Capitulo 12 "Enfermeria"

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Estaba durmiendo cuando unos gritos me despertaron

—Por favor, Snape, sé razonable —dijo Fudge—. Esta puerta estaba
cerrada con llave. Acabamos de comprobarlo.

—¡LE AYUDARON A ESCAPAR, LO SÉ! —gritó Snape, señalando a Harry
y a Hermione. Tenía la cara contorsionada. Escupía saliva.

—¡Tranquilícese, hombre! —gritó Fudge—. ¡Está diciendo tonterías!

—¡NO CONOCE A POTTER! —gritó Snape—. ¡LO HIZO ÉL, SÉ QUE LO
HIZO ÉL!

—Ya vale, Severus —dijo Dumbledore con voz tranquila—. Piensa lo que
dices. Esta puerta ha permanecido cerrada con llave desde que abandoné la enfermería, hace diez minutos. Señora Pomfrey, ¿han abandonado estos alumnos sus camas?

—¡Por supuesto que no! —dijo ofendida la señora Pomfrey—. ¡He estado con ellos desde que usted salió!

—Ahí lo tienes, Severus —dijo Dumbledore con tranquilidad—. A menos que crea que Harry y Hermione son capaces de encontrarse en dos lugares al
mismo tiempo, me temo que no encuentro motivo para seguir molestándolos.

Snape se quedó allí, enfadado, apartando la vista de Fudge, que parecía
totalmente sorprendido por su comportamiento, y dirigiéndola a Dumbledore,
cuyos ojos brillaban tras las gafas. Snape dio media vuelta (la tela de su túnica
produjo un frufrú) y salió de la sala de la enfermería como un vendaval.

—Su colega parece perturbado —dijo Fudge, siguiéndolo con la vista—. Yo
en su lugar; Dumbledore, tendría cuidado con él.

—No es nada serio —dijo Dumbledore con calma—, sólo que acaba de
sufrir una gran decepción.

—¡No es el único! —repuso Fudge resoplando—. ¡El Profeta va a
encontrarlo muy divertido! ¡Ya lo teníamos arrinconado y se nos ha escapado
entre los dedos! Sólo faltaría que se enterasen también de la huida del
hipogrifo, y seré el hazmerreír. Bueno, tendré que irme y dar cuenta de todo al
Ministerio...

—¿Y los dementores? —le preguntó Dumbledore—. Espero que se vayan
del colegio.

—Sí, tendrán que irse —dijo Fudge, pasándose una mano por el cabello—.
Nunca creí que intentaran darle el Beso a un niño inocente..., estaban
totalmente fuera de control. Esta noche volverán a Azkaban. Tal vez
deberíamos pensar en poner dragones en las entradas del colegio...

—Eso le encantaría a Hagrid —dijo Dumbledore, dirigiendo a Harry y a
Hermione una rápida sonrisa. Cuando él y Fudge dejaron la enfermería, la
señora Pomfrey corrió hacia la puerta y la volvió a cerrar con llave.
Murmurando entre dientes, enfadada, volvió a su despacho.

Siempre A Tu Lado { Draco Malfoy }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora