𝖈𝖔𝖒𝖕𝖆𝖘𝖘 ♤ Aidan Gallagher. (EDITANDO)

number twenty two.

Narra Ophelia.

El camino a casa de Jaeden fue bastante agradable, ya que este había reproducido accidentalmente el disco de One Direction.

Acción que quiso arreglar casi de inmediato, cosa que impedí.

- Diablos Lya, que vergüenza. - Dijo mientras miraba hacia delante -.

- Descuida Jae, no tienes de qué avergonzarte - Steal My Girl se escuchaba de fondo - One Direction fue una banda genial. - Dije con algo de nostalgia.

- Espera, ¿tu también los sigues escuchando?

- Casi siempre, me hacen volver en el tiempo. - Sonreí ampliamente.

- Me pasa lo mismo. - Dijo sonriendo de vuelta.

Y así fue como fuimos cantando y riendo el resto del camino hasta llegar a casa de Jaeden.

[...]

- ¡Mamá, ya llegamos! - Exclamó Jaeden mientras entrábamos a su casa.

Mi vista viajo directo a las paredes de la sala adornadas con varios cuadros con un pequeño Jaeden en ellos.

Siempre fue tierno, y la verdad que con los años sólo se ha hecho más guapo.

- ¡Ophelia, querida! - La voz de la madre de Angela interrumpió - Pero si estás preciosa. - Se acercó para abrazarme.

- Señora Angela, ¿cómo ha estado? - Respondí gustosa el abrazo.

- Hace años que no te veía por aquí - Se separó - ven, vamos al comedor cariño.

Voltee a ver a Jaeden, quien me miraba bastante feliz. Haciéndome una seña para que los siguiera.

[...]

Narra Aidan.

Apenas pude comer algo de lo que me habían servido, es que simplemente no podía sacarme a Ophelia de la cabeza.

¿Y si la besa? ¿O si tienen sexo? Primero Finn, y ahora él ¿Acaso todos quieren robar a mi chica? - pensaba inquieto.

- Aidan cariño, apenas has comido bocado de la carne. - Dijo Grace haciendo que volviera a la realidad.

- Oh, lo siento señora Grace, es que no tengo mucha hambre. - Me excusé.

- ¿Estás bien hijo? - Habló ahora mamá - Te noto algo pálido.

- Ehh no, digo sí - Dije algo nevioso - estoy bien mamá, no te preocupes.

- ¿No será por qué Lya no está? - Mamá me sonrió pícara - No me digas que estás celoso. - Todos en la mesa rieron.

- Nada de eso mamá, no estoy celoso. - Respondí serio.

- Awww, está celoso. - Dijo con ternura.

Sólo bufé y rodé los ojos.

¿Podía ser esta noche peor?