Capítulo 28 Memorias

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Se podría decir que somos un rompecabezas, uno formado por fragmentos de nuestro pasado desde el día en que nacimos, un presente que nos consume paso a paso y un futuro que nos vuela la cabeza por saber qué sucederá. Toda esa colección de fragmentos no están completos, así como existen cosas que recordamos exactamente como las vivimos hay otras tantas que por más que nuestra mente se esfuerce jamás lograra recordar, es asombroso cómo funcionamos y cómo a pesar de no estar unidos seguimos armando, jugando con las piezas que tenemos en las manos.


25 de Abril

— ¿Estás segura de dejarlo en el pasado?

— ¿Quién eres?— preguntó, a aquella voz que escucho a lo lejos, la luz brillante del sol contra mí me obliga a entrecerrar los ojos— No te veo

—No necesitas hacerlo, solo responde, ¿Ya termino?

—No sé de qué hablas

— Lo sabes, lo viviste y sobre todo lo sentiste, necesito que estés segura

— ¿Segura de qué?— estaba siendo interrogada por alguien a quien ni siquiera veía

— De olvidarte de él— Ahora si sabía a quién se refería— Te propongo un trato, te mostraré todo lo que pasaste a su lado, desde el primer momento en que cruzaron la mirada, si después de eso me aseguras que termino, yo me encargare de borrar todos los recuerdos para que puedas comenzar de nuevo

— Pero no necesito olvidar

—Tienes que elegir, tu memoria o un comienzo

—No puedo elegir—titubeo— los dos son igual de importantes, necesito ambos para seguir

—Te mostraré al final decidirás— No logro contestar ya que un fuerte aire repentino golpea contra mi rostro, todo a mi alrededor comienza a dar vueltas, tantas que comienzo a marearme, necesito con urgencia sostenerme de algo o el síncope se hará presente.

Las vueltas giratorias duran un poco más y al parar luces destellantes se proyectaban frente a mí, posterior aparece mi primer recuerdo con él en el supermercado, las cosas casi se me caen de las manos al escuchar su voz con la tontería más grande de saber cuál es la temporada de las frutas. Estiro mi mano tratando de tocarlo pero se desvanece entre estas, todo vuelve a girar y nuevamente se detiene en otra imagen, en ella estamos en su casa fue el día de nuestro primer beso, las lágrimas trazan su camino sobre mis mejillas, de nuevo todo se desvanece, lo siguiente es la pelea después del partido de fútbol, la vez que me pidió ser su novia, cuando vimos las estrellas con los telescopios en el jardín, cuando me corrió de su casa , la ocasión que se refirió a mi como una cualquiera, el dije con la constelación, los paseos en bicicleta, el día que me confió su pasado, lo sucedido en el campamento y por ultimo nuestra despedida. Todo a una velocidad tan fugaz haciendo que la cabeza me duela como si se tratase de migraña, me siento sobre el piso y abrazo mis piernas llorando todo lo que puedo.

—Es hora, decide— otra vez esa voz— tienes que escoger

—No puedo— susurro, ya que apenas puedo contestar

—Tienes que hacerlo, yo puedo borrar ese dolor que estás sintiendo en este momento— lo pienso y sería agradable dejar de sentir esta melancolía al memorizar todo lo vivido pero estoy convencida que no serviría de nada, ocurrió y fue un trozo de mi vida maravilloso a pesar de todo el destrozo, la parte rescatable fue maravillosa

— No lo haré, esto que viví me ayudó a ser la persona que soy ahora, gracias a todo lo que viví y a él en específico soy alguien mejor y también gracias a lo sucedido conocí a Dante. No puedo quitar de mi vida algo así como así, como si no me hubiera marcado como si no me hubiera quemado en el fuego. Fue una de las partes más bonitas y únicas de mi vida y no la desechare, No miraré atrás pero tampoco olvidare, Soy fuerte y puedo vivir con ello.

¿Qué Nos Queda?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora