Te has preguntado alguna vez, si... ¿existe otro mundo a parte del planeta tierra?
Aisha, odia todo lo que tenga que ver con su mundo; la tierra. Su mente siempre busca viajar a otro lugar, donde las personas no sean tan manipuladas por los estereo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
20 de Marzo del 2024/ La Tierra
— Voy a ser sincero contigo, Aisha. Ésta relación no funciona ¡eres demasiado mojigata! ¡Por Dios! Llevamos un año y ni un tan solo beso me has permitido darte. ¡Te das cuenta porqué quiero terminar! — Gritó exaltado Jordán. Mi sexto novio. Creo.
Tengo veintitrés años y hasta la fecha no he permitido que nadie roce mi boca, cada vez que lo intento me dan ganas de vomitar.
La verdad que no entendía que tiene de malo no darle un beso. Ni siquiera me daban ganas. Pero yo le quiero. Supongo.
Resople fastidiada.
— Jordancito no seas así, cuando me sienta preparada te daré muchísimos besos, ¡siii! ¡Entiéndeme por favor ! — Hice un puchero con mis manos juntas rogándole. Pestañee un par de veces, tratando de verme adorable. Mi tía decía que eso siempre funciona con los hombres.
Pero quizás, falle. Jordán arrugo la cara con molestia.
— ¡Cariño, no te has visto al espejo! ¡Es que no se trata solo de un simple beso! Mis amigos se han burlado de mi diciendo que si es una joven mi novia o una anciana. Con esa ropa que vistes cualquiera cree que eres una viejita — Renegó. Sus palabras me hicieron sentir decepcionada y reprochada.
¡Estoy harta! siempre es la misma excusa, que me visto como monja, que parezco una anciana y sin sentido de la moda , y bla bla bla...Es lo mismo que me dice cada exnovio. Solo por usar faldas que me quedan un poco abajo de la rodilla, blusas con colores fluorescentes y calcetines de colores. Lo sé, no es la mejor ropa pero a mi me gusta y me siento muy cómoda conmigo misma. Soy así y si alguien me va a querer, que sea por lo que soy.
— Vanesa, tenía razón — murmuró. Lo miré confundida. — Eres reacia abrir las piernas.
¡Maldición!
Lo fulmine, pueda ser que la sangrona de mi prima dijera eso de ella se puede esperar cualquier cosa.
— Será porque la tienes chiquita — Repuse con pesar. Jordan apretó la mandíbula parece que alguien se enojó. ¡Ups! — .Y sabes, creo que ahora estoy de acuerdo, terminamos.
Con un beso en el aire y una sonrisita plantada en mis labios, comenze a andar en dirección a la parada de autobús. Ya bastante tiempo había perdido con mi dichoso exnovio. Escucho unos impropios de su parte hacia mi persona, le dolió lo que dije a cualquier hombre le bajaría un kilo de autoestima. Tal vez así no hacen los arrogantes. Jordan, ¡maldito! así que lo que querías era bajarme los calzones. Desperdicie ¡un año en saldo! si, ¡diablos!compraba tantos paquetitos de llamadas para hablar con él. Ahora que lo pienso ese dinero me servirá para comprar la falda que vi donde Doña Matea. ¡Yeah! ¡Gracias Jordancito!.