Capítulo 23

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El reloj marcaba ya las 11:24 de la mañana, pero todo se veía completamente igual desde la sala de controles. Ahí no pasaban las horas, no pasaban los días, siempre estaba oscuro, iluminado solamente por las pantallas que transmitían las imágenes de las cámaras de seguridad.

Watari midió el tiempo en su mente. Si sus cálculos eran correctos, su protegido había pasado alrededor de cinco o seis horas interrogando a Misa Amane y otras dos en el hospital. Al principio le parecía increíble pensar que Ryuuzaki se hubiera atrevido a golpear a una mujer, pero tras escuchar sus palabras, sintió alivio de saber que había sido un accidente.

Sorbió un poco de su té mientras observaba, junto con los candidatos a ser L, cómo Ryuuzaki hacía uso de su capoeira para hacer frente a los puñetazos de Kira. Por momentos intercambiaba la mirada hacia la pantalla que mostraba la habitación donde Misa Amane estaba encerrada; no podía evitar sentir lástima al verla llorando de esa forma, pero tampoco podía hacer algo para evitarlo.

-Al parecer a ese tipo le gusta mucho provocar a las personas- Interrumpió Mello sacándolo de sus pensamientos. Watari lanzó una mirada de reojo.

-Es una forma de presión psicológica, Mello, es divertida-contestó su amigo

-¡Argh!... Watari, ¿esto es estrictamente necesario?- Mello gruñó agitando su cuerpo. Había sido amarrado a una silla.

-Son órdenes de Ryuuzaki. No puede permitirte andar libre en un momento como este

-¡No soy estúpido como para interrumpir!

-Pero sí impulsivo, Mello

Su amigo rió sonoramente. Tomó una de las galletas que el anciano había llevado al lugar y la comió con lentitud. Podía sentir la mirada azulina de su amigo llena de incomodidad y rabia. Por momentos volteaba a verlo moverse en su silla, agitando los cabellos rubios que le llegaban a la barbilla y se preguntaba cómo era posible apreciar tanto a alguien tan agresivo. Sonrió y regresó la mirada a la pelea en pantalla.

-¡Ryuuzaki, te ordeno que dejes a mi hijo en este instante!

-Bueno, jefe, Light comenzó... -abogó Matsuda

-¡Tú cállate! ¡Ryuuzaki, deja de jugar!-interrumpió Aisawa- no sé si sea el momento, pero todos estuvimos hablando. Yo no creo que tenga caso que sigamos con esta investigación. Kira ha muerto, tenemos la Death Note y tenemos al shinigami... Yo considero que...

-Light Yagami es Kira- mencionó L sin soltar las muñecas de Light, observando sus ojos- Así que ya viste a Ryuk...

-¡Que no soy Kira! ¡Kira era Higuchi!-Light impulsó su cuerpo para liberarse y poder levantarse.- ¡¿Qué esperan para matarlo, Rem, Ryuk?!

-No, Light, tú eres Kira- Él señaló con uno de sus dedos, incorporándose en su acostumbrada posición curvada.

-¡Que no!- se acomodó la playera e hizo una seña con la mano que iba del hombro hacia abajo, negando. Manipuló sus ojos para comenzar a llorar con semblante de desesperación- ¡Ryuuzaki, entiende! ¡Ya nos has hecho mucho daño a Misa y a mí! ¡Déjanos en paz!

Mogi y Aisawa esquivaron a Matsuda, que aún se mantenía impidiéndoles el paso y cada uno tomó a Light y L respectivamente para evitar que volvieran a golpearse. Ryuuzaki usó un poco de fuerza para quitar la mano que Aisawa tenía en su hombro derecho y luego el hombre comenzó a hablar.

-Ryuuzaki, entiende que no tienes pruebas para seguir acusando a Light, debes dejarlo ya, te estás obsesionando con algo imposible

Todo se quedó en silencio. Matsuda suspiró pensando en el daño que provocarían sus acciones, pero se abrió el saco y tomó la carta de Misa de una bolsa interior. Carraspeó atrayendo la atención. Al instante, Light reconoció la hoja y sintió un golpe imaginario en el estómago.

Cambiar de Príncipe | LxMisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora