ꕥ꧁L̆̈ᴀ H̆̈ɪᴊᴀ D̆̈ᴇ L̆̈ᴀ B̆̈ʀᴜᴊᴀ꧂ꕥ."ˡᵃˢ ᶜʳᵒⁿⁱᶜᵃˢ ᵈᵉ ⁿᵃʳⁿⁱᵃ"

El Plan. Part 2

El cambio fue radical. Aquella escena se desvaneció al igual que las otras.

Ahora podía ver a los dioses rodeando a una pequeña esfera de luz mientras cada uno de ellos aportaba un don, así fue como inició Zeus, diciendo:

—Tendrás valentía y fuerza. Unirás a los tuyos dando prioridad a los inocentes. Yo te otorgo el don de un gran líder.

Mientras Zeus hablaba, hacia movimientos con sus manos que, al terminar, se convirtieron en un rayo que transportaba a un águila. Aquel resplandor fue directo a la esfera de luz y lo atrapó dentro de sí.

—Yo, Ares. Te otorgo el don de la agre-... Bueno, de la agresividad durante la guerra. Aprenderás que no puedes ganar todo combate y lo convertirás en un ancla para seguir luchando por lo que deseas.

—Qué profundo—Comentó Apolo.

—No me interrumpas. —Riñó Ares, pero aquellas palabras se unieron al don que otorgaba. —Ganarás todas tus guerras en tanto aprendas de ellas. —Terminó.

—Deberías considerar ese don para ti mismo—Volvió a comentar Apolo, con un toque de burla.

—Estoy considerando estampar tu cara contra ese muro—Respondió Ares, con brusquedad.

El águila dentro de la esfera de luz atacó a un pez con tal agresividad para obtener su comida. Así era como cada don se adaptaba al principal.

—Silencio. Es mi turno—Recordó Atenea. —Te otorgo el complemento al don de Ares, no solo serás un buen guerrero, sino que también portarás estrategia para atacar y llevar las tropas.

Concedió la diosa, haciendo que el águila, pese a ser un ave solitaria, volara en compañía de una pequeña parvada.

—-¡Sigo, yo! ¡Sigo, yo! —Anunció Apolo. —Pequeña e inexistente nada. Gracias a mi tendrás el don de irritar a los demás-

—¡Apolo! —Riñó Deméter.

>> ¿Ves? ¡Funciona! Aprenderás de tus errores y buscarás corregirlos. Con esta flecha te doy la habilidad sobre cualquier arma que esté en tus manos. Amén

—¡Apolo! —Riñó con burla su gemela. —Para la pequeña creación, de mi parte, obtendrás el don sobre los animales. Será la mejor compañía que tendrás en la vida.

—Todos le han otorgado dones absurdos—Replicó Hera—Es hora de que tenga algo de verdad. De mi parte llevarás la condena de dar vida. Serás mujer, tan hermoso y terrible como eso. Deberás soportar el matrimonio no deseado para ayudar a los tuyos, pero, para tu suerte, habrá alguien que te aprecie de verdad. —Pronuncio ella, sin despegar la vista del Rey de los dioses. —Al menos gozarás de siempre saber que es lo mejor para tu pueblo.

—No es por asustarte, pero todo parece indicar que dormirás en el sofá—Susurró Artemisa, dirigiéndose a Zeus, a lo que él respondió con un suspiro cansado.

—No seré ninguna madre rencorosa, pequeña guerrera. —Comenzó Afrodita—Te dotaré de belleza, pero no más que yo. Y claro, portarás gracia, amabilidad, elegancia, inteligencia, todo lo que una buena mujer necesita para este mundo.

—¿Ves, Hera? ¿Por qué no eres como ella? —Bromeo Hades.

—Oh, aprendió de los mejores—Apolo y Artemisa sonrieron orgullosos.

—Silencio—Pidió el Rey del inframundo—La dotaré sobre la muerte, una pequeña ayuda para las futuras guerras.

El águila voló sobre un campo de flores que murieron a su paso

—Y yo te doto sobre la vida. Podrás ayudar a los aliados que lo necesiten—Cumplió Perséfone, haciendo que las flores que dejaba detrás el águila revivieran.