WISH

CAPÍTULO 9

Cuando salieron al trabajo esa mañana ninguno de los dos dijo nada. Parecía haber un acuerdo tácito entre los dos. Ninguno habló de la escena del día anterior.

Era más fácil dejarlo ser.

Pero Mean sabía que nadie pasaría por alto la mordida que tenía en su cuello. Él mismo se había sorprendido al ver los dientes aún marcados. Sería difícil taparlo, pero no quería faltar al trabajo. New ya le había gritado lo suficiente. No tenía ganas de recibir otro sermón.

Bajaron del auto y cada uno se fue por su camino. Mean cambió su ropa y se dirigió a la silla de Gong. El estilista estaba tan concentrado en arreglar su pelo que ni siquiera notó la marca.

–¡SANTA MARÍA PURÍSIMA!– El grito de la maquillista y el sonido de sus brochas cayendo llamó la atención de todo el staff.

–¡Mean! ¡¿Que te han hecho?!– Gong dejó de aplicar el fijador de cabello y lo miró fijamente. Acercó de a poco su mano al cuello de Mean y lo tocó con la punta de su dedo índice. Esto hizo que el más alto siseara.

–¡Gong, Auch!– Mean se acomodó en la silla y apartó al peluquero que trataba de volver a picar su cuello. –Solo ayudame a ocultarlo –Susurró avergonzado.

–Pero miren lo que me vengo a encontrar...– Perth llegó al área de maquillaje ya vestido – ¡Auch! Ese niño Meen es tan ardiente… – Sin ninguna vergüenza se acercó hasta el cuello del menor y lo picó con los dedos. 

–Perth, deja de gritar. Y no me piques– El menor comenzaba a sentirse avergonzado de ser el centro de tanta atención.– Solo cállate.–

–Uuuuuuuh, Nuestro recién descubierto Casanova está avergonzado. Hmm, no negó el hecho de que fue Meen– Perth se quitó la gorra y se sentó en la silla a lado de Mean.

–No te importa quién fue, cállate.– Mean comenzaba a molestarse por el atrevimiento de Perth.

–Se que fue él, ayer salieron muy apurados juntos… ¿Qué hicieron tortolitos?– Una asistente soltó una risita nerviosa por las palabras de Perth, solo para recibir un pisotón por parte de Gong.

–Callate, Perth– Mean solo apretó los puños y movió su cabeza para decirle a la maquilladora que ya podía empezar a trabajar.

–Ese jovencito resultó ser toda una sorpresa, consiguió conquistar al rey del hielo… –Perth continuó hablando mientras lo peinaban.

–Perth, me estás molestando. Ya cállate– Dijo Mean sintiéndose nervioso.

–¿Qué es lo que tendrá para que Mean lo haya aceptado? Tal vez sus pies son proporcionales a su estatura.–

La charla de Perth se vió interrumpida por un fuerte golpe. Mean levantó la vista para encontrar a Plan frunciendo el ceño con una mano apoyada en la mesa de maquillaje y mirando fijamente a Perth.

–Dijo que cerraras el pico, idiota.– Como cada vez que el más pequeño gruñía, todo el estudio quedó en silencio.

Viendo que por fin Perth había cerrado la boca el más bajo dió la vuelta y se fue a la silla más lejana para que lo peinaran.

Todos hicieron su trabajo en silencio. Cuando los tres estuvieron listos New los llamó y empezaron a grabar.

•••

Después de 3 largas horas de grabación por fin había llegado la hora del almuerzo.

Mean se sentía capaz de comer un elefante.

–Meeeean– El grito de Meen hizo que volteara. Se encontró con con el joven corriendo hacia él y agitando su mano.

–Hey!, ¿Cómo estás?– Meen no disimuló ni un poco la larga mirada que le dió a su cuello mordisqueado.