Edward

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Edward Anthony Masen Cullen, ese soy yo, un vampiro

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Edward Anthony Masen Cullen, ese soy yo, un vampiro. Nací en Chicago en 1901, Carlisle me encontró en un hospital en 1918, tenía 17 años y estaba muriendo de gripe española. 

Muchos de mis recuerdos humanos ya han desaparecido o son muy borrosos, así que en realidad no recuerdo muy bien como sucedió. Lo que se es que mis padres ya habían fallecido, por lo que estaba solo y entre tanto caos nadie había notado que desaparecí.

Fui el primero de la familia de Carlisle, aunque poco después encontró a Esme. Y luego trajo a Rosalie con la esperanza de que tal vez ella fuera para mí lo que Esme era para él. Aunque las cosas no se dieron de esa forma.

Cómo cualquier otro adolescente tuve mí época de rebeldía, le odiaba por refrenar mí sed, así que me fui. Viví varios años por mí cuenta, matando a aquellos que creía eran monstruos y bebiendo su sangre, con el tiempo me di cuenta de que el único monstruo era yo y regresé con Carlisle, estaba dispuesto a rogarle que me permitiera volver, pero en cuanto aparecí el me abrió los brazos y me recibió.

Luego Rosalie halló a Emmett y han estado juntos desde entonces. Poco después Alice y Jasper nos encontraron y se nos unieron.

La vida de los nuestros es bastante difícil puesto debemos escondernos, nadie debe saber lo que somos, hasta hace 2 años vivíamos con otro grupo de los nuestros en Alaska, pero éramos tantos que empezamos a hacernos notar y Carlisle decidió que debíamos empezar de cero en otro lugar. En la península de Olympic, al noroeste del Estado de Washington, hay un pueblito llamado Forks, cuyo cielo siempre permanece cubierto por densas nubes. En este pequeño lugar llueve más que en cualquier otro sitio de Estados Unidos, este era el sitio perfecto para nosotros.

Ya habíamos estado allí, hace muchos años ya, antes de que Alice y Jasper se nos unieran, era el único lugar al que realmente podíamos llamar hogar.

Al principio éramos el centro de atención, los nuevos que se mantenían alejados de todos, unos bichos raros. Había momentos en los que deseaba poder desaparecer a todas las personas que molestaban a mí familia o a mí, pero al hacer eso no solo nos descubrirían, si no que me haría perder la confianza que Carlisle tenía en mí y no quería eso.

Estábamos bien, al menos hasta hace 2 semanas cuando Isabella Swan apareció. La hija del sheriff volvía a casa, en realidad, no me habría importado, si no fuera porque su sangre me llama a gritos y ella no para de buscarme cuando intento alejarme.

Tuve que irme para no hacer una estupidez. Primero dejé a mis hermanos cerca de casa, si Esme me veía habría hecho que cambiará de opinión. Luego fui al hospital y cambie de auto con Carlisle, ya que el suyo tenía el tanque lleno y yo no quería detenerme. Una vez que llegue con nuestros primos en Alaska, me quedé allí, pero Tanya me hizo entender que lo que yo estaba haciendo era lo que nos perjudicaba. Pensé ¿quien era ella para echarme del lugar en el que yo quería estar?, así que decidí volver. Tomé precauciones, cacé y me alimente más de lo debido para poder soportarlo.

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora