Capítulo XII

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Se dice que el verdadero amor de tu vida es quien está contigo en los malos y buenos momentos, quien te ayuda a sobrellevar cada uno de los obstáculos que se presentan en tu vida desde el más sencillo, hasta el más complicado, dándote valor, comprensión y amor.

Emilio
Domingo 10, 11:32 a.m.

Estos días me he sentido completamente distinto a diferencia de los anteriores al viernes, como si algo en mi cabeza hubiera cambiado.

Ya no siento esa pesadez, ni mucho menos estoy preocupado por cuando veré a Joaquín o hablaré con él ya que hemos estado hablando todos los días por teléfono, con mensajes de cualquier tema ya sea nuestro o de lo que se dice de nosotros en redes sociales.

Al levantarme de la cama bajo por mi desayunó, hoy es domingo y parece ser un día tranquilo.

— ¿Qué tal el desayunó bebé?, ¿Dormiste bien? — pregunta mi madre justo antes de llegar a la cocina.

— Si ma' dormí muy bien.

— Algo nuevo pasa contigo, estás... no se... distinto, ¿pasó algo?

— No, nada nuevo — tal vez debería decirle, pero no siento que sea el día ni el momento adecuado. Ella parece tener prisa porque camina demasiado rápido.

No sé qué hacer o cómo abordar el tema con mi familia, sé que mi madre es de mente abierta pero por lo que se la mayoría de las madres son así con personas ajenas a ellas y las situaciones cambian cuando son sus hijos los que son diferentes a como ellas pensaron.
Mi teléfono vibra, debe ser Joaquín, pienso.

Joaquín, 11:55 a.m.
Buenos días a ti, gracias por el hermoso mensaje.

Emilio, 11:55 a.m.
No agradezcas, es un placer para mí desearte buenos días

Leerlo me hace feliz, porque me imaginó esa hermosa carita cuando despierta, esa que ya tuve la oportunidad de ver — Él me pones de buenas — susurró.

Mi desayunó fue delicioso pero a pesar de ser algo hecho por Mary, que si bien es una gran cocinera, no se compara a el cereal con leche que me dio Joaquín, he tanto en ese día que no sé cómo superarlo, ha sido el mejor que he tenido hasta ahora.

Mi teléfono comienza a sonar y es una llamada de mi padre.

Domingo 10, 2:32 p.m.

En aquella recámara de la madre del chico de cabello castaño se encuentra él y su madre, le está contando todo lo que sucedió en su ausencia. La confianza que él le tiene a su madre ha sido siempre buena ya que siempre ha estado para él en los malos momentos.

— No se por dónde empezar ni cómo, pero solo quiero que sepas que Emilio estuvo aquí el viernes y se quedó a dormir — anunció Joaquín.

Ella sólo se sorprendió al escuchar lo que él le había dicho pero no tardó en sonreír y pedirle que se sentara a su lado.
— Ahora entiendo porque traes esa sudadera.

— Lo notaste — respondió.

— Nunca te la había visto puesta antes y además no la veía muy de tú talla — río — pero es linda.

— Si es muy linda, él se llevó mi suéter negro — respondió riendo.

— ¿Y ustedes tuvieron? — preguntó Eli haciendo un ademán con las manos.

— No mamá — exclamó — sólo nos besamos y fue hermoso.

— Cuéntame cómo pasó...
Aquella charla llevó horas, ella escuchaba atentamente todo lo que él le decía poniendo atención a cada pequeño detalle y sonriendo con él, viendo la felicidad que su hijo desbordaba con cada palabra y gesto que él emanaba.

Luz de Luna [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora