Carlisle

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Regresamos al instituto un poco antes de que terminaran las clases, Alice nos miró y se comenzó a reír, seguramente habría tenido una visión de nosotros en el claro cuando Edward decidió llevarme allí

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Regresamos al instituto un poco antes de que terminaran las clases, Alice nos miró y se comenzó a reír, seguramente habría tenido una visión de nosotros en el claro cuando Edward decidió llevarme allí. Sentí una mirada pesada directo en mí nuca, voltee ligeramente y ahí estaba Bella, otra vez mirándome como si quisiera matarme. Entonces la mire directamente y le sonreí divertida, burlándome abiertamente de ella. Su expresión no tenía precio.

Nos subimos al auto y regresamos a la casa de los Cullen. En cuanto llegamos Esme me dijo que tenía preparada una merienda para mí. Mientras comía me puse a observar cada detalle de la construcción y la decoración, la mayoría de los detalles eran bastante sutiles.

Esme- ¿Estás bien querida?

Laura- Estoy bien Esme, solo miraba los detalles arquitectónicos de la casa, son sutiles pero hermosos.

Esme- Gracias cariño, fui yo quien diseño la casa, me alegra mucho que hayas notado los detalles.

Laura- ¿Te importaría ayudarme a diseñar mí nueva habitación? Tu ayuda me serviría de mucho.

Esme- Por supuesto querida, me encantaría ayudarte.

Esme y yo estuvimos hablando y haciendo planos sobre mí habitación, usaría una parte de mí premio de la beca para pagarla. El resto lo guardaría para la Universidad. Cuando terminé, Esme y yo fuimos juntas a la sala, dónde Edward y Alice estaban jugando ajedrez. Era divertido verlos jugar ya que Alice trataba de ver qué movimiento haría Edward y Edward trataba de leer la mente de Alice para anticipar su siguiente movimiento, por lo que, la mayor parte del juego se desarrollaba en sus mentes, ya que cuando Edward veía que Alice había previsto su jugada volvía a cambiar. Al final dejaron de jugar al ver qué el juego no avanzaría, yo estaba sentada junto a ellos, Edward tomo mí mano y nos dirigimos nuevamente a su habitación, pasamos frente a la que ayer me había dicho que era la oficina de Carlisle.

Mire la puerta por un par de segundos. Cosa que Edward notó.

Edward- ¿Ocurre algo Laura?

Laura- No, es solo que, me gustaría saber más acerca de Carlisle. Me gustaría saber cómo llego a dónde está.

Edward- En ese caso, ven, te lo mostraré.

Entonces me condujo al despacho de Carlisle. Se detuvo delante de la puerta unos instantes.

Carlisle- Adelante.

Edward abrió la puerta de acceso a una sala de techos altos con vigas de madera y de grandes ventanales orientados hacía el oeste. Las paredes también estaban revestidas con paneles de madera de un tono más oscuro que la del vestíbulo, al menos allí donde se podía ver, ya que unas estanterías, que sobrepasaban mí estatura, ocupaban la mayor parte de la superficie. Contenían más libros de los que jamás había visto fuera de una biblioteca.

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora