Parte sin título 3

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El capitán Drinian observaba por su catalejo la supuesta isla, cuando concluye su observación pasa el instrumento a Caspian.

-Las islas solitarias, el puerto de Narrowhaven. –anuncia el capitán.

-Es extraño, no tienen bandera narniana. –murmura Caspian pasando el catalejo a Jake.

-Parece deshabitada. –comenta mi hermano.

-Hay que enviar un grupo a tierra a explorar. –anuncia Edmund.

-Lo lamento, majestad, pero la cadena de mando comienza por el rey Caspian. –Ed parece dolido pero aún así trata de disimularlo.

-Oh, claro. –murmura este.

-Preparad dos botes. –ordena Caspian.

Todos comenzamos a prepararnos y por un momento me acerqué hasta donde Lucy, Susan y Peter estaban hablando.

-Se lo preguntaré la próxima vez que la vea. –oigo decir a Peter.

-¿Qué vas a preguntar? –pregunto apareciendo de la nada. Las dos chicas sonríen maliciosas mientras el rostro del rubio pierde el color. -¿Peter, estás bien?

-Sí, yo... sólo... nada. –tartamudea provocando que las chicas se rían.

-Nosotras mejor nos vamos. –Susan toma de la mano a su hermana y ambas se alejan dejándome aún más confundida.

-¿Peter? –le pregunto deseosa de respuestas.

-Noah, yo... te quiero... y...

-Yo también te quiero. –le respondo con una sonrisa. Él parece relajarse, su valor crece animándolo a realizar su pregunta.

-Yo me preguntaba si tú... querrías ser mi novia. –mis ojos se abren por la sorpresa pero una sonrisa se forma en mi rosto al ver sus mejillas arder.

-Pues claro que sí, bobo. –nuestros ojos conectan sus miradas y nuestros labios se acercan demasiado lento para mi gusto. Él parece pensar lo mismo y acorta audazmente la distancia que nos separa. Antes de que en beso pueda llegar a más, una falsa y fingida tos nos hace separarnos.

-Estamos listos. –anuncia Reepichep haciendo que nos separemos.

-Claro. –murmura mi ahora novio.

En un bote van Drinian y Reepichep junto a un grupo de los nuestros mientras que en el otro vamos Peter, Edmund, Lucy, Susan, Jake, Caspian, Eustace y yo. Llegamos a la deshabitada orilla y bajamos de los botes, en realidad Peter me ayuda a bajar, cosa que le gradezco. Me percato de que a Eustace le cuesta un poco y Reepichep le tiende una mano. El niño ignora al animal y se acaba cayendo en el bote.

-¿Seguro que sois familia? –le pregunta Jake a Edmund.

-Por desgracia. –afirma el moreno.

El sonido de las campanas hace que me sobresalte y que todos nos pongamos alerta.

-Drinian, asegurad el área y si no hemos vuelto al amanecer enviad un equipo de rescate. –ordena Caspian.

Nos ponemos en marcha y nos adentramos en una catedral.

-Muy bonita y bacía, podemos irnos. –dice Eustace.

-¿Quieres, no sé, vigilar la puerta? –le pregunta Ed. El niño no sería capaz ni de vigilar una hormiga pero si de esa forma se siente más seguro y útil, adelante.

-Oh. Sí, nadie pasará esa puerta. –dice entusiasmado. Ruedo los ojos y le paso una daga que llevo escondida en la bota.

-Ten. –le sonrío.

Las crónicas de Narnia IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora