Snowflake

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Elsa's POV
Los pájaros cantaban, el sol entraba por mi ventana y a mi me dolía la cabeza, abrí los ojos con dificultad, pero los cerré de inmediato, el sol era demasiado fuerte, me cubrí por completo con la colcha y por fin me animé a abrir los ojos. Sacando la mano de mi sagrado refugio, busqué a tientas mi celular, al ver las notificaciones, mi sopor se desvaneció, me incorporé tan rápido que incluso me mareé un poco, mi corazón latía increíblemente rápido.

2 mensajes de: Dash Dash Rapidash

Me tallé los ojos, intentando razonar el por qué Tadashi me mandaría un mensaje, respiré hondo, intentando recordar todos los detalles de la noche anterior, sin embargo, había una laguna gigante justo después de haberme subido al coche de Jack.

—piensa, Elsa ¿qué pasó?— me golpeé ligeramente la cabeza, susurrando para mi

Como una broma cruel del destino, la configuración que yo había escogido para mi celular impedía que yo viera lo que estaba escrito en el mensaje. De no ser por la fase metiche de Anna, esto no estaría pasando. Mordiéndome los labios, desbloqueé mi teléfono y abrí la aplicación de mensajería. En cuanto vi los mensajes, mi corazón dejó de latir por tres milésimas de segundo.

"Hola Els, solo para avisar que llegué ok, descansa. \:v/"

"¿Era en serio lo que dijiste hace un rato?"

Gruñí ¿qué le había dicho anoche? ¿Por qué había tomado tanto si sabía que algo así pasaría? Desafortunadamente, no pude seguir pensando en lo que le había dicho, pues mi papá se asomó en la puerta de mi habitación, estaba dispuesta a correrlo de mi cuarto, pero su rostro no admitía réplica.

—Elsa, baja por favor, ya está el desayuno

Tuve que olvidarme del mensaje y bajé a la cocina, donde el resto de mi familia se encontraba, estaban todos, menos Jack. Mi abuela Ingrid sorbía de su café con cara de que sabía algo que yo no, Anna ponía la mesa con cara seria, sus mejillas estaban rojas, como si acabara de llorar y mi papá era la figura más intimidante de la mesa, con el ceño fruncido y los labios apretados, temblé un poco al verlo.

—Elsa, Anna, siéntense por favor

Mi hermana y yo nos sentamos, yo no entendía qué estaba pasando y por qué mi papá se veía tan enojado.

—niñas, me gustaría que me dijeran si tienen idea de dónde está su hermano— Anna y yo nos volteamos a ver ¿ni siquiera papá sabía?

El universo trabaja de formas maravillosas, pues con una coordinación perfecta, la cerradura giró y Jack entró a la casa, muy quitado de la pena, se asomó brevemente a la cocina y se encogió de hombros.

—iré a tomar un baño

—Jackson Arendelle, siéntate en este instante

El tono de papá le daba miedo a cualquiera, incluso a mi hermano, que, de mala gana se sentó.

—me gustaría saber en qué momento perdieron el rumbo, hijos— papá nos miró uno a uno, cuando Jack iba a hablar, mi papá lo cortó —Elsa, llega borrachísima a la casa, tan borracha que no se dio cuenta que yo la recibí, Jackson duerme una noche fuera sin tomarse la delicadeza de avisar y encuentro cigarros en la mochila de Anna, me gustaría que me explicaran

¿Anna? ¿Fumando? Esas no eran palabras con las que yo relacionaba a Anna ¿cómo pasó? Volteé a ver a Anna, que solo tenía la cabeza agachada. Mi impulsivo hermano obviamente no se quedó callado.

—es obvio, papá, Elsa se llevo el coche y tuve que caminar a casa, eso me llevó toda la noche

Hijo de la...¿Qué se creía? ¿Ahora es mi culpa?

—¿acaso es mi culpa que no puedas tomar un taxi o el fregado tranvía?

—es tu culpa ser una egoísta sin emociones ni respeto por la vida privada— Jack atacó de vuelta

—¡niños!— papá alzó un poco la voz, de inmediato nos callamos —claramente, tienen que arreglar sus problemas, los tres, como hermanos, no saldrán de aquí hasta que se arreglen entre ustedes

Miré a mi papá, incrédula...¿no se suponía que él nos iba a regañar? Mi abuela se levantó de la mesa y mi papá y ella salieron de la cocina, dejándonos a mis hermanos y a mi sentados. Jack y yo nos mirábamos, furiosos, el silencio era perturbador, sin embargo, la vocecita de Anna lo rompió.

—chicos...los cigarros no eran míos— mi hermana estaba roja, y tenía lágrimas en los ojos, rápidamente, Jack y yo nos levantamos para abrazarla

—¿de quién eran, entonces, Anna?— le froté la espalda, intentando consolarla

—son...son de mi novio— Anna sonrió un poco, pero empezó a llorar —y ahora papá cree que fumo

Estaba a punto de abrir la boca, pero la mirada de Jack me detuvo, tal vez tenía razón, tal vez debería solo escuchar.

—¡me siento tan sola! Ustedes no me hablan y menos ahora que están enojados ¿por qué las cosas no pueden ser cómo antes?— la mirada que mi hermanita nos dirigió me rompió por completo

Mis hermanos tenían razón, desde hace un tiempo estaba siendo la peor persona del mundo, casi no hablaba de cosas significativas con mis hermanos y evitaba estar en casa. Mi labio inferior comenzó a temblar, señal de que iba a llorar.

—yo...yo lo siento, no creía que se sintieran así— me tallé los ojos, intentando meter las lágrimas —Jack...lamento meterme en tu vida...solo, quería saber algo de ti

Mi mellizo nos abrazó a las dos, por un buen rato, no nos soltamos, hasta que Jack habló.

—las perdono...lloronas— Jack se burló, para aligerar el ambiente

Anna le pegó y nos reímos los tres, realmente era muy complicado el hecho de que mamá estuviera en el hospital. Tal vez eso nos faltaba, hablar largo y tendido, habían pasado tantas cosas que tal vez no nos habíamos dado la oportunidad de sentir. Justo cuando nos terminamos de reír, mi papá entró con una sonrisa.

—chamacos...los amo mucho— mi padre abrió sus brazos y los tres corrimos a abrazarlo

Tuvimos que calentar el desayuno y fue una comida de lo más encantadora, fue como aquellos desayunos que teníamos antes de que mamá entrara en coma, realmente lo extrañaba.

Mis hermanos y yo vimos películas en el cuarto de Jack, como hace mucho no hacíamos, ahí, hablamos, Jack nos contó sobre Rapunzel y me agradeció por presentársela, Anna nos dijo que lo de su novio era una sorpresa y que pronto lo traería a la casa, yo les conté un poco sobre Honey Maren, aún no me animaba a contarles lo de Tadashi. Fue realmente una tarde muy bonita, como las que aparecen en las películas cristianas de bajo presupuesto. Antes de irnos a dormir, papá nos llamó a su oficina.

—en verdad me alegra que se hayan contentado— su bigote pelirrojo se movió cuando sonrió —están castigados, un mes, sin salidas

Justo después de decir eso, nos cerró la puerta en la cara...supongo que era de esperarse, nos dirigimos a nuestras camas un poco decepcionados, pero decidimos tomárnoslo con humor, sin embargo, mi día no terminó tan tranquilo, pues mientras me lavaba los dientes, me llegaron dos mensajes. Uno de Honey Maren y otro de mi amigo japonés, primero, leí el de ella.

"La llegada del invierno me recuerda a ti, ten bonitas vacaciones, snowflake"

No pude evitar sonreír con esa cursilería, le respondí algo entre bonito y ridículo, ella me respondió con varios emojis, realmente me gustaba esa chica, pero el motivo de mi taquicardia obviamente se tenía que hacer presente.

"Els...te invito a desayunar mañana, por favor, necesito hablar contigo"

Tadashi Hamada...vas a ser mi ruina.

N/A:
Creyeron que Tadashi se le iba a declarar tan pronto ¿verdad? ¡Pues no! Ya casi llegamos, pero antes, los haré sufrir un poquito. Este capítulo era medio largo, así que lo dividí en dos, por el bien del suspenso, el próximo lo narrará por completo Tadashi, espérenlo en los próximos días. Los querría mucho si me regalaran un voto o un comentario.
Como siempre, los quiere
-Liv

Brain Freeze (Tadelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora