III

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Las pesadillas se hacían más frecuentes, los padres habían dejado de contar las noches en las que se despertaban de golpe por el llanto horrorizado de su hija. Cuando llegaban al cuarto siempre era la misma escena: su hermano abrazándola protectoramente, las manos pálidas de la niña escondiendo sus lágrimas y la luz de la luna opacado la poca visibilidad que se tenía.

-Ady tuvo otra pesadilla mama- era el mismo argumento de siempre. Lucius tomaba a su hija entre brazos y la protegía con un "mientras nosotros estemos aquí nada te pasará".

Cissy por otra parte no podía fingir su mirada preocupada. ¿por qué tantas pesadillas? ¿POR QUE CON LORD VOLDEMORT?; sabía la respuesta...pero temía que fuera verdad.

-de nuevo ese hombre papi- comentaba entre sollozos la niña- ese hombre que asesina a muchas personas-

-Todo estará bien Ady- era Draco el que casi siempre se le adelantaba a su padre para tranquilizarla y le acariciaba su plateada melena para demostrarle su presencia- fue sólo una pesadilla ¿verdad mamá? - preguntó a la madre.

Ella solo asentía; tenía miedo de que les estuviera fallando a sus gemelos.

La noche era fría. Los gemelos Malfoy habían estado despiertos más de lo normal pues estaban emocionados de que al día siguiente, a esas horas, ya estarán en el gran comedor de Howgarts como orgullosos estudiantes Slytherin

Si...hubieran preferido que esa noche; donde la luna apenas se podía ver, fuera una noche igual a las anteriores en vez de lo que les estaba pasando en ese momento.

Draco despertó a sus padres con un grito. Desconcertados a que fuera él y no Adhara se apresuraron a llegar con varitas en mano.

El terror de Cissy la bloqueo al ver la escena en el cuarto de sus hijos. Sus piernas comenzaron a temblar y de su boca no salía palabra alguna que pudiera ayudar a su hija...no podía moverse por el pánico.

-¡Expectro Patronus!- fue Lucius quien pudo salir del trance y acudir a la ayuda de su pequeña princesa.

La luz la cegó. Adhara estaba despierta y consciente de todo lo que pasaba: vio a su hermano gritar y a sus padres entrar sin embargo algo dentro de ella la tranquilizó y no precisamente eran lo último en la lista, es decir, no temió a la criatura negra que estaba succionando sus recuerdos más bellos ¿por qué? Algo extraño le sucedía. La peliblanca sentía que por encima de tenerle miedo le tenía lástima, se sentía superior a esa basura y sobre todo más poderosa...aunque solo tenía once años y no sabía de donde sacaba tanta idiotez.

-¿¡Que era esa cosa!?- gritó de nuevo Draco en cuanto la figura amenazante ya había desaparecido.

La madre corrió hasta su hija y la abrazo protectoramente. Adhara no hizo nada, seguía sintiendo dentro una sensación difícil de controlar.

-Adhara ¿Estas bien? - preguntó su padre a la par que le tocaba la frente en busca de algún daño permanente.

La niña de cabello plateado les sonrió a ambos en cuanto se cruzaron con su mirada; sus ojos grises de nuevo se llenaron de lágrimas ¿quién era esa persona que le había llamado? ¿por qué le tenía tanto miedo a esa voz?.

-yo..tengo miedo- sentenció de manera casi automática.

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La estación 9 3/4 estaba repleta de todos los estudiantes de Hogwarts. Muchos hablando con sus amigos mientras que otros nerviosos por ser su primer día. Cabe mencionar que Adhara era una de ellos pues, a pesar de conocer a Goyle y a Crabbe que siempre fueron amigos de los gemelos el encuentro de la noche anterior la mantenía inquieta y eso no era muy propio de ella.

La deuda de una Malfoy (Tom Riddle) - AUTORA ORIGINALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora