ESCENA EXTRA 3

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Plan todavía podía sentir el cuerpo entumecido.

Cuando apretó el gatillo y la bala no salió lo entendió. Su segunda oportunidad era esta. Había nacido de nuevo. No pudo evitar sentirse feliz y un poco avergonzado, sentía vergüenza de su cobardía. De cómo había intentado escapar dejando solo a su chico.

Mean, o lo que quedaba de él.

Se levantó de la cama de hotel en la que había estado durmiendo los últimos 2 días.

Necesitaba levantarse y comenzar a hacer un cambio. Tenía que cuidar de Mean, protegerlo, amarlo... pero primero necesitaba ser lo suficientemente fuerte. Necesitaba liberarse de todos esos prejuicios, esa carga que llevaba consigo y lo había transformado en un monstruo.

Y sabía por dónde empezar.

Nunca iba a casa de sus padres sin avisar, pero esta vez consideró que no servía de nada informar de su visita. Sería rápido.

Bajó del auto y entró sin esperar a que los empleados abrieran la puerta o informaran de su llegada.

Llegó al salón en donde encontró a sus padres tomando el té.

-¿Hijo?- Su madre se puso de pie en el momento en que lo vió.

-¿Está todo bien?-Su padre dejó su taza de té sobre la mesa y también se puso de pie.

Plan los miró. Eran sus padres. Lo habían educado, lo habían protegido, lo habían amado. Ellos se preocupaban por él, por su bienestar.

Miró a su madre, era la mejor madre.

Dudó. Por un pequeño momento dudó. ¿Cómo podía hacerle esto a sus padres?

Pero entonces Mean vino a su mente. Mean era el amor de su vida, jamás querría a nadie más. Sin importar cuánto intentara cambiar nunca dejaría de pertenecer a Mean.

Era la única persona a la que había amado realmente.

Entonces recordó las palabras de su madre

"Rathavit, algún día encontrarás a esa mujer que hará que quieres ser un mejor hombre. Así sabrás que es la indicada, es tú deber cuidar de ella ¿Lo harás?"

Era solo un niño en ese momento, lo prometió sin dudarlo. En ese entonces sonaba fácil pero había resultado ser una tarea imposible. Había roto su promesa.

Pero ahora era un adulto.

Lo haría, cuidaría a Mean. Está vez no fallaría. Ya lo había dañado lo suficientemente estos últimos años.

Entonces pensó, sus padres lo amaban. Decían amarlo más que a nada, entonces ¿Por qué no podrían aceptarlo por completo? ¿Cómo podían amar a su hijo si no pueden quererlo por lo que es?

-No fue mi intención- Susurró en el eco de la habitación.

-¿Qué sucede, hijo? Me estás asustando- Su madre caminó hasta él y tomó su mano.

-Mary no es mi prometida. Ni siquiera es mí novia. Es mentira...-Su padre se sentó de nuevo y lo miró frunciendo el ceño- Yo ya estoy con alguien, hemos estado juntos por 5 años. - Miró a su madre que tenía una mirada de preocupación en su rostro- Me hace querer ser mejor hombre, mamá- Sonrió y no pudo evitar las lágrimas- Es como el sol, tan cálido y brillante. Es olvidadizo y siempre llega tarde. No puede guardar secretos, su boca es más rápida que su cabeza. No soporta levantarse temprano, es tan mimado como un niño. Es tan hermoso, madre, la mayoría de las veces no puedo creer que sea mío- Se arrodilló frente a su madre que había empezado a llorar- Lo amo tanto,mamá. Tanto que le hice daño, mucho daño. No supe valorar nuestro amor. Perdóname mamá, perdóname por no cuidar del indicado como te lo prometí. Lo siento, lamento amar a un hombre. Pero no puedo evitarlo... Él es todo para mi. Perdóname, por favor- Rogó a su madre.

-Vete de mí casa. Ya no eres bienvenido aquí.- Su padre se volvió a levantar de su asiento y caminó hacia ellos. Separando a su madre, haciéndolo caer al frío piso.- ¿Cómo te atreves a hacernos esto después de todo lo que hemos hecho por ti? Ya no eres mí hijo. Vete.- Su madre lloraba aferrándose a su padre, que gritándole los empleados que lo sacaran de su casa se fue, dejándolo solo en el gran salón.

Plan se puso de pie y secó sus lágrimas. Sintió su pecho tan ligero. No pudo evitar sonreír.

Así se sentía la libertad.

-Señor..- Un empleado se acercó a él antes de que pudiera subir al auto.- Tome esto por favor, podría ayudarlo- Plan miró el papel que tenía en sus manos. Y sintió su corazón acelerarse.

"MEW SUPPASIT

083-777-338"

°°°

Tres días le tomó tener el coraje suficiente como para llamar a su primo. Pero las cosas habían resultado bastante bien.

Llevaba más de 2 semanas en la casa de su primo y su esposo Gulf.

Ambos se sorprendieron al verse, después de todo ya se habían conocido antes.

Mew y Gulf eran un matrimonio de lo más dulce. Tanto que por momentos hería el machucado corazón de Plan.

Había pensado en volver, tal vez llamar y preguntar por Mean. Pero aún no era el momento, necesitaba esconderse para lamer sus heridas. Perdonarse, pensar en lo que quería para su futuro.

Necesita poder recuperar a un poco de su antiguo yo. Ese que poseía la suficiente fuerza como para enfrentar al mundo.

Mew se había transformado en su mejor terapia. Volver a tener a su mejor amigo se sentía bien. Se sintió culpable por haberlo dejado atrás.

Pero agradeció el corazón de su primo, por aceptarlo y cuidar de él.

°°°

6 semanas. 6 semanas sin ver a Mean. Sabía que ya estaba en casa. Estaba trabajando en una nueva serie. Estaba... mal. Podía verlo. Tan frío, tan vacío. Su chico estaba completamente apagado.

Dolió. Dolía ser el causante de todo su sufrimiento.

Ese día había salido a la ciudad para comprar algunos alimentos cuando su nuevo celular empezó a sonar

-¿Hola?-

-Plan, soy Mew. - Plan se asustó al escuchar la voz del mayor tan preocupada-No debería hablar de esto, porque va en contra de muchas leyes...-El más bajo sintió a Mew suspirar - Pero estoy preocupado. No me odies primo, pero... Gulf es el psiquiatra de Mean. Hace algún tiempo.-El corazón de Plan se apretó ¿Psiquiatra? Su chico estaba tan herido - No se supone que debas saberlo. Pero Mean ha tenido algunos problemas. Tiene que comunicarse con Gulf todos los días, hoy no lo hizo.-Su respiración se cortó- Gulf no puedo comunicarse con él. Necesita encontrarlo- Ni siquiera lo dejó terminar. Cortó la llamada y miró la hora. Debería estar en el estudio. Dejó abandonadas sus compras y corrió al auto.

Necesitaba encontrar a Mean, algo le decía que no se encontraba bien.

°°°°°°

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