus horas libres, el sabía lo que hacía.

⎯No me subestimes Gustabo García, no te aguantare más idioteces ⎯Tomo a su contrarío por el cuello de su uniforme mirándolo con un toque de preocupación.

Gustabo poso una de sus manos en la corbata de Jack, sin mirarlo a los ojos, simplemente miraba sus labios, su mandíbula, su cuello, cada vez la vista de Gustabo divagaba más, pensando tantas cosas.

⎯Explíqueme... Por favor, expliqueme el por que... ⎯Gustabo estaba perdido, quería dejarse llevar y no pelear más con ese hombre.

⎯¿De que coño hablas Gustabo? ⎯Conway cada vez aflojaba más su agarré.

⎯¿Por que quiero abrazarle?, ¿Por que me gusta esta cercanía? Yo ha usted lo odiaba Superintendente, no quería verlo ni en pintura, pero ahora hasta borracho aparece en mi cabeza. ⎯Esas palabras dejaron a Conway sin aliento y de a poco solto a Gustabo, el cual aún no apartaba su mano de aquella corbata tan característica.

No sabía lo que quería, pero vaya que sabia que Gustabo era su maldita tentación, sabía que ese chico lo pone de rodillas en el suelo, a pesar de gritarse, a pesar de golpearlo, ese chico rubio tenía el control.
Jack jamás admitiría lo locamente enamorado que se encuentra, tampoco haría algo al respecto, pero Gustabo estaba dispuesto, jalo aquella corbata, juntando sus labios con los de su jefe, era primera vez que se besaban, ambos recordarian eso, nisiquiera importaba que Gustabo tuviera un leve sabor a alcohol en su boca a Jack eso ni le interesó, solo quería continuar con el besó.

Era impresionante la forma en la cual pasaban de gritarse locamente a decirse semejantes cosas dejando descolocado al contrarío.