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— De acuerdo, aquí vamos. Después de todo solo me voy a casar...no es para tanto -...- dije casi en un susurro para mí misma, las puertas se abrieron y caminé hacia el altar.-

- Ups...creo que me adelante demasiado. Regresemos años atrás, cuando era una niña y llegué por primera vez a Ávalor "El reino de los dioses".

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Descendimos sobre la tierra helada de Ávalor. En verdad todo aquí está congelado, no es como las estatuas de piedra. Éstos simplemente están paralizados en las cosas que hacían antes de la llegada de Jadis.

— ¿Qué sucedió aquí? -...- pregunté a Siyah mientras observaba cada detalle del azulado pueblo.-

— La bruja, Señorita. Ella causó este desastre -...- dijo el Pegaso.-

— Quisiera...saber la historia de éste reino... ¿Podrías? -...- mis palabras sonaron levemente a súplica.-

— Si, señorita. Pero su propio pasado es algo que debe descubrir usted misma -...- dijo Siyah y comenzó a caminar mientras relataba los hechos ocurridos en este lugar tras las creación de Narnia.-

Todo se remonta a los primeros años de vida de éste mundo. Cuando Narnia fue creado y todo eran un caos, Aslan resguardo a miles de criaturas extraordinarias en sus tierras y horizontes. Aquí es el lugar en el cual los dioses del Olimpo se levantaron en reclamo por justicia en contra de su propio padre, Kronos. "La guerra de los Titanes", se llamó. Fue un combate tan largo como el mismo cielo, duró por 10 pesados años. Cuando por fin la victoria se dió a los Dioses, Zeus, Señor del trueno. Tomó su puesto con el máximo poder y encerró a los Titanes en el Tártaro, condenados a cadena perpetua. Siguen ahí, viviendo cada día de su eterna vida encerrados. El dios supremo, Zeus, repartió el poder entre sus aliados. Poseidón se convirtió en el señor de los mares y Hades en el único dueño del subsuelo. Todos los dioses que lucharon con valor a su lado recibieron su debido reconocimiento. Y, así, todos los dioses comenzaron su gobierno sobre la tierra y el hombre en el reino de Ávalor. Cuidando el territorio desde lo alto del monte Olimpo...

- De pronto, estábamos en una colina alta, desde la cual, se podía ver tan claramente el pueblo y a lo lejos se apreciaba el hogar de los los dioses.-

— El Olimpo...-...- dije en un susurro para mí misma y seguí observando.-

- Noté que sobre los techos de cada una de las casas se formaba un símbolo diferente. Eran aquellos que representan a cada uno de los dioses:

 Eran aquellos que representan a cada uno de los dioses:

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ꕥ꧁L̆̈ᴀ H̆̈ɪᴊᴀ D̆̈ᴇ L̆̈ᴀ B̆̈ʀᴜᴊᴀ꧂ꕥ."ˡᵃˢ ᶜʳᵒⁿⁱᶜᵃˢ ᵈᵉ ⁿᵃʳⁿⁱᵃ"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora