Dylan.

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Tiempo atrás...

Dylan era un chico el cual creía que por poseer mucho dinero podría tener cualquier cosa.

Chicas, amigos.

Cuando en realidad no tenía nada por ser como era y en parte no era su culpa sino de como sus padres lo habían tratado desde muy pequeño. Lo que ocasionó unos problemas en su cabeza que le hacían creer que sólo era su bienestar y su felicidad.

Sin importar lo que las otras personas sintieran o pensaran.

Ahora, Dylan era un chico con problemas. Actuaba de una forma normal, pero su ira se salía de control. Lastimando a las personas. Sin querer, o queriendo. No le importaba. Luego se arrepentía.

En la sala de espera

—¡No puede ser Dylan! ¿Otra vez? ¡Es la vez número 34 que estamos aquí! ¿Cuándo vas a cambiar?— preguntaba la directora a Dylan furiosa— debes dejar en paz a tus compañeras.

—No quiero, me gustan y tengo dinero, peden ser mias.

—Muy mala manera de pensar, una mujer no se puede poseer. Llamaré a tus padres.

La directora llamó los padres de Dylan y estos llegaron aproximadamente dentro de unos 20- 25 minutos, pero cuando llegaron, la sesión con la psicóloga y Dylan ya había empezado.

—Y bien Dylan. ¿Cómo te sientes? cuéntame — decía la psicóloga apuntando el caso.

—Furioso, tengo todo el dinero del mundo y no puedo tener una chica que me gusta.

—Bien... ¿Por qué crees que puedas tenerla?

—Porque soy guapo, tengo dinero y porque merezco todo.

—¿Eso según quien?

—Según mis padres.

La psicóloga mandó llamar a los padres y estos pasaron, dejando a Dylan en dirección.

—Señores... Por consecuencia de consentir mucho a su hijo es que se porta así. Él ve la manera de...

—No doctora, ya nos lo ha dicho y no dejaremos de consentir a nuestro muchacho— gritó Héctor molesto.

Sin escucharla, se fueron, llevándose a Dylan a la casa.

—Dylan. ¿Qué quiere mi príncipe?

Sus padres siguieron consintiendolo, a tal grado de comprar una familia con su dinero, todos ganaban. Él con la chica que quería, sus padres con los bienes financieros al extender la familia y un hermano para Dylan.

Comprando así, sin que se dieran cuenta, a la familia Franco; una familia que destacaba en la ciudad vecina y que Dylan había elegido por Hazzel, una chica con la cual estaba decidido a casarse. Así ella no quisiera, el tendría su capricho y sus padres lo apoyarían en todo, hasta el último detalle.

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