Capitulo 13 "Segunda Prueba"

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El dia de mañana era la segunda prueba y mis amigos y yo estabamos espantados pues se llevarian a Draco y yo lo tenia que salvar.
-Señor Malfoy, acompañeme a la oficina del director- dijo el Profesor Snape en la entrada de la sala comun
-Te amo- le dije antes de que se fuera y el solo me beso
-Bien,todo va a salir bien,solo tienes que ir por Draco, nada mas por el y salir rapido-dijo Charly, quien estaba preocupado
-Si- les dije a los.chicos
-Ahora no la molesten,tiene que descansar para mañana- dijo Pansy

A la mañana siguiente me puse el traje de baño y mi pans de Slitheryn y camine con los chicos al lago negro y me sente a esperar. Despues de un rato llego Fleur,Viktor y Cedric,pero no veia a mi hermano.
—Estoy... aquí... —dijo sin aliento Harry, que patinó en el barro al tratar de detenerse en seco y salpicó sin querer la túnica de Fleur.
—¿Dónde estabas? —inquirió una voz severa y autori­taria—. ¡La prueba está a punto de dar comienzo!
Miró hacia el lugar del que provenía la voz. Era Percy Weasley, sentado a la mesa del tribunal. Nuevamente falta­ba el señor Crouch.
—¡Bueno, bueno, Percy! —dijo Ludo Bagman, que parecía muy contento de ver a Harry—. ¡Dejémoslo que recupere el aliento!
-Entrometido-susurre,pero creo que me escucho y me dio una mirada
Dumbledore le sonrió, pero Karkarov y Madame Maxi­me no parecían nada contentos de verlo... Por las caras, re­sultaba obvio que habían pensado que no aparecería.
Se inclinó hacia delante poniendo las manos en las rodi­llas, y respiró hondo. Tenía flato en el costado, que le dolía como un cuchillo clavado entre las costillas, pero no había tiempo para esperar a que se le pasara. Ludo Bagman iba en aquel momento entre los campeones, espaciándolos por la orilla del lago a una distancia de tres metros. Harry y de mi quedó en un extremo, al lado de Krum, que se había puesto el bañador y sostenía en la mano la varita.
—¿Todo bien, Harry y Lilyan? —susurró Bagman, distanciándo­lo un poco más de Krum—. ¿Tienen algún plan?
—Sí —musitó Harry, frotándose las costillas.
-Si,no necesito de su ayuda Gracias- dije de forma cortante
Bagman nos dio un apretón en el hombro y volvió a la mesa del tribunal. Apuntó a la garganta con la varita como había hecho en los Mundiales, dijo «¡Sonorus!», y su voz re­tumbó por las oscuras aguas hasta las tribunas.
—Bien, todos los campeones están listos para la segun­da prueba, que comenzará cuando suene el silbato. Dispo­nen exactamente de una hora para recuperar lo que se les ha quitado. Así que, cuando cuente tres: uno... dos... ¡tres!
El silbato sonó en el aire frío y calmado. Las tribunas se convirtieron en un hervidero de gritos y aplausos. Sin pa­rarse a mirar lo que hacían los otros campeones, yo me quite la ropa y use el encantamiento y me meti al lago.
El agua estaba tan fría que sintió que la piel de las pier­nas le quemaba como si hubiera entrado en fuego.

