Luz de Luna

El Juego del Escondite

Después de ese golpe, comencé a despertar, podía escuchar a dos personas discutir, reconocí la voz de Bella, y la otra me hizo temblar del miedo. Ella me había llevado con el rastreador.

Bella- Listo, te la traje, ahora convierteme.

James- Que humana más tonta, no te das cuenta que solo te usé, además cuando Edward se entere que fuiste tú quien me entregó al amor de su vida, te matará.

Bella- ¡Ella no es el amor de su vida!, ¡Yo lo soy!, ¡Estamos destinados!

James- Aparte de ingenua, loca. Si no te asesina él, alguno de las mujeres lo hará, de todas formas no me interesa, cuando las encuentren yo ya me habré ido.

Genial, aparte de demente es un cobarde. Aunque tenía razón, si Edward no la mataba, Rosalie probablemente lo haría. Me levanté del suelo. Él se giró y me miró directo a los ojos, obviamente queriendo intimidarme, no le iba a demostrar que tan aterrada estaba, traté de analizar el lugar lo más rápido posible, ubique todas las posibles rutas de escape, aunque sabía bien que no alcanzaría ninguna. Lo observé, no le iba a demostrar miedo, eso era lo que él quería.

James- Mira quien despertó. Siendo honesto, me sorprende la facilidad con la que tu hermana te ha traicionado, pero me fue de mucha utilidad.

Laura- No te sorprendas tanto, Bella le vendería mí alma al diablo si con eso yo dejará de existir. En cualquier caso, ¿Por qué fue necesaria su ayuda?, ¿No sé supone que eres un gran rastreador?. Gracias a ella tu juego se volvió algo inútil y aburrido.

James- Si, se ha tornado algo aburrido, ha sido demasiado fácil, demasiado rápido. Para serte sincero, me siento decepcionado. Esperaba un desafío mucho mayor. Y después de todo, solo he necesitado un poco de suerte. Hice que Victoria averiguara más cosas sobre ti cuando no consiguió atrapar a tu padre. No tenía sentido darte caza por todo el planeta cuando podía esperar cómodamente en un lugar de mí elección. Por eso, después de hablar con Victoria, decidí venir a Phoenix para visitar a tu madre. Entonces pude comunicarme con tu traicionera hermana, le ofrecí la inmortalidad a cambio de tu vida, solo debía traerte. Fue tan sencillo convencerla, ni siquiera pude terminar de hablar cuando dijo que si. Demasiado fácil, como ves. En realidad, nada que esté a mí altura. Por cierto, ¿Te importaría que le dejará un mensajito a tu Edward?

Dió un paso atrás y pulsó algo en una videocámara del tamaño de la palma de la mano, equilibrada cuidadosamente encima del reproductor de música. Una luz diminuta indicó que ya estaba grabando, la ajustó un par de veces, ampliando el encuadre.

James- Dudo que tu novio no me de caza después de que vea esto. Y la verdad no quiero que se pierda nada. Todo esto es por él, claro. Tu solo eres una humana, que estaba presente en el momento equivocado, en el lugar equivocado y podría decir, que en compañía de la gente equivocada. Antes de que empecemos... Me gustaría restregarle en la cara a tu novio que la solución estuvo frente a él, todo el tiempo. Por un segundo temí que él se percatara y echara a perder la diversión. Me pasó una vez, hace siglos. La primera y única vez que se me ha escapado una presa.
»El vampiro que estúpidamente se había encariñado con aquella insignificante humana, hizo la elección que tú Edward ha sido demasiado débil para llevar a cabo. Cuando aquel viejo supo que iba detrás de su amiguita, la raptó del sanatorio mental dónde él trabajaba y la liberó de la única forma que tenía para ponerla a salvo. La pobre criaturita ni siquiera pareció notar el dolor. Había permanecido demasiado tiempo en aquel agujero negro que era su celda. Cien años antes la habrían quemado viva en la hoguera por sus visiones, pero en el siglo XIX te llevaban al psiquiátrico y te administraban tratamiento de electrochoque. Cuando abrió los ojos fortalecida con su nueva juventud, fue como si nunca antes hubiera visto el sol. El viejo la convirtió en un nuevo y poderoso vampiro, pero entonces yo ya no tenía ningún tipo de interés en ella. En venganza, maté al viejo.