5. Nunca debí dejarte ir.

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¿Otra vez tú?

Capítulo 5.

—Narrador omnisciente—

El dolor y el miedo son tan amigos que se pueden unir para hacerte pedazos cuando se lo propongan, nadie puede saber lo que pasará en segundos donde la vida vale más que cualquier cosa y es donde nos damos cuenta de que podemos hacernos polvo cuando el destino así lo quiera. Nadie se esperaba que en una noche de solo carreras iba a suceder una tragedia, y que uno de ellos estaría en una sala de cirugía por defender a la chica que ama y que esa misma chica le dolería tanto perderlo que no aguantaría verlo entre la vida y la muerte hasta el punto de querer hacer lo que sea por salvarlo, sin importar que le toque dar su propia vida por salvar la de él.

Abby puede tener tanto odio y rencor en su corazón por ser parte de una apuesta, pero justo hoy se ha dado cuenta de que a veces olvidar un poco nos hace crecer como personas porque es como si nos salieran raíces nuevas y fuéramos otras personas. Nadie es perfecto y por eso cometemos tantos errores que al pasar el tiempo nos damos cuenta cuánto vale la persona que tenemos o teníamos a nuestro lado.

Un grupo de amigos que pide porque Ades se salve es todo lo que hay en una sala de espera y una familia que ruega que todo vuelva a la normalidad, Ades por querer evitar una tragedia tuvo que sentir cómo alguien acababa con su vida, cómo ese alguien disfrutaba verlo desangrarse y cómo la chica que lo quiere lloraba a gritos que no la dejara porque su vida se iría con la de él.

—Ay hijo, si tan solo escucharas cuánto te amo y que todo lo que he hecho es por tu bien, sé que no estuve muchas veces a tu lado, pero solo quería darte todo para que no sintieras el vacío de tu madre —Vidal se acerca al vidrio por donde puede ver a Ades—. Tienes que luchar, Abby y todos te esperamos, lucha, por favor.

—Él va a estar bien, Vidal —Karla que nunca lo ha dejado solo lo abraza mientras retiene las lágrimas, fuera de todo lo que ha pasado ella aprendió a ver a Ades como su hijo—. Mi madre decía que yerba mala nunca muere, y Ades no se irá.

—Siempre ha sido tan terco —la mira con una sonrisa y sus ojos reflejan la tristeza—. Nunca hizo lo que yo le decía y yo más terco que él lo obligaba, pero nunca lograba ganarle.

Se queda mirando a través del vidrio comprendiendo que su hijo lo es todo para él y que ser un chico rebelde no lo hace un mal hijo porque es todo lo que él una vez deseó tener, incluso más de lo que pensó tener.

La muerte de su exesposa fue un golpe duro para él y se aferró tanto a su trabajo que olvidó lo importante que era su hijo y que lo necesitaba. Todos somos merecedores de nuestras pruebas porque nadie es fuerte si no pasa por lo más parecido a un campo de espinas donde sobrevive el más fuerte y el más débil se hace fuerte a punta de golpes.

—Especial Owen— 

Siento como si una parte de mí se hubiese quebrado, Ades ha sido mi mejor amigo desde hace mucho tiempo, prácticamente desde que nos conocimos en las carreras, él, Fabián y yo éramos como hermanos, y aunque Fabián tomó el camino equivocado yo no lo juzgo porque yo le advertí lo que podía pasar. Hoy cuando vi a mi amigo tirado en el suelo bañado en sangre me dejé cegar por la rabia y me le fui encima a ese hombre que aparte le quería hacer daño a Abby y lo que no soporto es que lastimen a una chica y menos si es tan importante como lo es ella en mi vida.

Ades tiene que despertar porque no sé qué pasaría si no regresa de ese sueño. El médico cirujano nos dijo que el puñal logró tocar algunos órganos y que Ades perdió mucha sangre, el banco de sangre del hospital no tiene el tipo de sangre de Ades y nos tocó publicar en nuestras redes sociales para ver quién podía donar. No obtuvimos respuestas positivas hasta que apareció la chica que menos esperé ver en este lugar: Yuris. Esa misma chica arrogante y grosera que se llevaba a todos por delante sin importarle nada y que lastimó a Abby sin pensar cómo se iba a sentir ella.

¿Otra vez tú? «segunda parte de mi chico malo» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora