Había pasado ya una semana y ya había hecho de todo, leer, mirar la tele, escribir alguna tontería, caerme ya que no controlo de todo las muletas...
Prácticamente me pasaba el día sola, Viktor trabajaba todo el día, así que apenas lo veía, y cuando estaba en casa estaba demasiado cansado para hacerme caso.
— ¿Dela?-. Hablando del rey de roma -. ¿Adi?.
— En el salon, pesado -. Elevé la voz para que pudiera escucharme.
— Han querido venir a verte, perdón, he intentado de todo para que no vinieran y te dejaran descansar -. Fijé mi vista en él, se apartó y de repente apareció todo dios. Ivanov, Horacio, Cruz, Diego, Gustabo y por último, Conway.
Enseguida todos,menos Conway, se abalanzaron encima de mi, haciendo que el sofá casi se rompiera, pero siempre vigilando no hacerme daño en la pierna.
Ivanov traía un peluche gigante en forma de oso, junto a una botella de ron, al igual que todos los demás, los cuales también traían botellas de diferente alcohol.
— ¿Sabéis que no puede beber por el medicamento, verdad?-. Enseguida mi hermano se acercó a retirar todas las botellas de mi alrededor.
— Ya, pero nosotros podemos beber por ella -. Ivanov se apresuró a quitarle las botellas a Viktor.
Viktor se negó a darle las botellas, los chicos al ver esto, se apresuraron a ayudar al Búlgaro, todos menos Conway y Horacio. Él último, se sentó a mi lado y me estrechó entre sus brazos.
— Oye, Horacio.
— Mhm...
— ¿A ti aún te gusta mi hermano? -. Mi pregunta le tomó por sorpresa, incluso pude ver como Conway empezó a interesarse por nuestra conversación, será cotilla... -. Si no quieres hablar del tema, no pasa nada.
— No es eso, simplemente esque ahora estoy con el Gringo y me parece una falta de respeto que me ponga a hablar de lo que sentía por el comisario Volkov -. Que hablara en pasado me dolió incluso a mi.
Nuestra conversación fue interrumpida por los cinco chicos, parecía que Ivanov había recuperado su preciado alcohol, colocó todas las botellas en la mesita de cristal que había en medio del salon, y a su lado seis vasos.
Todos ellos empezaron a beber, incluido Conway, yo en cambio, bebía un vaso de zumo de naranja.
Después de charlas sin sentido, de bromas y pullitas, todos estaban más relajados y claro, más borrachos. Gustabo se encontraba bromeando con Cruz y Diego, los cuales, creo que eran los que peor iban. Horacio, Viktor y Conway, estaban bebiendo y hablando de tonterias que decia Horacio. Y por último, Ivanov y yo nos encontrábamos estirados en el sofá, él estaba totalmente estirado y yo me encontraba entre sus piernas y con la cabeza en su estómago.
— Tengo que mear -. Ivanov levantó un poco mi cuerpo y se fue dirección al baño.
— Nosotros vamos un momento a comprar un poco más de zumo de naranja para Adi -. Miré sorprendida a Viktor y Horacio -. No te quejes, encima que te vamos a buscar tu zumito.
— En ningún momento os lo he pedido, guarros -. Mi hermano me miró de una forma que enseguida entendí todo -. Bueno, puede que mejor si, me apetece un poco más de zumo.
Ambos me miraron y sonrieron, enseguida salieron del departamento.
Me fijé que Cruz estaba dormido encima de Gustabo, y Diego estaba dormido encima de Cruz. Me levanté y dando saltitos me acerque a ellos, con cuidado empuje a Cruz y Diego, estos dos cayeron al suelo pero sin hacerse ningún tipo de daño y tampoco se despertaron, enseguida cogí una manta que teníamos en el salón, y la pase por encima de los tres.
— Pareces su madre -. Por primera vez en toda la noche, Conway me dirigió la palabra -. Bueno, y ellos parecen niños pequeños. La verdad, a veces dudo de la edad que dicen tener.
— Por fin te dignas a hablarme, don perfecto -. Volví al sofá dando saltitos -. A la mierda el puto medicamento.
Cogí una de las botellas y la dirigí a mi boca, pero una mano enseguida me lo impidió, miré al dueño de esa mano y lo fulminé con la mirada.
— No puedes mezclar alcohol con pastillas, te puede dar algo -.A continuación le dio un gran trago a la botella -. Por cierto, quería pedirte perdón por como te trate aquel día en comisaría.
— No pasa nada, he aprendido que es mucho mejor que las cosas dejen de afectar me de esa manera tan exagerada y tengo que cambiar un poco mi forma de ser .
— Nunca he dicho eso, al contrario, por nada del mundo me gustaría que cambiaras, eres perfecta tal y como eres -. Lo miré sorprendida por sus palabras, enseguida sus mejillas empezaron a tomar un rojo fuerte -.Perdon, perdon, no queria hacerte sentir incómoda .
— No lo has hecho, tranquilo -. Le regalé una pequeña sonrisa y me estiré, mi cabeza quedó rozando con sus piernas, pero ninguno de los dos se movió .
— Quería decirte algo más.
— Mhm -. Mis ojos empezaban a cerrarse, el sueño empezaba a ganarme.
— Puedes venir a comisaría y pasar el día con nosotros, puede que suene como si fueras una niña pequeña que se tiene que cuidar o algo asi, pero me da pena que estés aquí todo el día tu sola. Además, se que le darás un poco de alegría a mis hombres, son unos sosos de mierda -. Conway levantó mi cabeza y colocó sus piernas debajo, seguidamente empezó a acariciar mi pelo-. Y bueno, así no estarás tan sola y Viktor podrá estar un poco más tranquilo ¿Qué me dices?.
— Me parece genial -. Sonreí y enseguida noté que empezaba a dormirme -. Buenas noches, superdetergente.
— Buenas noches, pesada .
Y así, con Conway acariciando mi cabeza y parte de mi brazo, me quedé totalmente dormida .
(✨).
HEY ME PEOPLE!.
Quería informaros que ya tengo pensada la trama sobre la novela de Greco, tengo que aclarar desde ahora, que esa novela es un muy diferente, creo que incluso sorprenderá o no gustará del todo como quiero hacerla, pero bueno, la verdad me da ilusión escribirla tal y como la tengo pensada.
Gracias, y seguir disfrutando de esta novelita!
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Suspiros llenos de tí. (Jack Conway)
FanfictionElla demasiado descontrolada. Él demasiado jodido. Ella demasiado pasota. Él demasiado frío. Al conocerse ambos se hacen cambiar mutuamente a mejor, pero ninguno de los dos sabe que su historia acabará siendo una historia con demasiado sufrimiento d...