4. Si me amas quédate conmigo.

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¿Otra vez tú?

Capítulo 4.

—Ades Cooper—

Miro a Abby mover sus caderas al ritmo de la música mientras baila con las chicas que parecen muy felices, hace un momento hemos corrido y como si fuera toda una profesional Abby llegó de primera dejando tirados a todos. Muchos parecían no creer que una chica hubiera ganado y creo que si yo no la hubiera visto correr antes quedaría igual de sorprendido que ellos. Es muy buena en lo que hace.

—Se te va a salir la baba si la sigues mirando como bobo —miro a Víctor que se me acerca—. Deberías de disimular un poco que Abby te trae a sus pies.

—No es tu problema si la miro o no —le respondo sin mirarlo.

—Ella y yo no tenemos una relación —capta mi atención—. Negarte que han pasado cosas entre nosotros sería absurdo porque yo la quiero y ella a mí, pero está enamorada de ti.

—Me quiere lejos de ella, la lastimé —vuelvo a mirar donde está Abby y nuestras miradas se encuentran por segundos que parecen una eternidad—. Jugué con ella, la metí en una puta apuesta sin imaginar el daño que le iba a causar y que yo terminaría enamorado y sin tenerla.

—Pero te enamoraste, es que solo hay que verte la cara de pendejo que pones al mirarla —se ríe—. Muy chico malo y todo, pero una chica de estatura media te domina con su dedito.

—Y yo pensando que nadie me dominaba.

Nos reímos.

Me doy cuenta del gran cariño con el que Víctor habla de Abby, él la quiere, pero parece que fuera de todo eso prefiere su felicidad. Los chicos se nos acercan y nos dicen que ya Owen va a correr, nos vamos hasta una de las esquinas donde tenemos mejor vista y están las chicas. Me ubico detrás de Abby que se ha quedado quieta, me mira un par de segundos sin decir nada y veo la curiosidad en sus ojos, cuando la besé sentí cómo el alma regresaba a mi cuerpo y cómo ella trataba de resistirse, pero se dejó ganar por lo que seguro siente por mí.

Hago como si no la mirara y ella aparta la mirada, la algarabía se hace presente cuando Owen y otros chicos prenden sus autos y segundos después han acelerado a tal punto que los hemos perdido de vista. Todos empiezan a gritar y a bailar mientras que ellos aparecen minutos más tarde con una velocidad impresionante, el auto donde corre Owen llega primero y las chicas se le lanzan encima, Celeste lo besa tan apasionada que Tania tiene que alejarla porque parece que lo van a terminar por hacer aquí.

—Eres mi ídolo —Abby le hace reverencia y Owen hace lo mismo—. Eres el mejor en esto.

—Gané porque Ades no compitió, y menos tú que dejaste botados a todos en la competencia pasada.

—Debemos celebrar el triunfo —Jasón saca de su mochila una botella de vino—. Fue lo único que encontré, así que tocó con vino.

—Está bien así —Megan le quita la botella—. Para la próxima traes algo mejor.

—¡Hey, Cooper! —la voz de uno de los competidores se hace presente y volteo a verlo—. Una carrera a que me quedo con la chica de ojos azules —no entiendo nada hasta que baja la mirada hacia Abby—. Está bien guapa.

—Ella no es una apuesta —respondo entre dientes—. Mira por allí con quién compites.

—Tu auto y una firma en tu trasero si Ades te gana —Abby le extiende la mano y el chico la mira con cierta duda, ella parece tan segura y no sé por qué se mete en líos, finalmente, toma su mano—. ¿Qué dices?

—Acepto, pero si Cooper pierde tú me das un beso —el imbécil la desnuda con la mirada y Abby solo sonríe apretando su mano.

—Trato hecho, vez preparándote para perder —Dayana se ríe en su cara y es que esta chica le gusta estar del lado de su amiga.

¿Otra vez tú? «segunda parte de mi chico malo» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora