Hola amor. No pude pasar por ti, tenia mucho trabajo.— Miré a Johnny dejar las llaves de la casa sobre la mesa luego acercarse para saludar con un beso en mis labios.
No te preocupes.— Sonreí desde el sofá donde me encontraba mirando un programa bastante aburrido en la TV, pero la verdad no había nada bueno en la programación de hoy y tenía el presentimiento que, en mi vida tan poco.
No te oí llegar anoche, ni salir hoy en la mañana.— Hablé con el control remoto en la mano, otra vez con vueltas por los canales en busca de algo interesante y que me ayudara a mantener la calma.
Cuando llegué estabas dormido.—
¿Por qué me mientes, Seo John?
Y hoy salí muy temprano. Tenía mucho que hacer con la llegada de SeulGi.— Suspiré y apagué la pantalla con un horrible nudo en la garganta, pero aún así le sonreí con el mismo cariño de siempre.
Deberías descansar.— Dije al quitar mi cuerpo del sofá para caminar hasta la cocina en busca de un vaso de agua con la intención de continuar el ahogo de la tristeza.
Era la segunda vez que me mentía sin problema alguno. La primera fue la noche que llevó a Taeil a casa y regresó al otro día con la excusa de que se agotó la gasolina y se quedó en su casa, sin saber que yo hablé con Taeil preocupado por él y me avisó que ya se había ido.
Ahora esto.
Luego de que me desvele toda la maldita noche esperando a que llegara por "una reunión de trabajo".Un pesado suspiro, cargado de impotencia, escapó desde lo más profundo de mi corazón.
¿Pasa algo?— Entró a la cocina y negué con la cabeza mientras llenaba el vaso con agua fría sacada de la nevera.
Se me acercó algo extraño, aunque reconocía con facilidad la mirada en sus ojos.
Acarició mi cintura por la espalda con ambas manos y arrebató el vaso de la mía para dejarlo sobre el lava vajillas.Se muy bien lo que busca.
Besó mis labios algo torpes al corresponder por la intensidad que colocó, y me acorraló entre el lava vajillas y él.
Odiaba la sensación de verme así, indefenso. Se supone que debería sentirme bien, tranquilo, pero el sólo mirarlo con aquellos ojos llenos de deseo, me causaba miedo.John... — Traté de detenerlo, separarlo de mí pero me era inútil el forcejeo.
Déjame jugar un poco.— Suspiró sobre mi cuello húmedo por el roce de su lengua. Sus frías manos abrieron paso por bajo mi camisa, sin retirar la fuerza con la que me mantenía atrapado.
Continuamos el forcejeo por largos segundos, yo en busca de quitarlo de encima y él en busca de cumplir sus deseos, hasta que ya no lo soporté más.
¡No quiero!— Grité agotado de verlo como un abusador y me liberó en un empujón completamente molesto.
¡¿Por qué?!, ¿Acaso no me amas?— Esa tonta excusa que siempre lograba lastimarme, dejarme como el malo de toda la película.
Si te amo. Pero, tengo miedo. Comprende por favor.— Soltó una risa sarcástica y me miró. Llegué a creer que me golpearía en cualquier momento.
Comprendo. Y lo vengo haciendo hace mucho tiempo.— Salió de la cocina enojado mientras yo me sentí aún más roto y sucio, tanto, que mis lágrimas no dudaron en liberarse y empaparme las mejillas.
Él tenía razón. Llevamos mucho tiempo juntos y jamás me he atrevido a entregarme por completo.
La puerta de la habitación se cerró con fuerza, y mi alma se quebró en llanto cargado de impotencia.
Miré mi pecho subir y bajar tan rápido que dificultaba mi respirar. Intenté calmarme con sus mentiras.
Remplazar mi tristeza con ira, pero era inútil.
Fue más sencillo culparme de ser poco complaciente, a juzgarlo por mentirme.
Patético, ¿no?Así me siento ahora.
Caminé hasta la habitación minutos después, al recuperar las fuerzas. La puerta estaba con seguro, así que sólo me fui a la habitación de invitados y seguí llorando.
Vi como la oscuridad desaparecía a través del ventanal en la habitación, dando paso al gris amanecer.
No pude dormir con tantas cosas en mi cabeza. Pensaba en Johnny y TaeYong juntos, pero después de conocerlo realmente no veo que sea una amenaza total. Tal vez no es él quien se ganó su corazón.
Sus miradas eran envidiables, pero quizá sólo sea amistad.
Entonces, sólo me queda una opción.SeulGi.
¡Claro!
Por eso pasa tanto tiempo en la oficina ahora que ella llegó; por eso la recibió con una cena. Todo es tan obvio y cruel a la vez.Esa chica era perfecta, igual que él. Yo no soy nada comparado con ella, sólo el simple chico que es fácil de engañar.
Me levanté en un suspiro agotado. Entré al baño y mi reflejo demostró lo destruido que me encontraba.
Limpié mi rostro pero seguía igual.
Unas gigantes ojeras, los ojos hinchados, el cabello hecho un desastre, mis labios partidos.
¿Dónde quedó el chico alegre que solía ser?Me perdí por completo.
Al igual que anoche, me senté en el sofá frente a la TV con una manta sobre la espalda, a dar vueltas por los canales para distraer mi mente.
La puerta de la habitación de abrió a los instantes. No hubo un "Buenos días" ni un simple "Hola", sólo un silencio desgarrador.
Entró al baño, salió, tomó las llaves del auto y caminó a la entrada ya arreglado para el trabajo.
Ten un lindo día.— Le dije antes de que cerrara la puerta principal sin decir nada.
Otra vez mi corazón quería gritar de dolor, pero me guardé todo con tal de evitar verme peor de lo que estaba.Unos golpes en la puerta me regresaron a la realidad. Me dormí con la TV encendida.
El reloj marcó las 16:00pm. Era muy tarde, pero me sentí más recuperado después de dormir.
Me levanté rápido hasta la puerta y abrí encontrándome a nuestra vecina con una radiante sonrisa.Por tu cara puedo suponer que te desperté.— Le regresé la sonrisa avergonzado mientras intenté ordenar un poco mi cabello con la mano.
Sí, es que... No dormí bien anoche, así que no me di cuenta en que momento me quedé dormido.— Confesé atolondrado por el sueño que aún no me abandonaba.
La Sra. Kim es nuestra vecina de en frente. Una mujer muy humilde y servicial que vivía junto a su hijo DoYoung, un muchacho con su mismo espíritu y que trabaja en el restaurante de la ciudad.
No te preocupes. Sólo vengo a entregarte estas cartas. Ya sabes que el cartero siempre se equivoca de casa.— Me entregó unos cuantos sobres pertenecientes a John y le agradecí con una media reverencia.
Te dejo seguir descansando.— Dijo antes de girarse camino a su hogar.
¡Muchas gracias! Saludos a Do.— Grité, a lo que asintió con su tan típica sonrisa.
Cerré la puerta y me encaminé hasta la oficina de John para dejarle las cartas.
Su lugar especial era ese, todo perfectamente ordenado y con un toque culto. Como a él le gusta.Dejé las cartas sobre el escritorio de madera y al girarme accidentalmente golpee el papelero esparciendo todo el contenido en el suelo.
Que torpe eres.— Me regañé al ponerme de cuclillas para devolver todo a su lugar, hasta que un papel semi arrugado me dejó paralizado.
Lo tomé e intenté devolverlo a su forma original sin poder creerlo.
"Motel Stars"
Era de la noche anterior...
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TOGETHER ; (TaeTen Ver.)
Fanfic❝ ¿Es sensato creer que el hilo rojo del destino puede traer de regreso a alguien?, ¿Es sensato creer que aquella ridícula leyenda es real? Si fuera tan real como se dice... él no estaría abrazado a otra persona. ❞ † Todos lo derechos reserva...