Las desventuras de Bolt y Mittens

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Los desafíos y aventuras que presenta un campamento siempre son increíbles. Y más aún si estas con tus amigos. Es una gran oportunidad para compartir momentos, tener experiencias magníficas, en fin, hacer múltiples cosas.

Un clima agradable y tiempo al aire libre, ¿perfecto verdad?.

Pues para estos queridos personajes es tradición que sus "excursiones y campamentos" no sean color rosa.
La clase se encontraba bajo el cuidado del gruñón (y enano) maestro Finnick, quien tenía fama de hacer sufrir a sus estudiantes con sus actividades. Y ese día, obviamente no sería la excepción.

—Creo que me congelo— dijo con su "normal" tono de voz molesto y ceño fruncido Jack Savage en dirección a Mittens que caminaba junto a él.

—No eres el único — respondió ella de igual manera, abrazándose a sí misma.

Si bien no era un clima ártico, si era uno húmedo y depresivo, la noche anterior había caído una fuerte tormenta, y al parecer el frío se había quedado para hacer compañía. Lo que todos creían que iba a ser un día de actividades en las cabañas y chocolate caliente, había sido destruido al momento en que la voz del amargado de Finnick sonó por los parlantes del lugar con un "amable": 'Coloquense una bufanda y muevan ya sus holgazanes y jóvenes traseros'.

Y ahí tenían al pobre grupo de chicos y chicas con frío subiendo una colina en dirección a la actividad programada por su maestro.

—Les prometo que si llueve, tiraré por un precipicio a ese enano de Finn— Hasta Nick estaba molesto, el pelinaranja había organizado su día la noche anterior, y en ninguno de sus planes estaba agendado salir de la cama.

—¿Saben algo?— habló Judy llamando la atención del grupo— Por lo menos uno de nosotros lo esta disfrutando.

Acto seguido el pequeño grupo dirigió sus miradas a un chico peliblanco que iba acompañado de una chica también de cabello blanco y corto, evidentemente bonita y mucho más baja que el chico. Estos charlaban animadamente y ella lo llevaba tomado del brazo.

—¿Sigue sin darse cuenta que la chica le está tirando hasta la herencia?— Preguntó en general la albina de Skye.

—Es Bolt— respondió Mittens rodando los ojos.

—Le podrían estar coqueteando sin disimulo alguno y seguiría sin entender— completó con tono irónico Nick.

—¿Cómo alguien inteligente y prácticamente bueno en casi todo es un idiota con el tema del amor?— cuestionó Jack alzando una ceja sin apartar la vista del chico al que estaba criticando.

—Los lindos son idiotas— expresó Skye dirigiendo sus azules ojos hacia el frente nuevamente, ganándose una mirada indignada de los dos varones que caminaban junto a ella.

Judy se acercó a Mittens con intenciones de preguntar unas cuentas cosas (y enterarse del chisme, obviamente).

—¿No estás ni un poco celosa?— cuestionó la peligris a la contraria.

—¿Debería? — se extrañó la ojiverde.

—¿No te molesta ni un poco que Marie se le acerque con tanta confianza?— volvió a cuestionar la de ojos violeta.

La pelinegra dudó su respuesta, y miró nuevamente al chico el cual era motivo de esa extraña plática, este sonreía de manera sincera e inocente ante lo que la chica con la que iba acompañado le decía.
No respondió.

Judy supo que no debía presionar, así que tomó la mano de Mittens en señal de confianza, quien ampliamente sonrió al sentir el gesto de la contraria.