Capítulo 36

685 75 52
                                    

Hice una comparación, y mi exposición salió perdiendo. Chaewon era hermosa, en todo sentido que pudiera verle; su voz, su rostro, su cuerpo incluso, así usara el atuendo más ridículo del planeta. De pronto, un pensamiento me cruzó por la mente, ¿existía la posibilidad de que ella me quisiera a mí? ¿Tan sólo a mí? Tenía que haber una razón por la que en este momento estuviera allí, cantándome esas hermosas palabras que me llenaban el alma, ese 'por siempre' que agregó a su melodía, pero, ¿todo ello era verdad? Y si lo era, ¿acaso no seguiría siendo malo? El
recuerdo desgarrador que aun no me abandonaba, era aquel en el que veía los ojos hinchados y rojos de Yena, la tristeza en su rostro y la radiografía de su alma hecha pedazos. ¿Es que yo podía ser tan cínica como para terminar de arrebatarle lo que más amó?

Miré de nuevo a Chaewon y otra lágrima corrió por mi mejilla. Ni siquiera yo misma me entendía; si ella me quería y yo la amaba más que a mi vida misma, ¿cómo podíamos estar juntas? ¿El dolor de Yena era el precio a pagar?

Me lastimaba querer hacerlo para estar con Chaewon, no podía ser tan egoísta, ¿o sí? Era verdad que había pasado el tiempo, pero aunque para mí fuera eterno, en realidad no había sido bastante. En dos meses nadie sana una herida, y mucho menos si es tan profunda como la que
yo había hecho. ¿Es que nunca podría llegar a estar con Chaewon? ¿Ser feliz con ella? ¿Tenía que conocerla? Pero tampoco podía ignorar todo este amor que me quemaba por dentro, me hacía hervir la sangre y que ya hasta dudaba me cupiera en el corazón o en el cuerpo entero.

Sentí a Hyewon a mi lado.

"Dile que no es demasiado tarde." Me susurró y la gente volvió a mí alrededor, volví a la realidad que me asfixiaba.

Dí una rápida mirada a Hyewon y luego la volví a Chaewon; el murmullo de la gente me hizo perder las voces en mi cabeza, mientras la de Chaewon continuaba metiéndose por mis oídos y llegaba a mi corazón. El suspiro angustiado que solté se hizo visible al empañar el cristal de
la ventana, ¿por qué tenía que pensar demasiado las cosas? ¿Volver a escapar sería muy cobarde?

La música paró y junto a ella mi corazón estrepitosamente colapsó en nuevos latidos. Chaewon miró hacía mí y aun a tal distancia, pude sentirme abrigada en el calor de su mirada.

"¿Qué esperas?" Me instó KwangBae, pero ni siquiera yo lo sabía.

Chaewon no se movía, pero el par de músicos detrás de ella comenzaron a retirarse, haciendo que la escena pareciera viva. Era hora de aclarar
las cosas con Chaewon y conmigo misma, también. Comencé a mover los pies hacía atrás y despegué las manos del cristal, dejando la huella de mis palmas. Chaewon notó mi movimiento y en cuanto me dí la media vuelta, dio un salto hacía atrás y se echó a correr. No supe qué más
hizo, porque caminé hasta las escaleras y bajé a grandes zancadas medio desequilibradas hasta la planta baja. ¿Qué iba a decirle? Mi cabeza era un completo caos e iba viéndome los pies al caminar, tratando de encontrar la respuesta correcta a todo este dilema.

Justo cuando iba a salir por la puerta, donde la luz taciturna del sol escaso ya comenzaba a alumbrar, un brazo me cerró el paso. El pecho agitado de Chaewon se movía de arriba abajo bajo su sudadera negra y su respiración irregular me movía los cabellos de tanta cercanía. Tenerla así de cerca después de tanto tiempo hizo que me debilitara por completo, pero me obligué a sacar fuerzas de dónde no las tenía para mantenerme de pie, aun cuando mi corazón estallara contra mi pecho.

"No escapes de nuevo." Musitó, entrecortadamente y su aliento me estremeció el alma.

"¿Qué?" Logré decir.

"Es lo que dice el cartel." Hizo ademán para señalar el enorme eslogan que caía del edificio continúo, mientras medio esbozaba una tenue sonrisa. "No vuelvas a escapar, Minju. Si lo haces, no voy a parar de perseguirte." (KAJWJS ME PUSO RE SOFT.)

El manual de lo prohibido (2kim)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora