"Perdóname. Es que soy un poco distraída." Musitó, ligeramente ruborizada.
"No, no; la distraída soy yo." Dije y luego me reí.
"Soy Wonyoung." Me estrechó la mano.
"Minju." Me presenté.
"Eres coreana." Adivinó.
"Sí. Corea, de allí vengo."
"Soy coreana también; pero con raíces europeas." Explicó.
Ahora había entendido entonces, porque me había hablado desde un principio en mi idioma; pero luego dirigí la mirada hacia la puerta del departamento en el que ella iba a introducir la llave antes de que yo le chocara.
"¿Vives aquí?" Balbuceé, al captar el trío de números que formaban el trescientos ocho.
"Sí, con mi tía; te dije que tenía raíces europeas."
La vieja gruñona con la que Yena me había dejado la llave de su apartamento era tía de la linda muchacha que me sonreía en este instante. Abrí los ojos ante la sorpresa.
"¿Eres sobrina de la señora Lambert?" Inquirí.
"Sí, ¿la conoces?"
"Sí, bueno..." Su expresión pasó a ser una mueca de confusión. "Mi amiga me dejó la llave de su departamento aquí y sólo pasé a recogerla, de allí conozco a tu tía." Expliqué.
"¡Oh! ¿Eres tú la linda chica que se mudó con Yena?" Preguntó, como si hubiese completado un rompecabezas en su memoria.
"Sí y... gracias por lo de linda."
"Oh, bueno, eres linda." Musitó y se encogió de hombros. "¿Vas a algún lado?"
"Sí, a un laboratorio de fotografía. ¿Sabes dónde queda la calle Petits Carreaux?" Pregunté, mirando el papelito arrugado en mi mano y tartamudeando al leer el nombre de la calle.
"Sí, es cerca de las Catacumbas de París."
"¿Está muy lejos?"
"No, puedes ir caminando; son como cinco cuadras de aquí."
"Oh, gracias."
"Puedo llevarte si quieres, tengo auto." Ofreció.
"No, gracias, hoy caminaré, tengo tiempo de sobra." Musité con aplomo.
"Oh, está bien, ¿puedo invitarte luego un café? Para conocernos, digo, vamos a ser vecinas." Se encogió de hombros un tanto avergonzada y ligeramente ruborizada.
"Claro, me encantaría."
"Hasta luego, entonces."
"Hasta luego." Dije. "Oh, y merci beaucoup." Murmuré lo que había aprendido de Chaewon el día de ayer, cuando agradeció al mozo. (Muchas gracias.)
Wonyoung me sonrió.
"De rien, jolie fille." Pronunció. (De nada, niña bonita.)
Me ruboricé un poco y le dije adiós con la mano; luego bajé las escaleras y me encaminé por las calles de París esperando encontrar lo que buscaba.
Luego de unos minutos y de contabilizar mentalmente las cinco cuadras que Wonyoung me había mencionado, miré hacía el pequeño recuadro azul ubicado en el muro externo del último edificio de la cuarta calle: Petits Carreaux. Sonreí satisfecha al haber acertado en mi búsqueda. Tenía la calle, pero aún me faltaba el laboratorio, decidí caminar hacia la izquierda, en donde los números ascendían, tenía que encontrar el diez.
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El manual de lo prohibido (2kim)
Fanfiction"Ella, la perfección en persona. Mi mejor amiga, con la que deseaba toparme desde los 6 años, única e incondicional. Decían que era la chica perfecta para ella. Yo, situada justo en el medio; enamorada de la novia de mi mejor amiga." Esto es una ADA...