Primer Encuentro

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A la mañana siguiente cuando desperté, una luz grisácea entraba por la ventana, la niebla era algo densa pero aún así no lo cambiaría por nada, estás eran las mañanas que más me gustaban

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A la mañana siguiente cuando desperté, una luz grisácea entraba por la ventana, la niebla era algo densa pero aún así no lo cambiaría por nada, estás eran las mañanas que más me gustaban.

Me levanté de la cama y aún en pijama, baje a preparar el desayuno para los tres, me había asomado por la ventana y habia visto que la patrulla de papá aún estaba afuera, así que el todavía no se iba a trabajar y yo me había despertado demasiado temprano por la emoción de estar devuelta.

Mientras preparaba el desayuno pensé en la incómoda cena de anoche con Bella, es decir, hasta Billy notó como me miraba y realmente nunca entenderé esa aversión que tiene hacía mí, no puede hablarme sin poner algún insulto en la oración o mirarme de forma normal. Cuando éramos niñas me dolía mucho, somos mellizas, llegamos juntas a este mundo y pareciera que ella lo único que quiere es verme desaparecer.

Papá me ayudó mucho con esto, ahora ya no me afecta lo que ella dice o hace, aunque se que si bajo la guardia y me descuido ella no dudará en apuñalarme por la espalda. No me lastimará de nuevo, no permitiré que ella me afecte.

Entre pensamiento y pensamiento, termine el desayuno y me sorprende no haberme cortado un dedo o algo.

Mientras ponía las cosas en la mesa escuché que afuera tocaban una bocina, me asomé a la ventana de enfrente y vi que era la grúa con mí nuevo auto.
Salí y firmé la entrega, aunque el tipo de la grúa se rió un poco cuando o atendí en pijama, luego regrese adentro y vi a papá bajar por las escaleras.

Charlie- Buenos días cariño, ¿Quien era?

Laura- Buenos días papá, el desayuno ya está listo. Era la grúa con mí auto.

Charlie- Entonces a comer.

Papá y yo empezamos a desayunar y unos 10 minutos después Bella bajo.

Laura- Buenos días, aquí está tu desayuno. ¿Dormiste bien?

Bella- Buenos días.

Como siempre ella y sus respuestas monótonas, además de que ignoró por completo mi pregunta. Una vez que terminó de desayunar fue a su cuarto se cambió y se fue. Supongo que no quiere pasar tiempo conmigo, papá me deseó suerte en la escuela y le di las gracias. Él se fue a trabajar y yo me puse a limpiar lo que había usado para el desayuno. Era temprano por lo que no tenía prisa.

Mire la cocina mientras lo hacía, la antigua mesa de roble cuadrado en el centro de la cocina rodeada por cuatro sillas, ninguna de ellas a juego y a pesar de ser pequeña y algo oscura por los paneles de madera de las paredes, éstos contrastaban con los armarios amarillo chillón y el suelo de linóleo blanco. Mamá había pintado los armarios de ese color con la esperanza de introducir un poco de luz solar a la casa. Bella seguramente creería que nada había cambiado, y que eso era una señal de que papá no había superado a mamá, pero no era así,a papá y a mí nos gustaba la casa tal cual era.

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora