[Niñeras por excelencia]

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Lamento tardarme en publicar, tuve un mini-bloqueo, pero acá esta, disfrútalo ❤❤

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—¡¿Cómo diablos perdiste un niño, Nick?!— el chico de cabello blanco se veía frustrado y molesto, cada día se le hacía más difícil lidiar con la incompetencia del pelinaranja.

Pero...¿Qué demonios había ocurrido esta vez? Nada más y nada menos que un simple acto de amabilidad hacia un amigo y que ahora había terminado por juntar las palabras "niño" y "perder" en una misma oración.

Marlín por fin había decidido dar el primer paso con Dory e invitarla formalmente a una cita, pero había un pequeño inconveniente de 10 años: su hermanito menor Nemo.
No tenía quien lo cuidara.

Bolt al enterarse de eso, con toda la dadivosidad del mundo, se había ofrecido a cuidar al pequeño, teniendo una hermana menor, sabía que hacer, a lo que Marlín accedió. Claro, no contaba con que sus amigos se le pegaran como garrapatas embobados por la ternura del niño. Al principio no le pareció mala idea, pasear por el centro comercial cuidando a un pequeño y con sus amigos, todo indicaba que sería una tarde tranquila.

"Indicaba". Porque una cosa que no se le cruzó por la cabeza era que, por hacer un recado de su madre, y confiar al niño en manos de Mittens y Nick, el pequeño se perdería debido a lo distraídos y despreocupados que en ocasiones podían llegar a ser esos dos.

—¡Ya te dije que no fui sólo yo!— se defendió Nick— ¡Mittens también tiene parte de la culpa!— la mencionada lo miró indignada.

—¿Disculpa?— la chica hizo un gesto con la mano— El niño estaba tomando mano— resaltó su acusación.

—¡Y tú ni siquiera lo mirabas!— atacó Wilde.

—¡Chicos basta!— Judy se metió a la discusión — Lo importante ahora es buscar al pequeño Nemo. No pudo ir lejos— Judy intentaba calmar la situación, pero realmente estaba aterrada de imaginar que al niño le pasara algo —Acabo de hablar con Jack y Skye, están bajando y vienen a ayudarnos—

—Nos separaremos y...—Nick fue interrumpido de manera brusca.

—No— sentenció Bolt— Ustedes, se van a separar de nosotros— comentó empujando a Nick, quien abrió sus ojos con sorpresa por el gesto. Por lo general su amigo no era agresivo.

Judy sintió la tensión subir en el ambiente, sabía que el peliblanco era muy cuidadoso cuando tenía algo a su cargo, y en parte ella comprendía su enojo. Por lo que no intentó detenerlo.

—¿De que hablas?— cuestionó Mittens, quien hasta el momento se había mantenido un poco al margen de las cosas.

—Tú y Wilde buscarán por su lado, y nosotros por el nuestro, estaba con ustedes cuando se fue— con evidente enfado, mencionó el chico.

—Ustedes son cuatro y nosotros dos, nuestro campo de visión se reduce— frunció el ceño Nick.

—Si ese niño no aparece Wilde...— empezó acercándose a él —...te prometo que te haré barbacoa— amenazó, a lo que el intimidado levantó sus hombros tratando de esconder su cabeza.

Y por primera vez en mucho tiempo, los dos centímetros que Nick medía más que Bolt, se sintieron como los tres metros bajo tierra que quedaría si no encontraban al pequeño Nemo.

—Y en cuanto a ti...— habló el de cabello blanco acercándose esta vez a Mittens, haciendo que ella retrocediera y su espalda chocara con una pared, cuando eso pasó, el estampó con fuerza ambas manos a los lados de la cabeza de la chica, acorralándola— te enterraré en mi jardín — finalizó con una cínica sonrisa, apartándose de ella, dejándola espantada.

Las desventuras de Bolt y MittensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora