Sentía un poco de dolor en su cabeza, junto con una gran confusión y una tristeza desgarradora en su corazón.
Esperaba que todo fuese un sueño, que ahora despertaría en su cama y que sería un día normal junto a su familia, junto a Garen. Pero al abrir los ojos se dio cuenta de que todo era real, y lo comprobó al tocar su herida, la cual tenía muchas vendas, y aún así la sangre se traspasaba, y dejaba ver una gran mancha roja.
—Lux, por fin despiertas —dijo una voz familiar, una que parecía ser de Quinn, quien era muy amiga de Lux.
—¿Qué pasó? —preguntó la joven, aún un poco desconcertada— ¿Garen está bien?
La cara de Quinn cambió de felicidad a tristeza en cosa de segundos.
—Garen perdió mucha sangre... los médicos dicen que es muy complicado que se recupere.
Lux sintió un gran dolor en su corazón, más que antes, pues ahora estaba consciente.
—Todo es mi culpa, lo arruiné, denuevo... —sollozó.
—No, Lux. Esto no es tu culpa. Por desgracia nuestra nación corre un gran riesgo.
—¿Qué pasó en la batalla?
—Sylas y su ejército se fueron contra demacianos y noxianos, lo que hizo que Noxus se retirara. Pero nosotros no fuimos muy favorecidos por eso, perdimos a muchos.
—Y... ¿sabes algo de Ezreal? —preguntó preocupada—. Ya se fue de acá, ¿no es cierto?
—No, él también está muy preocupado por ti. No ha abandonado Demacia todavía. Ha preguntado por ti todos estos días.
La rubia sintió algo de alivio, pero seguía muy triste por el hecho de que su hermano estaba casi muerto, y probablemente su vida terminaría en cuestión de días, horas o hasta minutos.
Quinn se acercó a su amiga, y tocó su hombro en señal de consuelo, para después darle una noticia algo devastadora, aunque ya nada podía ser peor.
—Lux, estás en gran riesgo. Algunos de los soldados que sobrevivieron han comenzado a sospechar de tus poderes, pero en cualquier momento puede haber otra invasión noxiana, y nadie así, en estas condiciones puede resistir otro ataque.
—Ve al punto...
—Tu familia decidió que debes evacuar a Uwendale, en la frontera con Freljord. Es lo más conveniente, hasta que te recuperes por completo. Después ya se verá.
—No... no voy a dejar a Garen aquí.
—Nadie más que yo entiende tu dolor —dijo, sentándose a su lado—. Sé lo que es perder un hermano, pero tú no lo has perdido todavía. Debes tener fe, y pensar en lo que Garen hubiese hecho por ti en esta situación.
—Él no me dejaría sola...
—No hablo de eso, Lux. Él también querría que estuvieses a salvo y lo sabes.
La joven se quedó pensando, pero de ninguna manera le parecía una buena idea. No quería abandonar a su hermano. Además probablemente estaría muy limitada en la ciudad a la cual querían evacuarla.
—¿Puedes decirle a mis padres que quiero ver a Ezreal?
—Tu tía no ha sido partidaria de...
—Lo sé, tía Tianna no es partidaria de nada de lo que yo quiera. Quinn, por favor. Solo quiero hablar con él antes de marcharme.
La chica asintió, y se retiró de la habitación.
Lux empezó a recordar los últimos momentos que había vivido junto a su hermano, y enseguida se sintió mal por ver que todas sus pláticas se transformaban en peleas. Pero también recordó momentos de profunda conexión, en donde sólo ellos dos se entendían. Esos momentos se fueron extinguiendo a medida de que Garen tomaba pensamientos extremadamente conservadores hacia el uso de magia, y cómo había que extinguirla en Demacia. Lux no le daba importancia a eso ahora, solo recordaba los buenos momentos, y una inmensa tristeza recorrió su ser al darse cuenta de que lo más probable era que esos momentos no volvieran jamás.
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don't leave me(Ezreal x Lux)
RomanceDespués de la muerte del rey de Demacia, Lux, la dama luminosa, empieza a sentirse muy culpable por haber liberado al prisionero mágico, quien ha iniciado una gran catástrofe. Posteriormente las cosas parecen calmarse, sin embargo ella sigue hundida...