ℂ𝕒𝕡. 𝟜

3.3K 147 0
                                    

Rio y yo nos miramos preocupados

- ¿Cómo es que Alemania está incluida en este problema? Si solo Río y yo  venimos. Dice Tokio un poco confundida

- Luego les contaremos ahora todos a trabajar. Dije para cambiar de tema

[...]

Volví al Hall con Berlín para hacer guardia, hasta que escuchamos un disparo

- Tranquila Alemania, todo está bajo control. Dijo Berlín tranquilo

Le di un leve sonrisa a Berlín para restarle importancia, pero por dentro me estaba dando un ataque de nervios, Ese tiro venía del baño, y Denver momento antes me dijo que se tenía que llevar a Mónica de allí. Decidí no pensar lo peor, hasta que se escuchó un segundo tiro.

- Ahora vuelvo Alemania. Dijo Berlín retirándose del Hall

Poco tiempo después fui detrás de Berlín, cuando llegue les escuche hablar.

- Dos tiros. ¿Tienes mala puntería o es que te ponen nervioso las rubias

- Si te cogen de la puerta y te empiezan a suplicar que no la mates se hace un poco más difícil. Dime, ¿Porque no la has matado tu?

Me asomé por la puerta y pude ver a Denver cogiendo a Berlín del cuello, y atrás de ellos a Mónica en un charco de sangre.

Denver al verme soltó a Berlín, y los dos voltearon a verme

- Vuelve a ponerme una mano encima y eres hombres muerto. Llévala a la cantera de carbón y tirarla dentro.

Berlín se fue dejándonos solos, y yo miraba a Mónica sin decir nada.

Negué con la cabeza y me di media vuelta para irme, totalmente decepcionada y con los ojos cristalizados, pero Denver me cogió del brazo y me metió dentro del baño, para después cerrar la puerta

- Denver suéltame y no me toques, ¿Cómo has podido hacer eso? ¿Desde cuándo matas a personas inocentes? ¿Cuando te volviste un asesino?

- No lo soy Alemania

- ¿Cómo que no? ¿Y esto que es, una muñeca inflable?-. Pregunté ironía mientras me cruzaba de brazos.

Denver se queda callado y mira a un lado, mientras que yo iba hacía el cuerpo de Mónica. Me puse de rodillas en el suelo y le miré la pierna

- No la he podido matar, pero era hacer esto para que Berlín pensara que si lo he hecho, o me mataba a mi.

- Que hijo de puta. No tiene los santos cojones de matarla el, es mejor manchar tus manos de sangre, ¿No?

Me levanté y fui hacía Denver. Estaba mirando al suelo, un tanto avergonzado, pero le cojí la cara e hice que me mirará.

- Ey, no tienes la culpa de nada me oyes no tienes nada de culpa. Lo has hecho bien, y no ha muerto nadie, eso es lo importante

Denver asintió y me dió un corto beso en los labios, me abrazo de la cintura y yo le rodeé su cuello con mis brazos.

- Voy a ir a llevarla a una de las cámaras. Dice que solo ella tiene la contraseña, así que es el mejor sitio para esconderla

𝕮𝖔𝖓𝖙𝖎𝖌𝖔 𝖍𝖆𝖘𝖙𝖆 𝖊𝖑 𝖋𝖎𝖓𝖆𝖑 ⒹⓔⓝⓥⓔⓡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora