Presque vu

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Recién llegué, me sentía observado. Pasaba por muchas personas a las que era incapaz de mirar a la cara… quizá por indiferencia… quizá por pena… tal vez por miedo.

Seguía adolorido, aunque hacía cómo sí no. Pasé por a un lado de algunos rostros familiares, los había visto antes. Al verme hacían como si no me vieran, y opinaban sobre mí… opiniones que generaban burlas.

Volví a arrastrar la mirada al suelo.

Metí mis manos inquietas a las bolsas.

Llegué al salón, donde me sentía relativamente más seguro. Aunque desconocía el motivo de la inseguridad.

- ¿Saito? - Era Evie… no quería verla.

- Evie…

- ¿Cómo estás?

- Bien, ¿creo?

- No te ves bien.

- Es viernes. Estoy cansado.

- No creo que sea porque es viernes.

- Sólo estoy cansado. - Aparté la mirada.

No quería verla… sabía que algo no iba a salir bien. Sólo quería retrasar lo inevitable.

¿Y si Zack tenía razón?

¿Y si soy yo una mierda de persona?

¿Y si soy una mierda de persona?

¿Y si soy una mierda?

¿Y si soy la mierda?

¿Y si doy asco por lo que hago, por como me comporto o cómo soy?

¿Y si doy asco por lo que hago, por como me comporto y cómo soy?

Miré mis manos con culpa. Por más agua, jabón y esfuerzo que podía poner, jamás se iba a quitar esa sensación.

Zack no tiene la culpa de cómo soy, como pude haber señalado… yo tengo la culpa de ser así… quizá realmente soy tóxico… tal vez las personas no se me acercan porque lo tienen claro…

- Oye… - Evie levantó mi mirada. - Me preocupas, ¿todo bien?

- Sí, no te preocupes. - No, nada está bien.

Ella no dijo nada.

Yo tampoco.

- ¿Quieres hablarlo?

- ¿Hablar qué?

- No puedes huir de eso, Saito. No estás bien, me estás mintiendo.

- "Huir"…

¿Siempre huyo? ¿Tan cobarde soy? ¿De qué huyo? ¿Por qué huyo?

- Estoy bien, de verdad… me acabo de levantar. - Huí fingiendo una voz de seguridad

- ¿Por qué no quieres decirme?

- ¿Decirte qué?

- ¡Deja de hacer cómo si nada pasara, idiota! - Ella alzó la voz un poco. - Deja de comportarte como un idiota, si no quieres decírmelo, dímelo.

- No hay nada de que hablar, Evie… no pasa nada, no pude dormir por el ardor y nada más… - Suspiré ligeramente - No dormí bien. Muchas gracias por interesarte, por eso te quiero mucho.

No tuve el valor de mirarla a los ojos.

- Lo siento…

- ¿Por qué?

- Por, haberte gritado.

- No pasa nada…

Debo dejar de comportarme con un idiota…

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