"¿Quién es Yuri?". Inquirí, media confundida.
"Su hermana".
De pronto recordé la conversación que ella había tenido con Chaewon anoche que había mencionado a una Yuri como su hermana.
"Oh". Musité. "Me encantaría". Sonreí amable.
"¡Le diré a Chaewon para que organicemos todo!". Me abrazó de nuevo, dando brinquitos como una niña pequeña.
Así era Yena; dulce, tierna, cariñosa, frágil y entusiasta.
"Oye". Musité, cambiando repentinamente el tema. "Quiero ir a los tan famosos Jardines de Luxemburgo, quizá pueda tomar algunas fotografías".
"Les jardins du Luxembourg. ¿Y para qué quieres ir allí? No es la gran cosa". Dijo. "Más bien deberías ir a la Torre Eiffel, muchos toman sus fotografías allí".
"Lo sé, pero no quiero algo común. Ya me conoces". Me encogí de hombros.
"Bueno, también podrías ir a la cathédrale Notre Dame, le podrías tomar bellas fotos".
"¿A la qué? Yena, ¿te molestaría hablarme en un idioma que entienda?".
Ella rió.
"A la catedral de Notre Dame".
"Gracias. ¿Me llevarás a los Jardines de Luxemburgo?".
Puso los ojos en blanco ante mi insistencia.
"Está bien, te llevaré mañana".
"Gracias Yena, eres la mejor". Y fui yo quien empezó el abrazo ahora.
Seguimos caminando por las calles de París, mirando casi todas las tiendas de ropa que allí había. Comimos en un pequeño restaurante y luego llegamos cansadísimas al departamento.
Eran las siete de la tarde con treinta minutos cuando llamaron a la puerta.
"¡Es Chaewon!". Anunció jovialmente Yena y se levantó como rayo dando grandes zancadas hacia la puerta.
Dirigí mi vista hasta allá, desviándola del televisor, anhelante de ver el rostro perfecto.
"¡Amor!". Yena se lanzó a sus brazos en cuanto la figura de su novia fue palpable, y ella la recibió calidamente.
La fierecilla se removió incómoda.
"Ven, pasa".
Desvíe mi mirada de nuevo al televisor queriendo aparentar que no había despegado mi vista de allí.
"Minju, hola". Mi nombre en su voz era tan melodioso y diferente al resto de las voces que habían puesto en su sonido mi nombre; lo hacía parecer bello, único.
Me giré para mirarle.
"Hola, Chaewon". Le sonreí.
"¿Cómo va tu primer día en París?". Preguntó.
"Cansado". Reí al recordar que había usado el mismo adjetivo cuando ella me había preguntado acerca del vuelo.
Creo que ella también se acordó, porque rió de la misma manera que yo.
"Ojalá los demás no sean siempre así". Comentó y sonrió, luego miró a Yena para entablar una conversación con ella.
Entonces yo me giré de nuevo, pero a decir verdad, estaba más pendiente de su conversación que del programa francés que se proyectaba en la televisión.
"¿Estás nerviosa, patito?". Le preguntó a Yena.
"¿Sobre qué?". Inquirió ella, confundida.
"Sobre tu entrevista de trabajo, mañana".
"¿Mañana es siete?". La voz de Yena sonó alarmada. "¡Dios, lo olvidé!".
Entonces me giré de nuevo para mirar.
"¿Tienes una entrevista de trabajo?". Pregunté, realmente emocionada.
"Sí y... ¡oh!". Se quedó en silencio durante unos segundos. "¡Lo siento! ¡Lo siento, lo siento, lo siento!". Se acercó a mí. "Es que no recordaba lo de la entrevista, perdóname!".
Tardé unos segundos en comprender porque me pedía disculpas.
"Oh, Yena, no. No te preocupes". Le sonreí. "Iremos otro día a visitar los jardines".
"¿No estás enojada?".
"¿Yo? Para nada, al contrario. ¿De qué es el trabajo que solicitas?".
"Enfermería en el hospital Saint Louis. ¡Tengo una idea!". Dijo de pronto, como si la primera parte no importara demasiado, se giró a mirar a su novia. "Amor, ¿podrías tú llevar a Minju a Les jardins du Luxembourg?".
Los ojos se me abrieron de par en par ante la sorpresa y luego miré el rostro de Chaewon, tan bello como el de un ángel. Ella también me miraba.
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El manual de lo prohibido (2kim)
Fanfic"Ella, la perfección en persona. Mi mejor amiga, con la que deseaba toparme desde los 6 años, única e incondicional. Decían que era la chica perfecta para ella. Yo, situada justo en el medio; enamorada de la novia de mi mejor amiga." Esto es una ADA...