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"Se me hace difícil cuando discutimos, ambos somos testarudos lo sé."
Bella no le pregunto nada a Chris cuando salió de ella, le dio dos nalgadas y le ordeno que se vistiera. Estaba divertida pero no lo parecía su novio, realmente no sabia que eran amigos de su padrastro, de saberlo habría hecho una barbacoa juntos. Quería hablar con Chris, pero ambos fueron interrumpidos por unos golpes insistentes en la puerta.
Chris ve que ella se coloca mejor su ropa mientras suspira melancólicamente, al salir ve a Sebastian hablar por teléfono ofuscado con lo que parece ser su esposa.
- Fue un placer conocerte – susurra la chica al asistente de Chris- si te masturbas en mi honor recuerda mi nombre, aunque no creo que le agrade a ninguno de mis dos papis
- Bella- dice Chris serio- deja de provocar
- No lo hago- susurra la chica viendo al asistente guiñándole un ojo haciendo que se sonroje.
- Calabacita- la llama Sebastian- vamos tu madre nos esperara en casa.
- No me digas así- susurra la joven
- ¿quieres que te llame Isabella?
- Me dices así solo cuando estas molesto
- Y ahora lo estoy- dice serio- andando.
La chica asiente caminando hacia él, suspira cuando él toma su brazo apretándole un poco para que sigas sus largos pasos, él no la daña, jamás lo haría la quiere demasiado para hacerlo, pero ahora se sentía decepcionado de no haberle dado la charla. Chris los sigue sin decir una sola palabra al ver la vena sobresaliendo del cuello de su amigo, que solo salía a relucir cuando estaba estresado y enfurecido.
- Llame a tu esposa, tendrás que explicarle esto- exclama Sebastian tocando el timbre para que el ascensor llegue
- De hecho- es interrumpida la chica cuando el ascensor se abre frente a ella
- No quiero que hables Isabella- regaña Sebastian- ¿Sabes que está casado?
Bella muerde su labio tratando de no reír al ser tratada como una chica inocente. Pero rápido se desconcentra al escuchar música en el elevador, hace días buscaba esa canción, cuando bajan en el subterráneo Sebastian la sigue jalando del brazo para que camine a su lado.
- Síguenos en tu maldito auto- gruñe Sebastian empujando a Chris por el pecho- espero que seas lo suficiente hombre para asumir las consecuencias de tus actos.
