II

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—Luxanna, ¡debes hacer lo que se te dice!

—¡No, tía Tianna! No quiero casarme con el príncipe. No puedo hacerlo.

—¿Crees que estás en posición de decidir, niña? Tú causaste este desastre.

—No seas tan dura con ella —dijo su hermano, quien se sentía triste por Lux.

—Calla, Garen. Te recuerdo que tú también hiciste una estupidez. Me decepcionas. ¡Los dos me decepcionan!

—No es culpa de Garen, yo pedí que los liberara. Son buenas personas.

—¿No dijiste lo mismo de Sylas? ¿Y cómo terminó todo? No sabes lo que haces, niña. Si los noxianos se enteran de lo que pasó, somos blanco fácil. Y te aseguro que se enterarán, y pronto vendrán a atacarnos ¡Eres un desastre, Luxanna!

La chica aguantó las lágrimas, y prefirió no seguir hablando, pronto su tía se retiró. Sabía que su tía la quería, pero casi nunca lo demostraba.

Se produjo un silencio incómodo en la habitación, mas de pronto entró uno de los guardias para informarles acerca del criminal que habían capturado la noche anterior.

—Capitán, señorita Crownguard. El prisionero ya despertó.

—Gracias por informarnos —dijo Garen—. Iré enseguida para interrogarlo.

—Yo iré contigo.

—No, tú te quedas.

—No aceptaré más órdenes de tu parte, hermano. Además fui yo quien lo capturó, tengo derecho a ir.

El castaño refunfuñó.

—Está bien, pero te quedarás callada. Deja que yo hable.

Lux aceptó, y siguió al guardia y a su hermano hasta la celda de Ezreal, quien descansaba en el catre, mirando hacia el techo.

Se paró rápidamente cuando vio a la chica que lo había cegado la noche anterior, y no solo con su luz, sino también con su belleza. Pero en vez de coquetear o halagarla(como solía hacerlo con cualquier chica que se cruzaba en su camino), decidió hablarle duramente.

—¡Tú! ¡Tú eras la maga de ayer! ¿No que la magia estaba prohibida en Demacia?

—Aquí las preguntas las hago yo reprochó Garen.

—No responderé nada hasta que me devuelvan mi guante. Además no tienen ningún argumento para haberme encerrado.

—¡Ja! ¿Heriste a veinte guardias, y piensas que te dejaremos libre?

—Ellos se lo buscaron. Yo no les hice nada. ¿O acaso me encerraron por usar magia? Lo cual no tendría sentido, porque aparentemente ella también la usa.

—¡Te repito que las preguntas aquí las haré yo! —dijo Garen, con dureza.

—Bien, responderé a sus preguntas. Solo si ella me las hace, porque yo también quiero respuestas.

—Garen, deja que yo me encargue. Te prometo que no haré ninguna tontería.

El soldado lo pensó un momento, pero aceptó la petición de su hermana. Miró de forma amenazante a Ezreal, pero éste le devolvió una mueca de burla mientras se retiraba.

—Que te vaya bien soldadito.

—Ya basta —dijo Lux—. ¿Acaso quieres que te maten?

—No creo que sean capaces.

—¿Quién eres? —preguntó, ignorando su comentario.

—Soy Ezreal, seguramente has oído de mí —mencionó en tono coqueto.

don't leave me(Ezreal x Lux)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora