"Alcohol." (Nygmobblepot)

06

-Bueno... Al final fueron un millón de dólares y 200.- informó Oswald.
Ya era el día siguiente, y Martin estaba viendo la televisión.

-Eso es excelente... Oh, por cierto. Hoy es día de renta ¿no?-

-Sí.. De hecho.. El dueño siempre viene como a esta hora a cobrar..-

Y en ese momento, la puerta fue tocada.
Oswald fue a abrir.

-Ah, hola.- saludó.

-Señor Cobblepot, Señor Nygma.- saludó el hombre. -Vengo a cobrarles los doscientos dólares de la renta.-

-Ah, sí, como sea..- Oswald miró a Nygma, y éste fue por el dinero en la bolsa. Luego se lo entregó al hombre.

-Gracias. Que tenga buena ta- Oswald le cerró puerta en la cara antes de que pudiera terminar, él odiaba tener que pagar renta.
Pero es lo que hay.

-Aguarda. ¿Quién es esa?- preguntó Edward, y abrió la puerta de nuevo.

-¿Quién?-

-Esa chica de afuera.-

Se asomaron, y vieron a una chica con un vestido rojo ultra corto y el cabello muy maltratado, pintado de rubio. Y unas uñas rosas y verdes fosforecente, muy largas.

-Mm, no sé, no la había visto aquí.- dijo Oswald extrañado.
En eso tocó una puerta vecina y abrió un hombre, que le dió dinero, y luego la chica entró muy coquetamente.

-Ahh... Ya entendí. Viene a dar sus servicios- dijo Edward, y volvió a cerrar la puerta. -Bueno, iré a bañarme.-

-Bueno.- respondió Oswald, y Edward se fue al baño.

Así que Oswald fue con Martin.

-Hola Martin. ¿Qué miras?-

Martin le apuntó a la TV, estaba viendo una caricatura.

-Oh... Interesante.- dijo Oswald, y se acomodó en el sofá a ver la televisión junto al niño.

En un momento dado, Martin jaló su saco, pidiendo que le prestara atención.

-¿Qué pasa?-

El niño dibujó. En los garabatos, se alcanzaba a ver una mujer y un hombre tomados de la mano, acompañados de unos "¿?", y luego apuntó a la caricatura, donde estaba saliendo una familia feliz.

-¿Padres?- preguntó Oswald, Martin asintió. -¿Qué pasa con ellos?-

El niño escribió.

"¿Dónde están tus padres?"

Oswald tragó saliva.

-Mi mamá murió injustamente, Martin. Y mi papá...- apretó sus puños -Envenenado y traicionado. Pero lo que importa es que los sigas recordando...-

"Si los míos tampoco están, ¿Entonces Edward y tú son mis padres ahora?"

-...Em... Martin, y-yo..- Oswald no sabía que decir, cuando de pronto Edward fue y los interrumpió, con una toalla en su cintura.

-Oye, Oswald. Perdón, no me he duchado aún, porque estaba pensando.. ¿Y si pones otro club?-

-¿Otro club?-

-Sí, digo... Tal vez nos traiga ingresos y podamos recuperar poder. ¿No crees?-

-Sí, podría ser, pero el dinero que robamos es para subsistir, Ed. Necesitaríamos generar más ingresos para esa inversión, y no es como que contraten criminales en las tiendas.-

Ed se quedó callado, pensando. Y una gran idea le vino a la cabeza.

-Ya sé... ¡Pondremos un prostíbulo!-

-¿¡Un qué!?-

-Un prostíbulo.. Es el lugar en en que pagas a cambio de tener sex...-

-¡YA SÉ QUE ES!- Lo interrumpió. -Pero, ¿Cómo que un prostíbulo?-

-Ganan mucho dinero.-

-Sí Ed. Pero tener aquí a esas personas haciendo eso frente a nuestros ojos sería muy asqueroso, no quiero que nuestra casa sea un teibol dance.-

-Tal vez no tenga que serlo.-

-....¿Entonces qué es lo que estás proponiéndome?- El pelinegro no entendía.

-Atraigamos a gente que quiera sexo aquí. Cuando lleguen, nos pagan, les decimos que pasen a la habitación, y una vez ahí los golpeamos y se van. Así sacamos el dinero suficiente y ponemos un club ¿Qué te parece?-sonrió Edward, emocionado.

Oswald se lo pensó, realmente no sonaba tan mal la idea de estafar gente.