Cuarto ramo

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—¡…dile que necesito verlo uhoooo!
—Ya estoy en… casa… ¡¿Eiji, por que diablos estás tomando?!
—Miren… llego Ash… bien…bienvenido mi cielo…— dijo tratando de ponerse de pie pero cayendo de inmediato— jajaja ven, brinda conmigo…
—Eiji, ¿que pasa contigo?— dijo molesto su esposo tomándolo de los hombros— ¡Deja de hacer tonterías!

Eiji reaccionó y frunció el ceño. Quito las manos de Ash de su cuerpo y se levantó.

—Si, solo hago tonterías, pero, ¿a quien le importa eh? No llamaste ni una sola vez en mi cumpleaños, ni durante tu viaje… siempre llegas cansado y no te importo, ¿acaso solo soy tu sirvienta? Nunca me dices lo que sientes por mi, algún detalle… siento que estoy olvidado.
—Eiji tranquilo, ven a sentarte…
—¡No me toques!— gritó apartándose de su lado empezando a llorar— Mira lo que me obligas a hacer… para no sentirme solo… estoy harto…
—Eiji…

El pelinegro se recostó a llorar en el sofá mientras Ash limpiaba la sala. Al entrar en su habitación vio docenas de violetas, confundido por esto fue dónde su esposo.

—¿Porque hay tantas flores en la habitación?
—Hoo… ¿las viste? Jajaja esto te sorprenderá, siéntate, no te vayas a caer de la impresión… ¡yo… tengo un amante!

Atónito su esposo se lanzó furioso sobre él.

—¡DEJA DE DECIR ESTUPIDECES, NO ME MIENTAS!
—¡ES LA VERDAD, TENGO UN AMANTE QUE ME AMA CON LOCURA!
—¡TE DIJE QUE DEJARAS DE MENTIR!
—¿PORQUÉ? ¿TIENES MIEDO QUE SEA MEJOR QUE TÚ?
—No lo harías… no me engañarías— dijo consternado— So-solo lo dices porqué estás molesto, ¿verdad?
—Piensa lo que quieras.
—¿A donde vas?— dijo tomandole del brazo.
—A dormir… ya… no quiero verte…
—Eiji espera…

Se solto de su mano y se encerró en la habitación. Se dejó caer sobre la cama y comenzó a llorar hasta quedarse dormido.

A la mañana siguiente Ash le preparó el desayuno para la resaca a Eiji

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A la mañana siguiente Ash le preparó el desayuno para la resaca a Eiji.

—¿Cómo te sientes?
—Me duele la cabeza.
—No debiste tomar así.
—Lo siento, solo quería tomar un poco y termine muy borracho, ¿no hize nada malo o si?
—¿No recuerdas nada?
—No…
—Descuida, solo dijiste algunas tonterías, nada sin sentido.
—Ya veo…
—Eiji— le tomo de la mano y le entregó una caja pequeña— es un poco tarde pero, feliz cumpleaños— se acercó y dejo un beso en su frente, Eiji se quedo asombrado— tengo que irme, llegaré temprano para cenar, adiós.

Eiji aún no se lo podía creer, su esposo, que por años era frío finalmente era tierno. Sonrió y abrió la pequeña caja. Un anillo bastante fino se encontraba dentro, a prisa se lo puso y se alistó para salir.

—¡OMG! ¡Esto debe valer miles de dólares!—¿Es lindo verdad?—Oye, ¿pero porqué te lo dio así con todo y beso?—No lo sé, dijo que era por mi cumpleaños, hasta dijo que llegaría para cenar

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—¡OMG! ¡Esto debe valer miles de dólares!
—¿Es lindo verdad?
—Oye, ¿pero porqué te lo dio así con todo y beso?
—No lo sé, dijo que era por mi cumpleaños, hasta dijo que llegaría para cenar.
—Oye, ¿no se habrá enterado del tipo que te corteja?
—No lo creo, supongo que finalmente se ha dado cuenta que me tiene muy descuidado.
—Puede ser.
—Jefe, un chico lo busca.

Ambos amigos se miraron y salieron fuera del estudio.

—Okumura Eiji, le envían estas flores.
—¿Eh? ¡Oye, dime quién te envió!
—No puedo, adiós.
—Oye…
—Yo iré, tu lee la nota. ¡Oye mocoso, ven aquí!

Eiji olio las flores y abrió la nota que venía con estas.

«Querido Eiji, dime, ¿cómo estás? ¿Te gustó mi regalo de cumpleaños? No es mucho pero fue con todo mi amor para ti. ¿Sabes? Te vi ayer llevando cervezas a tu casa, te mirabas bastante mal, ¿puedo hacer algo por ti? Si tu marido te trata mal puedes venir conmigo, yo te protegeré. Cuando me necesites solo pon tu ramito de violetas en la balcón, yo estaré enseguida en tu puerta.

Atentamente, el que muere por un beso tuyo. Tu amante secreto.»

Eiji sonrió y olio las flores. Movio la cabeza negando esto y tiró la nota y el ramo en la basura. Ash estaba con él, no necesitaba a nadie más.

Mi amante, mi amor secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora