Segundo ramo

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—Bien, con esta modelo terminamos la sesión, así que hay que darlo todo para terminar pronto.
—Eiji, ¿tienes un momento?
—¿Qué pasa Shorter?
—Tienes visita.
—¿He?

Al mirar al fondo del estudio el mismo chico de hace unos días se encuentra con un ramo de violetas. Al verme agita los brazos y se acercó hacia mi.

—Eiji Okumura, te envían este ramo.
—¿Estás seguro? ¿No te equivocaste?
—No, el señor no se equivocó, son para usted.
—¿Señor? ¿Quién te dijo que me dieras esto?
—Lo siento, no puedo decirlo. Adiós.
—Espe…— una vez más sale corriendo sin poder responder a mi duda.
—¡Qué hermosas flores! ¡Su esposo es muy detallista!
—Je… supongo… tomemos un descanso.

Me encierro en mi oficina y leo la nota.

"Recuerdo la primera vez que te vi: escuchabas música y taradeabas una canción de Gottt7. Cerrabas tus ojos y tus pestañas largas y rizadas formaban un arco sobre tus cejas delicadas. Tus cabellos sobresalían, pero seguías luciendo adorable.
Tu olor era suave, cuan perfume de violetas. En cada flor encontrarás un beso y una caricia. Espero no fuera muy atrevido enviarte esto hasta tu trabajo. Esfuerzate.

Atentamente, tu amante secreto."

Suspiré y al escuchar los pasos de alguien aproximándose, guardé la nota en mi chaqueta.

—Cielos, que envidia, Ash te envía flores a la oficina, me hace quedar como un soquete frente a mi novia jaja
—Shorter, Ash no me envió esto.
—¿Qué? ¿Entonces quien?
—No lo sé. Es la segunda vez que me pasa.
—Espera, espera, ¿alguien te ha enviado flores antes?
—Mira— le entrego la nota y la lee.
—¡No puedo creerlo! ¡Eres popular Eiji!
—Basta, no digas esas cosas.
—Bueno, eres guapo, joven, un exitoso fotógrafo y tienes una buena posición. El tipo sabe lo que hace.
—Soy casado.
—¿Y eso que? Te puedes enamorar de un hombre casado.
—Deja de decir esas cosas.
—Pero no sé, yo te veo feliz.
—¿He?
—Eiji, ¿te gusta que te cortejen verdad?
—Es… solo… me abruma, solo eso.
—No te contengas conmigo, ya se como es Ash, no es de mostrar sus sentimientos.
—¿Crees que ya no debería recibirlas?
—No tiene nada de malo, digo, además tu le eres fiel a Ash, se cuanto lo amas.
—Creo que tienes razón, sería un desperdicio, son muy lindas. Las guardaré para llevarlas a casa. Vamos a seguir.
—Bien jefe.

Llegué a casa y coloqué las flores en la sala

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Llegué a casa y coloqué las flores en la sala.

—Llegas tarde.
—Ash, hoy saliste antes.
—¿Y eso?
—Ho, las he visto y se me antojó comprarlas.
—Pues se ven bien. Oye, compré comida china, ¿quieres?
—Si, guardaré mis cosas y regreso.

Entre a la habitación y me cambié de ropa. La nota cayó de mi chaqueta y la tomé.
La leí nuevamente y la guardé en un cajón.

—La próxima semana saldré de viaje. Serán 4 o 5 días.
—Pero prometimos salir, es mi cumpleaños.
—Lo sé, pedí permiso pero es una junta importante, podríamos hacer un convenio con un periódico de Inglaterra, es necesario que vaya.
—Comprendo— dije tristemente.
—Pero en cuanto llegue lo festejamos, te llevaré a comer donde quieras, ya lo verás.
—Si, esta bien.

Continuamos charlando pero oculto la tristeza de saber que pasaré solo otro año.
Al terminar nos recostamos y le miro.

—Ash, ¿tu recuerdas la primera vez que me viste?
—Si.
—¿Y te enamoraste de mi esa vez?
—No, no me llamabas la atención para nada, eras horrible con esa ropa jaja
—Que cruel eres. Buenas noches— me di la vuelta y me cubrí con las sábanas.
—Es broma— dijo abrazándome— tendría que estar ciego para no verte.
—Ash…
—Aunque con la edad perdiste la gracia.
—¡Oye!
—Jaja descansa.

Le miro durmiendo, es tan diferente. Aún así, lo amo, con todos sus defectos.
Me pregunto quien sera la persona que me escribe esas cartas con flores. Debería rendirse, sólo estoy enamorado de una persona.
Dejo un beso en su mejilla y me acomodo para dormir.

—Buenas noches Ash.

Mi amante, mi amor secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora