Capítulo 1- Nueva vida.

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Me encontraba viendo una película y mi hermano en la cocina, él era mi única familia aparte de mi padre, éramos muy unidos después de lo de mi madre... de pronto pude notar que se estaba moviendo la manija de la puerta, el miedo y la inseguridad que sentía desde que mi madre había partido era inmenso, y con cualquier cosa me asustaba.

— Ryan... La puerta— hablé lo suficientemente fuerte para que mi hermano me escuchara. Él rápidamente llegó y abrió la puerta.

Era papá.

— No tienes que temer enana, es papá.— dijo Ryan riendo para mí.

— ¡Papá!—grité con gusto abrazándolo. — te extrañábamos mucho.

— Yo también los extrañe mucho. Les tengo noticias—  comentó él muy emocionado.

A diferencia de Ryan, mi padre casi nunca estaba en casa, pero me gustaba verlo feliz, y sabía que él era feliz si nosotros lo éramos, hacía de todo para vernos bien a nosotros, se lo merecía; así que me alegraba por él, aunque muchas ideas no me agradaran.

— ¿Qué pasa papá? dinos ¿Qué sucede? — preguntó Ryan emocionado igual que él.

— Conseguí un trabajo donde finalmente es permanente.

— ¿Y qué es tu trabajo?— pregunté curiosa.

— He conseguido trabajo en una casa muy grande. La única condición es que debemos ir a vivir allá. Tendrán lo que quieran mientras yo trabajo ahí— terminó de hablar.

— ¡Me parece muy bien!— Dijo Ryan.— Pero ¿Y la escuela?

— Allá los ingresarán mis patrones a un colegio.

Yo me quedé callada, en verdad me gustaba verlo feliz pero en parte, no me agradaba la idea de vivir en un lugar que no era mi casa.

— ¿Y qué te parece Hazzel?— volteó a verme mi hermano sonriendo.

— No me convence la idea papá... ¿Vivir como mantenidos?— solté sin más.

Bueno, eso sí fue cruel, pero fue mi punto de vista. Muchas veces solía ser muy dura con mis palabras, y es que me había apagado un poco con lo de mamá, tanto tiempo sin ella, sin mi mejor amiga, tal vez eso me había vuelto más cerrada con las personas y tan suelta con mis palabras. O tal vez quería excusarme con ello.

El punto en este momento era que no quería, mi vida parecía tornarse a una historia cliché de los libros, pero no presentía algo bueno, simplemente no quería y no me sentía cómoda.

— No hija, yo trabajaré y a cambio de eso, con mi sueldo, ustedes podrán tener lo que quieran. — aclaró mi padre con una expresión de preocupación, intentando animarme.

Su mirada reflejaba miedo de que yo no estuviese de acuerdo. No quería, para nada, pero veía como a mi papá se le iría la sonrisa si seguía respondiendo negativamente así que mentí.

— Está bien, supongo. Iré a dormir— mentí y me retiré a mi habitación.

Al llegar me tumbé en la cama suspirando, si mamá estuviese aquí no tendría que irme. Que falta me haces mamá... Te extraño.

Al poco rato llegó mi hermano a tocar la puerta de mi habitación.

— ¿Puedo pasar?

— Claro hermano. Pasa— dije seria.

— ¿No te agradó la idea del trabajo de papá, cierto?

— La verdad es que no. Pero no me gusta verlo triste... Me sentiría muy incómoda en una casa que no es la mía... Aparte siempre te lo van a estar recordando y...

✅Posesiva obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora