Capitulo dos.

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Bright Vachirawit Chivaree era uno de los chicos más ricos de Tailandia, conocido por formar parte de una de las mafias más grandes que había, puesto que a sus dieciocho años era el más joven, obtenía lo que quería y cuando quería, era la obsesión y sueño de las chicas que estaban cerca de los hombres de su equipo, un adicto a las carreras y a sentir la adrenalina correr por su cuerpo, era de los típicos chicos que follaba con una mujer sin tantos rodeos y al día siguiente no volvía a llamar.

Ignorar a sus padres, salir de casa y ganar dinero en competencias de carreras era su rutina, no era el típico niño correcto mojigato que sus padres querían que fuera, era un chico caprichoso y adicto a todo lo que lo hiciera más rico de lo que ya era, era ambicioso y si no era de él, no será de nadie. El nunca había sido sumiso ante nadie era impetuoso e insidioso, nadie había logrado cautivar al chico más rico de todos, ninguna mujer logró quitarle sus vicios y nadie había logrado quitarlo del puesto más grande, porque el siempre ganaba y eso todos lo sabían.

Las 12:30 del medio día y se encontraba aún durmiendo, ¿qué podía esperar? No tenían servidumbre en casa así que tenía que esperar a que su madre cocinara algo para el, pero, no sería así, puesto que durmió media hora más, hasta qué alguien llamó y se atrevió a interrumpir el sueño del emperador del mundo.

—¿Qué quieres Mike? —Respondió con voz grave puesto que había recién despertado por obligación de la llamada.
—Hoy es la carrera tonto, ¿qué esperas? Tienes que practicar ¿lo sabes no? —Le dijo el chico al otro lado de la linea.

El pelinegro frotó sus ojos y miró la hora 1:30 de la tarde, evidentemente siendo bastante tarde, tenía que arreglarse y largarse a entrenar.

—Llegare a las tres, no te preocupes. —Solamente respondió mientras se levantaba de la cama y buscaba que ponerse en el armario, se daría una ducha y seguramente saldría sin comer.

—No tardes, te lo advierto. —Contestó el chico y colgó la llamada.

El castaño dejó su celular en la mesita de noche y caminó hasta el baño para darse una ducha rápida, al terminar salió del baño y siguió buscando que carajos iba a ponerse pero lo único que vio a la mano fueron unos pantalones blancos y una camisa de vestir café, lo cual se puso y aplicó un poco de perfume, bajó a la cocina a paso rápido encontrándose con su mamá en la sala, la cual lo veía y sin poder recriminar nada le indicaba que su desayuno estaba en el microondas, que ya no era un desayuno en si.

Comió lo que suponía que iba a comer, que realmente era el mismo desayuno diario, huevos con tocino y una manzana que encontró en el frutero, después de eso, simplemente se fue, tenía una carrera que ganar y que obviamente el no iba a perder.

En la casa de los Opas-iamkajorn, todo era distinto, Win se encontraba recibiendo clases con sus maestros, los cuales se enfocaban en eso, en darle clases, salvo que esta ves, Pluem, hijo de uno de sus maestros, era su amigo y estaba acompañando a su padre, después de terminar su clase, Win no desaprovechó su oportunidad para hablar con Pluem un rato, entre esas pláticas salió el tema de la carrera de esa misma noche.

—Hoy, habrá una carrera de autos callejera, deberíamos ir. —Dijo Pluem emocionado, definitivamente quería ir y si era con Win aún mejor.

—Bueno... Pluem, yo... no me lo tomes a mal, pero no puedo ir, mi familia no me lo permitiría. —Respondió con una mueca en su rostro de obvia tristeza.

—Diremos que saldremos a una reunión con amigos y ya, tenemos que ir.

—Pero... ¿es seguro?

—Claro que lo es, y lo mas probable es que consigas a alguna chica linda por ahí.

—No se en que me estoy metiendo. —suspiró y miro a su amigo. —Creo que iremos a un carrera esta noche.

Y dicho esto esperaron a los padres de Win para que estos concedieran el permiso y su hijo pudiera salir de la cárcel que hacían llamar casa o al menos así lo sentía Win, no sentía que fuera un hogar del todo, lo consideraba un cárcel en la cual estaba obligado a vivir hasta que se volviera heredero de algo o comprara un hogar muy lejos de ahí.

Race {Brightwin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora