10

5.5K 626 91
                                    

Dos días después Wei WuXian ya estaba completamente recuperado, ahora que su poder espiritual era superior sanaba casi tan rápido como un cultivador de alto nivel, aunque también influía mucho su capacidad para ignorar el dolor, revitalizado especialmente por el tiempo a solas con su HanGuang-jun.

Actualmente ambos caminaban siguiendo la fétida senda dejada por el bestia, Wei WuXian analizaba mientras formaba conjeturas al aire, siendo escuchado por su esposo — Es como un monstruo, cuya energía resentida esta tapada por la energía de los cultivadores absorbidos... — No pudo evitar llevarse una mano para revolver su propio cabello— Pero antes de empezar a absorberlos... ¿Qué era y de dónde provino?

Wei WuXian en su nueva vida ciertamente descubrió su gusto por enseñar, tal vez producto de su propia frustración con maestros como Lan QiRen, que no fomentaban la opinión propia y favorecen la memorización. Estás actitudes se manifestaron constantemente con los discípulos a su cargo, pero en días dónde su humor era directamente proporcional a su aburrimiento, comenzaría a divagar junto a Lan Zhan buscando respuestas a sus deducciones.

Si lo pensaba detenidamente, le recordaba un poco a la Diosa de la Montaña Dafan, un ser que resultó siendo un demonio devorador de almas. ¿Tal vez se trata de un demonio que absorbe energía espiritual? Pero ¿por qué deja putrefacción a dónde va? Tal vez consume los cadáveres después de vaciarlos... No, no puede ser, sino solo estaría impregnado. En cambio, parece provenir de él.

Señaló el camino de podredumbre — Mira, Lan Zhan, ¿qué fue antes de ser lo que es ahora?

Como supiera del análisis interno de Wei WuXian, Lan WangJi no pensó demasiado antes de indicar — Un cadáver.

— Fue un cadáver, — Wei Ying golpeó su puño contra su palma extendida, como si tuviera una gran revelación — pero más que eso, ¡debe ser un cadáver de un poderoso cultivador!

Un cadáver feroz debería poseer demasiada energía resentida contra los cultivadores como para reanimarse y comenzar a atacarlos, tal poder y capacidad de robo de energía solo podría ser realizado por un ser que poseyó un Núcleo Dorado.

Wei Ying siguió caminando mientras hablaba — Con este conocimiento podemos descartar sectas involucradas, por ejemplo, Yummeng Jiang. Desde niños participan en rituales para aplacar la energía resentida y evitar llegar a estos puntos.

Lan WangJi pareció pensarlo un momento y agregó — Tu no lo fuiste.

Wei Ying suspiró, esquivando el camino de esa conversación — Aún si no hubiera sido aplacado, no debería haberse convertido en un cadáver feroz tan poderoso y gigante. Algo alteró el cadáver, tal vez el trozo de amuleto de Tigre Estigio, pero... no pude sentir esa energía en él. Más allá del ruido, tampoco es afectado por ChenQing... — Intentando alejar la frustración anidándose en su mente, declaró con convicción— Sin embargo, sin duda es demasiado maligno. Primero que nada, deberíamos saber dónde está su tumba.

Lan Zhan asintió — Mm.

Hasta ese momento su mejor pista era el camino putrefacto y mientras más antiguo era el rastro menos se notaba, por lo que al final su única señal era la senda de destrucción y tierra infértil, atravesaron las ruinas de dos sectas, totalmente extintas por la bestia.

Pronto anocheció y a falta de posadas para descansar, se quedaron en el edificio abandonado en mejor estado de la última secta, más limpio y amplio que el resto. Prendieron un par de lámparas y mientras Wei Ying buscaba dónde improvisar una cama, Lan Zhan se dirigió a la cocina para preparar algo de comida con lo que encontró allí.

Después de un rato con mucha prolijidad puso sobre una mesa varios cuencos de comida que incluían algo de arroz, verduras y carne de cerdo recién preparados, acompañados con un poco de agua y té. Wei Ying se sentó a la mesa sin ocultar su asombro y alegría — ¡Nunca dejas de sorprenderme Er-Gege, eres impresionante! —Como insatisfecho con sus palabras, agregó con un tono meloso— Sabes que puedes pedir lo que quieras de mí, con gusto te complaceré...

Restaurando LazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora