Capítulo IX. Silencio.

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— Sí. Lo que sucede es que hay unos problemas y tú eres una buena representación. — explicó Kathya viéndome con una sonrisa— Sólo necesitamos que se mantengan así un mes para que la figura de Dylan se mantenga estable y no baje de Rango, obviamente va haber una recompensa para ti bonita.

— Me niego.— respondí. Mi hermano, al notar mi reacción se acercó a mí lentamente.

— Perdón pequeña no pude hacer nada para evitarlo.

— No te preocupes tú no tienes nada que ver en esto, ni siquiera yo, no sé porque me están metiendo aquí.

— Hazz por favor, es para el bien de todos, de la familia. — habló mi padre.

— Hazzel— corregí a mi padre— quieres decir para su familia, ¿no? porque es claro que nosotros ya no somos una familia. No puedo creer que te hayas puesto del lado de ellos simplemente para no quedar mal tú ante todos. — respire profundo molesta— Nosotros no permanecemos a esta familia, nosotros somos otra familia. Simplemente vivimos aquí porque tú trabajas aquí pero eso no es el hecho de que seamos una familia.

Me dirigí a mi recámara y cerré la puerta con seguro. Como a los diez minutos tocaron la puerta.

— No quiero ver a nadie— grite molesta. De verdad me impresionaba lo que querían hacerme.

— Soy yo, Dylan.

— ¡Mucho menos a ti! ¡Seguro tú tienes que ver con todo esto!

— ¿Me abres Hazzel? Déjame explicarte.

—No lo haré— grité molesta.

— Hazzel, tú me gustas y mucho pero jamás haría algo así para que estuvieses conmigo; no soy un monstro, no quiero que pienses así de mí, yo no quiero obligarte a nada. Y mira. — dijo detrás de la puerta. — Según sólo se hablaría de una relación... Pero mi situación está empeorando. Mi figura en la empresa de mis padres está siendo aplastada. ¿Y quién mejor que tú para ayudarme?

— Dylan. Una relación acepto, pero, ¿Casarme? Solo tengo 16 años Dylan. Eso es imposible.

— No creas que a mí me gusta cariño, yo no quiero obligarte a nada. Mira nos llevaremos bien, te lo prometo, no te obligare a nada.

— No quiero hacerlo. Estas diciendo que no me obligaras a nada pero ¿Si a casarme contigo?

— Hazzel...— En eso escuché la voz de mi padre.

— Dylan, ¿Me dejas hablar a solas con ella?— mi padre abrió la puerta, al parecer los Muller le habían dado una copia de la llave del cuarto.

— Hazz...entiéndeme.

— No papá, no tengo nada que entender. Es claro que quieres quedar bien ante ellos. Y me niego. Tengo 16 años. ¡No puedo casarme!

— No te casaras ahorita... Necesitan que la figura de Dylan suba como antes. Durará tiempo, aparte Dylan es muy apuesto. ¿No te agrada?

— No. A mí no me llama la atención ningún chico, me estoy enfocando en mis estudios y no puedo creer que tú, mi padre me estes diciendo esto. Si mamá estuviera...

— Pero no está— me interrumpió— y tienes que aceptarlo.

— Jamás voy a superar que siempre quise que tú estuvieses feliz y tú quieras tu felicidad primero antes que la mía— susurré decepcionada.

En eso entró mi hermano y al verme llorar, lo único que hizo fue correr a abrazarme y pedirle a mi padre que se fuera.

— Hazzel tranquila, entiendo cómo te sientes, yo te ayudare a que la boda no ocurra; pero no llores hermanita, no me gusta verte así. ¿Confías en mí?— levanté mí rostro empapado de lágrimas.

Estaba furiosa, tan sólo dieciséis años, sin mí madre, con mi padre en mi contra, estar en una casa que no era la mía y viviendo esta situación era un total martirio. No sabía cómo reaccionar y si lo estaba haciendo de la manera correcta, pero mi madre siente me dijo: "Si tu felicidad está siendo pisoteada, no tomes desiciones que la afecten más".

— Confío en ti.

— Hazz... Tranquila, yo te ayudaré. Solo acepta el trato, es lo mejor por ahora.

— Está bien Ryan... Confío en ti.

Al día siguiente estaba en la escuela a las 7 AM. Después de todo, ¿Qué más hacer para distraerse a parte de estar con mis amigos? Llegué con ellos y no mencioné nada del tema, no quería contarlo a nadie. Yo en esos aspectos era muy reservada.

— ¿En qué tanto piensas Hazzel? ¿Nos puedes hacer caso? — me habló Danna sacándome de mis pensamientos.

— Lo siento, estaba...viendo algo.

— ¿A Adham? Anda admítelo. Sabemos que te gusta— dijo Lucas despeinándome. Yo inmediatamente me arreglé el cabello.

— ¿Qué? No. Es muy mayor que yo.

— ¿Y eso qué? No impide que te guste. — habló Samantha.

— Están locos. Ya déjenla. Pronto lo va a admitir— rio Danna... defendiéndome

En parte era cierto. Todo el rato había estado observando a Adham. Pero no porque me guste... ¿O sí?

No, estaban locos. Estaba viendo a Adham pero no pensaba en él, si no en lo que pasó ayer.

— Chicos ya vengo, voy al baño— mentí. Quería estar sola así que me alejé de todos y me fui a un salón que estaba solo en ese momento.

Depronto se escuchó que la puerta rechinaba, dirigí mi mirada hacia allá y me di cuenta que alguien había entrado o salido, pero no alcancé a ver quién. Mis ojos estaban nublados de lágrimas, al momento que las limpié sentí muchísimo sueño y luego no supe nada más de mí.

 Mis ojos estaban nublados de lágrimas, al momento que las limpié sentí muchísimo sueño y luego no supe nada más de mí

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