Al deslizarme por aquel paisaje extraño, oscuro y nebli­noso, el silencio le presionaba los oídos. No veía más allá de tres metros a la redonda, de forma que, mientras nadaba velozmente, las cosas surgían de repente de la oscuridad: bosques de algas ondulantes y enmarañadas, extensas pla­nicies de barro con piedras iluminadas por un levísimo res­plandor. Bajó más y más hondo hacia las profundidades del lago, con los ojos abiertos, escudriñando, entre la misteriosa luz gris que lo rodeaba, las sombras que había más allá, donde el agua se volvía opaca.
Pequeños peces pasaban en todas direcciones como dar­dos de plata. Una o dos veces creyó ver algo más grande ante él, pero al acercarse descubría que no era otra cosa que algún tronco grande y ennegrecido o un denso macizo de la­gas. No había ni rastro de los otros campeones, de sirenas ni tritones, de Draco ni, afortunadamente, tampoco del calamar gigante.
Senti algo en mi tobillo ,me retorci para mirar y vio que un grindylow, un pe­queño demonio marino con cuernos, le había aferrado la pierna con sus largos dedos y le enseñaba los afilados colmi­llos. Me apresure a buscar mi vatita y hice un encamtamiento no verbal
—¡Relaxo! —dije en mi mente,lo cual funciono.
Me apresure a buscar a Draco y cuando lo encontre ,estaba amarrado y flotando,como si estuviera muerto.Tome una piedra y rompi la soga y sali con el
Cuando llegamos a la superficie el Profesor Snape nos ayudo a subir y nos dio unas toallas
-Sabia que no fallarias- dijo el Profesor Snape- Ahora vayan con Poppy-termino de decir e hicimos caso.
-Te dije que podrias- me dijo Draco orgulloso
-Vayan a ver tus resultados- dijo la enfermera y Draco y yo salimos tomados de la mano
La voz mágicamente amplificada de Ludo Bagman retumbó junto a ellos y los sobresaltó. En las gradas, la multitud se quedó de repen­te en silencio.
—Damas y caballeros, hemos tomado una decisión. Murcus, la jefa sirena, nos ha explicado qué ha ocurrido exactamente en el fondo del lago, y hemos puntuado en consecuencia. El total de nuestras puntuaciones, que se dan sobre un máximo de cincuenta puntos a cada uno de los campeones, es el siguiente:
»La señorita Delacour, aunque ha demostrado un uso excelente del encantamiento casco-burbuja, fue atacada por los grindylows cuando se acercaba a su meta, y no consiguió recuperar a su hermana. Le concedemos veinticin­co puntos.
Aplaudieron en las tribunas.
—Me «meguezco» un «cego» —dijo Fleur con voz ronca, agitando su magnífica cabellera.
—El señor Diggory, que también ha utilizado el encan­tamiento casco-burbuja, ha sido el primero en volver con su rehén, aunque lo hizo un minuto después de concluida la hora.
Se escucharon unos vítores atronadores procedentes de la zona de Hufflepuff. 
—Por tanto le concedemos cuarenta y siete puntos.
-La Señorita Ana Lilyan Potter fue la segunda en llegar con su rehen y utilizar el encantamiento Casco-burbuja se le otorgan cuarenta y seis puntos.
Todos los Slitheryn estallaron en celebración y Draco me cargo y me dio vueltas en el aire
—El señor Viktor Krum ha utilizado una forma de transformación incompleta, que sin embargo dio buen resultado, y ha sido el terero en volver con su rescatada. Le concedemos cuarenta puntos.
Karkarov aplaudió muy fuerte y de manera muy arro­gante.
—El señor Harry Potter ha utilizado con mucho éxito las branquialgas —prosiguió Bagman—. Volvió en último lugar, y mucho después de terminado el plazo de una hora. Pero la jefa sirena nos ha comunicado que el señor Potter fue el primero en llegar hasta los rehenes, y que el retraso en su vuelta se debió a su firme decisión de salvarlos a todos, no sólo al suyo.
—La mayoría de los miembros del tribunal —y aquí Bagman le dirigió a Karkarov una mirada muy desagrada­ble— están de acuerdo en que esto demuestra una gran al­tura moral y que merece ser recompensado con la máxima puntuación. No obstante... la puntuación del señor Potter son cuarenta y cinco puntos.
Algo me dio un vuelco el estómago. Estaba empata­da en el primer puesto con Cedric Diggory y mi hermano. 

Siempre A Tu Lado { Draco Malfoy }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora